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viernes, 3 de junio de 2011

Capitulo 9 **Hysteria** (MUSE)

………………… (MATT)
El ambiente se cargaba por momentos… ya hacía un rato que aquél chico atractivo de mirada verde había “raptado” a la pobre Alana. Selene no hacía más que dar vueltas, furibunda, intentando pasar a través de aquél grandullón llamado Gun. Si seguía así de pesado lamentaría las consecuencias.
-¡Que te apartes de mi camino maldito armario empotrado! – gritó furiosa Selene con una mirada que mataría. Sus mejillas enrojecían más por momentos.
-¿Es siempre así de impulsiva? – le preguntó el chico de ojos azules que se hacía llamar Mousy.
-Si, hijo, si… - le contestó Matt suspirando.
¡JA! – se jactó Gun. Selene infló los mofletes con cara de enfado – ¡Pareces un Jigglypuff* enfadado!
-¿Cómo te atreves a compararme con esa birria de Pokemon? – Dijo indignada Selene - ¡a mí me gusta más Vulpix!
Gun al oír esto empezó a reírse a carcajadas. Selene apretó la mandíbula y empezó a respirar fuertemente. Matt observó que una pequeña brisa, que cada vez iba en aumento, empezó a girar alrededor de la chica. Fuera se oyó una tormenta aproximándose cada vez más. Matt silbó.
-Esto se está poniendo feo – comentó.
Selene se dirigió hacia Gun con intención de pegarle, el grandullón le puso la mano en la frente parándola.
-¿Dónde vas pequeñaja? – Se burló Gun.
-No debería haber dicho eso… - Canturreó Matt.
Entonces Selene, pillando desprevenido a Gun, lo cogió del brazo, y le hizo una perfecta llave de judo. Gun acabó estampado contra el suelo y con cara de sorpresa.
Matt se quedó boquiabierto, ¿de dónde había sacado tanta fuerza ésta chica para lanzar por los aires a Gun y dejarlo KO en unos segundos?
-¡Hahahaha! – Se carcajeó Mousy – Te han dado a probar de tu propia medicina.
La chica rubia se llevó las manos a la boca sorprendida, mirando a Selene como si fuera un bicho raro.
-Se veía venir –Comentó Tay subiéndose las gafas.
La chica pasó al lado de Gun altivamente, cogiéndose el vestido y haciendo una especia de reverencia comentó dulcemente.
-Ha sido un placer destrozarte.
Gun seguía en el suelo embobado mirándola. La gente de alrededor contemplaba la escena muy asustada.
………………………………….. (ALANA)
Cuando llegaron al balcón, Liam la soltó.
-Cada día eres más insoportable – Dijo Alana arreglándose el vestido.
-Ya sabes que forma parte de mi encanto personal. – Respondió Liam altivamente.
-¿Me puedes decir ya que es lo que quieres de mí? – Dijo bruscamente Alana.
-Quiero una explicación – dijo con su habitual tono mandón.
Alana no supo que decir. No le podía contar a Liam que era bruja, se supone que era un secreto que no podía desvelar a nadie, aunque ya se lo hubiera contado a alguien…
-¿Explicación? – Contestó haciéndose la tonta - ¿De qué?
-Vamos, - Liam rió sarcásticamente – sabes perfectamente de lo que te hablo. ¿Qué sucedió la noche que te fuiste de casa? ¿Por qué desapareciste de repente?
-Bueno, no sé – empezó Alana verdaderamente cabreada – dímelo tú. Puede ser por el hecho de que me dijiste cosas horribles, porque me dijiste que no quería que hubiera nacido, o la parte en la que te tiraste encima mía…
-Primero, no me tiré encima de ti – reprochó Liam enrojeciendo levemente – Segundo, me refiero al momento en que me lanzaste contra la pared y vi como una bola de fuego me empujaba.
-Yo solo me defendí, y no había ninguna bola de fuego… - Respondió Alana nerviosa.
-Se perfectamente lo que vi – objetó Liam cabezonamente.
-Liam… - se mofó Alana - ¿No te han dicho que la droga es mala?
Liam se puso muy rojo de vergüenza.
-¡No estoy loco, y tampoco tomo drogas! – Gritó alterado - ¡Se perfectamente lo que vi!, y sino… ¿Qué me dices de hace un momento…? ¡Me has quemado!
Alana para no descubrirse, decidió reírse de la situación, como si todo aquello la pareciera descabellado e imposible.
-En serio Liam… - empezó la chica – deja de ser tan imaginativo e infantil, madura un poco.
El chico apretó los puños y dijo:
-¡Por lo menos no soy un mentiroso como tú! ¿Qué te crees, que no te conozco? Se perfectamente cuando mientes.
-Cada vez te pareces más a tu hermano – le recriminó Alana suspirando e intentando cambiar de tema.
Alan era el hermano mayor de Liam, cuando tenía 9 años los Blackborn lo mandaron a estudiar con su tía lejana ya que tenía un carácter muy problemático e irracional. A la larga podía acarrear problemas.
Alana sabía que en realidad se parecían poco los dos hermanos, pero con tal de que la dejara en paz, haría cualquier cosa.
-¿Qué tiene que ver Alan ahora? – Dijo Liam furibundo – No creo que tenga nada de malo parecerse a mi hermano, además, yo soy mejor que él.
-¿Y cómo estás tan seguro de que eres mejor? – Discrepó alana – Ya hace mucho que no hablas con él, ni tampoco lo ves.
Liam soltó una risa un tanto rara.
-No sabes nada… - dijo el chico con una sonrisa pesarosa mientras negaba con la cabeza – y no te culpo. Es mejor que no sepas nada.
-Qué quieres decir…
Liam sonrió maliciosamente.
-Tú no me quieres decir nada de lo que pasó ese día, y yo no te pienso decir nada de lo que sé.
-¿Intentas chantajearme? – sospechó Alana. Estaba empezando a cabrearse.
-No, y tampoco tenía pensado contarte nada.
De repente Alana se dio cuenta de algo en lo que no se había fijado hasta ahora. La expresión de Liam tenía un ligero matiz de tristeza y decepción. Hacía tanto que no había visto una expresión en el rostro del chico que no fuera altiva y pretenciosa, que se sorprendió de ello. Realmente Liam había pasado tanto tiempo ocultando sus sentimientos que Alana había llegado a pensar que él no sentía nada, ni felicidad, dolor, tristeza… pero allí estaba ahora, una chispa de sentimiento, aunque seguramente Liam lo hubiera negado. ¿Qué es lo que había pasado con su hermano para que él expresara algo?
-Bueno, ¿Me vas a decir ya que pasó esa noche? – insistió tozudo Liam.
-Que no pasó nada, que son imaginaciones tuyas…
Liam cada vez parecía más enfadado, cogió a la chica fuertemente del brazo y dijo amenazadoramente:
-No juegues conmigo…
-¡Tú, cretino! – gritó Selene que había aparecido milagrosamente – deja en paz a mi amiga.
Liam al ver a Selene la soltó mirándola como aburrido.
-Li – dijo Gun que fue corriendo hacia donde estaban, detrás venían todos los demás – Lo siento, no pude retenerla por más tiempo.
-No importa – la chica rubia fue corriendo a coger del brazo a Liam y éste añadió mirando a Alana con una expresión que no logró descifrar – no ha servido de nada.
La “lapa” de Liam suspiró mientras se ponía un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Bueno pues entonces podemos volver a la fiesta ¿no? – Dijo la rubia molesta – no hacemos más que perder tiempo – miró al grupo de Alana como si fueran unos bichos repelentes – y no he disfrutado nada del baile.
-Pues vuelve al baile – contestó repentinamente Tay sorprendiendo a  todo el mundo – aquí nadie te necesita.
La chica se le quedó mirando muy seria mientras entrecerraba los ojos. Alana vio que la chica enfurecía por momentos. La verdad no le importaba que la rubia se pusiera borde, así tendría una excusa para quemarle el vestido. La muchacha  abrió la boca para contesta a Tay pero Liam se adelantó.
-¿Quién te crees que eres para hablar a Ashley así?
-¿Y tú quién te crees que eres para llevarte a mi amiga a rastras y dejarle en ridículo de esa manera? – Le echó en cara Tay a Liam enfadado.
Liam rió prepotentemente.
-¿Qué pasa? – Rió la chica rubia - ¿Acaso el amigo de la sirvienta se ha puesto celoso…?
-Ash ya vale… - le cortó Liam.
-¡Yo no soy ninguna sirvienta!
Hablaron a la vez Liam y Alana
-¡Tú! Pelo paja de las narices – se metió en medio Selene dirigiéndose a Ashley - ¡Cierra tu maldita boca de silicona de una vez!
Ashley dio un pequeño grito ofendido. Gun por el contrario empezó a reírse.
-¿Cómo te atreves enana insolente…?
Repentinamente un rayo cayó muy cerca de donde estaban.  Todo el mundo se sobresaltó, menos Selene que estaba muy seria y roja.
Matt, con una expresión entre miedo y preocupación cogió a Selene de la mano y dijo:
-Honey… vámonos de aquí…
-Debe morir – habló sombría Selene. A Alana le recordó el día en que le arrancó la cabeza al peluche y dijo algo parecido.
Gun seguía riendo y el chico de los ojos azules tenía una expresión preocupada en el rostro. Por el otro lado Liam y Tay había empezado a discutir acaloradamente.
-… se nota a la legua que eres un presuntuoso y un hipócrita – le recriminó Tay.
-Pues yo odio a los tipos como tú – le contestó Liam con una voz cortante mientras le fulminaba con la mirada – no me llegas ni a la suela de los zapatos…
Entre todos habían formado un alboroto haciendo que las personas que se encontraban en el balcón se fueran. Alana ya estaba harta de tantas discusiones. Sus voces le estaban empezando a dar dolor de cabeza, además estaba mareada. No aguantó ni un segundo más, dio media vuelta y se dirigió hasta la puerta de salida. Las voces cada vez sonaban más lejanas para alivio de Alana, cuando escuchó alguien llamarla. Se volvió para ver quién era. Liam se dirigía hacia ella.
-Márchate y déjame en paz – le gritó la chica mientras empezaba a correr - ¡Dejadme todos en paz!
No quería escuchar a nadie más. Estaba harta. No quería verse en nada que le recordara a su pasado y no quería verse envuelta en ninguna discusión más. Hasta aquí había llegado su límite, lo único que quería era paz y tranquilidad ¿Tan difícil era de entender?
Cogió el móvil y le mandó un mensaje a Erik. Él era el único capaz de tranquilizarla. El único con quien se sentía a salvo. El único que la comprendía.
Quedaron en la plaza central. Alana iba caminando deprisa por las calles desiertas del pueblo. No había mirado la hora pero debía de ser muy tarde para que no hubiera gente por la calle. El vestido era un poco molesto, ya que iba rápido y se le enredaba entre los zapatos. La chica sin soportarlo más, se cogió el bajo del vestido para que no le molestara. El pueblo de noche, era un poco tétrico y más por las calles en las que no había farolas. Parecía que de un momento a otro algún vampiro o monstruo de cuentos de miedo saldría de algún rincón y se abalanzaría sobre Alana. Por fin llegó a la plaza que estaba iluminada, y vio a Erik. El chico estaba sentado en el poyete de la fuente jugando con el agua con la mirada perdida, seguramente sumido en sus pensamientos. Cuando Alana se acercó más, Erik pareció sentirla y movió rápidamente la cabeza en dirección a la chica. Al verla vestida así sonrió dulcemente.
-Siempre he sabido que eras una princesa – le alabó - ¿Quieres que vaya a buscar tu calabaza? Ya son más de las 12.
Alana riendo le abrazó
-¿Para qué quiero un carruaje si no quiero huir del príncipe?
-Jajajaja – rió el chico – ya sabía yo que no podía estar mucho tiempo apartada de mí.
-Estúpido, no te lo tengas tan creído – habló de repente una voz familiar.
Erik y Alana se giraron y vieron a Liam, apoyado contra un árbol con un pie sobre éste  y los brazos cruzados.
Alana se le quedó mirando con la boca abierta sin dar crédito a lo que había escuchado ¿La había seguido?
Por el contrario Erik empezó a reírse despreocupadamente.
-¿Y éste de dónde sale? – le preguntó Erik a Alana - ¿Es que hay por aquí algún circo y no me he enterado…?
-¿Y tú que haces aquí? – le inquirió Liam mirándolo con dureza.
-Hola, soy Erik, el novio de Alana – se presentó sonriendo
-¿Erik…? ¿Novio…? – dijo extrañado Liam
-Así es – Dijo Erik mientras volvía a abrazar a Alana
-Liam, piérdete de una vez – gruñó la chica.
-Aquí el único que tiene que perderse es el gilipollas de tu “novio” – Añadió Liam imitando la voz de Alana. Después dijo con voz normal - tú y yo seguimos teniendo una conversación pendiente…
Erik que sonreía abiertamente, le cambió la cara el oír aquello. Se puso repentinamente serio y se separó de la chica.
-Erik… tranquilo…
Erik ignoró a Alana y se dirigió amenazadoramente hacia Liam.
-Tú… ¿tienes algún problema con nosotros…? – Dijo fríamente.
-La verdad es que si – añadió Liam mientas sonreía son suficiencia – Contigo. Eres realmente muy molesto.
Erik rió sarcásticamente
-¿Acaso te has visto la cara? ¿O es que tu gran prepotencia te lo impide?
A Liam se le empezaron a poner las mejillas rojas.
-Repite eso si te atreves
Alana notó que el ambiente se estaba volviendo pesado y agobiante. Si Liam seguía así de desagradable, iba a pasar algo gordo. No había visto nunca a Erik tan enfadado y tampoco quería verlo. La chica fue hacia donde estaban los chicos y se puso en medio.
-Chicos, ya basta – cortó Alana
Los chicos la ignoraron olímpicamente.
-Que miedo… - Dijo Erik sarcásticamente – el señor metomentodo se ha enfadado…
-Pues sí – empezó Liam de forma irritante – estoy enfadado y molesto por tener que verte esa cara de estúpido que tienes ¿No has pensado en ponerte una bolsa en la cabeza? – Se rió Liam – estarías incluso guapo.
Erik volvió a reír.
-¿Por qué no te vas a dormir? Es muy tarde, y los niños se van a dormir a las 10. Además vamos a tratar asuntos de gente mayor – Dijo con maldad Erik.
-¡Soy más mayor que ella! – Dijo Liam señalando a Alana - ¡Gilipollas tengo dos años más! Alana vámonos, no pintamos nada aquí.
Liam cogió de la muñeca a Alana y tiró de ella.
-¡Suéltala! – Gritó Erik alterado mientras abrazaba acaparadoramente a Alana.
-Chicos por favor, parad ya – Dijo desesperada la chica – Liam, vete, no lo estropees más.
-¡Ella no es una cosa que te pertenece! – Le gritó Liam a Erik
Erik se fue a abalanzar contra Liam pero Alana le agarró con dificultad.
-¡BASTA YA! – Gritó la chica - ¡Dejad de ignorarme! ¡He dicho que os estéis quietos!
-Esto ya es algo personal – le dijo Erik a la chica – Alana por favor apártate – añadió alterado.
El chico la apartó de su lado y Alana tropezó con su vestido y cayó.
Liam cerró las manos en puños y su boca formó una fina línea.
-Ni se te ocurra ponerle la mano encima – gritó Liam furioso como nunca lo había estado.
Alana que estaba intentando ponerse en pie escuchó un fuerte golpe, y cuando levantó la cabeza vio a Erik, un poco más atrás de donde se encontraba, con la mano en la mandíbula. En el labio tenía un corte que sangraba. Liam lo vigilaba atentamente en guardia. Estaba respirando fuertemente como si hubiera estado corriendo. Erik le miraba con una expresión asesina en el rostro. El chico escupió  sangre al suelo.
-¿¡Cómo te atreves a pegarme un puñetazo niñato de mierda?! – le acusó Erik muy enfadado. Le temblaba la voz - ¡Te voy a matar!
Liam con su habitual sonrisa prepotente movió el dedo para que se acercara mientras le retaba:
-Ven si te atreves.
Alana no le dio tiempo a reaccionar y cuando se quiso dar cuenta los dos chicos estaban enzarzados en una pelea.
Erik poseído por la furia le hizo un placaje a Liam estampándole contra un árbol y le cogió del cuello de la camisa fuertemente.
-La has cagado chaval – le amenazó Erik – me has cabreado de verdad.
-¡JA! – Rió burlonamente  Liam -  ya tengo una excusa para hacerte polvo – acto seguido le dio un fuerte cabezazo haciendo que Erik le soltara.
Lo único que conseguía  ver Alana eran puñetazos y patadas a toda velocidad. Se notaba que los chicos tenían conocimientos de artes marciales muy avanzados. Tenían una forma parecida de luchar.
-¡Parad! – gritó Alana asustada. El corazón le latía muy rápido ¿Cómo podía pararlos?
Erik le pegó un fuerte puñetazo pero Liam lo esquivó rápidamente con el brazo, éste le devolvió un puñetazo que también fue esquivado. Erik ágilmente se agachó y le propinó una patada en el estómago del otro chico, el cual retrocedió unos cuantos pasos con las manos en el sitio donde le había dado y con cara de dolor.
-¿Qué pasa? ¿Al bebé le ha dolido? – se burló Erik.
-¡No tanto como te va a doler a ti!
Liam velozmente le dio una fuerte patada en el costado pillando desprevenido a Erik quien cayó en la fuente. Se levantó empapado.
-¿Qué está pasando aquí? – Dijo Gun sorprendido, que apareció al lado de Alana.
-Tienes que ayudarme a separarlos – suplicó la chica desesperada – si no hacemos algo se van a matar.
Gun por primera vez serio asintió.
En ese momento Liam y Erik corrían el uno hacia el otro, pero Gun se interpuso en el camino de ambos haciendo que pararan en seco. Aprovechando este momento cogió a Liam y lo apartó un poco.
-¡Suéltame! – Gritó Liam enfadado – voy a matarlo.
Alana pareció reaccionar y corrió hacia Erik quien se acercaba peligrosamente hacia los dos amigos. Le abrazó fuertemente y le suplicó con lágrimas en los ojos:
-Erik, por favor, déjalo ya.
El chico pareció despertar y poco a poco se fue relajando. Finalmente abrazó a Alana cuidadosamente y le dijo
-Vámonos, antes de que me arrepienta.
Se dieron la vuelta y empezaron a alejarse de allí cuando escucharon de fondo:
-¡Esto no va a quedar así! – gritó Liam que seguía intentando soltarse de su amigo.
-Te puedo asegurar que no – dijo Erik en voz tan baja que Alana pensó que se lo había imaginado.
FIN DEL CAPITULO
*Jigglypuff es un tipo de Pokemon super mono (¿Todos sabeis lo que es un Pokemon no?) Buscad la imagen en google =D

5 comentarios:

  1. O_O como se esta poniendo el hambiente ya quiero saver q pasara =S

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  2. xDDDD
    Pues esperate dentro de unos... dos capitulos o así te vas a morir!! =D

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  3. que fueerte!!
    entonces el hermano de Liam es el tipo ese loco que se llama Alan?? @.@

    impresionante capitulo, me hizo gracia lo de los pokemos xD

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  4. Chicas!! grandes capítulos!!!! :D
    la cosa se pone cada vez más interesante ^^
    y un puntazo lo de los pokemon y lo de judo!!! ^^
    unbeso y seguid así!!! :D

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  5. Gracias a las dos!! xDDD
    Si, el hermano de Liam es Alan =D
    Y lo de los pokemons, bueno, creo que se nota la vena tan friki que tenemos xDDDDDDDDDDd
    Un besazo! =D

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