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viernes, 29 de julio de 2011

Capitulo 21 **Crashed** (Chris Daughtry)

………………………………………………………………….. (ALANA)
Tras haberla atado, uno de ellos la había cargado a hombros y se habían internado en el bosque. Alana no paraba de debatirse para que la soltaran, pero no había manera. Las cadenas le oprimían fuertemente, y el secuestrador no la soltaba. La forma en la que la cargaban le recordó el día que en Hollow Castle se había celebrado el baile de máscaras. Liam la había cargado de una manera muy parecida para poder hablar con ella. Deseaba con todas sus fuerzas que Liam estuviera allí en ese momento para poder ayudarla.
-¡¿Quieres parar ya quieta?! Al final tendré que darte una lección para que aprendas a no revolverte tanto y a ser más “mansa”. Como un dulce animalito – Dijo el secuestrador con una voz asquerosamente melosa.
-¡Ni te atrevas a tocarme! Lo lamentarás… - le amenazó la chica revolviéndose con más violencia aun.
El secuestrador, que se lo había tomado como algo personal, la lanzó contra el suelo y se crujió los nudillos mirándola con superioridad.
-Tú te lo has buscado niña. Vas a tener tu merecido.
Otro de los encapuchados se acercó al primero y le puso una mano en el hombro mientras le decía.
-Tranquilo tío, sabes que Alan la quiere con vida.
El hombre rió divertido.
-Y con vida la tendrá, pero eso no quita que me divierta yo un poco con ella. Una belleza como la suya no se puede desperdiciar de esta manera. Venga, todos fuera. Quiero disfrutar a solas con la pequeña florecilla.
Todos los demás se alejaron divertidos, mientras no la mataran, les daba igual lo que hicieran con la prisionera. El único que quedó en el claro fue el encapuchado de antes, que lo miraba fijamente.
-No creo que a Alan le haga demasiada gracia…
-Me da igual lo que quiera ese tipo, ésta preciosidad merece un castigo por haber sido tan mala.
Alana se empezó a temer lo peor, el cariz del asunto empeoraba por momentos. Tenía que hacer algo antes de que aquel tío se pasara de la raya. Como si hubiera sabido que estaba pensando en él, el hombre se dio la vuelta con una sonrisa lasciva, la levantó y la estrechó entre sus brazos.
-Eh tío, en serio, suéltala, te meterás en problemas – El segundo encapuchado seguía empeñado en defenderla.
-¡Eres un pesado! ¡Lárgate ya de una vez! Luego tendrás tu merecido – Se giró de nuevo hacia Alana y fue a darle un baboso beso, pero entonces ocurrió algo que Alana nunca se hubiera esperado.
-¡Te he dicho que la sueltes! – El joven mientras decía esto, le propinó un fuerte puñetazo al hombre, que lo hizo retroceder unos cuantos pasos y soltar a Alana.
-¿Pero que coñ…? – El grandullón seguía muy sorprendido, con la mano en la dolorida mandíbula, pero no le dio tiempo a decir más, porque en seguida el otro joven se le lanzó encima, dándole una potente patada en la entrepierna. El grandullón dolorido se dobló por la mitad y se llevó las manos al sitio dolorido, y el otro aprovechó la ocasión para hacerle una llave de karate que lo dejó desmayado al momento. Se giró hacia Alana que seguía tirada en el suelo, muy asustada. El encapuchado avanzó hacia ella con mucha prisa y la ayudó a levantarse. Luego sacó una pequeña llave y empezó a desencadenarla.
-¿¡Quién eres?! ¡Por qué me estás ayudando!
-¿En serio no me reconoces? – Dijo el joven divertido, y poniendo una voz muy rara.
-¡Claro que no! No sé qué broma es esta, pero no me hace ninguna gracia. Identifícate – Alana dio un paso atrás, no se fiaba de aquél joven.
-Como quieras – dijo el chico encogiéndose de hombros. Y en un rápido movimiento, la atrapó entre sus fuertes brazos y le plantó un beso en los labios. Alana al principió intentó zafarse de él, pero entonces reconoció aquellos dulces y ardientes labios. Inspiró, y reconoció aquel conocido aroma: Regaliz rojo y Menta. Cuando se separaron, la chica exclamó sorprendida:
-¡Liam! ¿Qué estás…?
-Shh… vamos, tenemos que escapar cuanto antes – susurró mientras se quitaba la capucha y dejaba al descubierto sus intensos ojos verdes. La cogió de la mano tirando de ella se internaron en el bosque. De fondo escucharon cómo el grupo de encapuchados habían descubierto su huida y los perseguían. Cada vez se escuchaban los pasos más cerca, por lo que se subieron a un árbol esperando que no los descubrieran.
Agazapados entre las ramas, Alana notaba el corazón del chico. Latía fuertemente, mientras la agarraba por la cintura, protegiéndola en todo momento. Los encapuchados pasaron debajo suya sin detenerse, y siguieron su búsqueda. Cuando se hubieron asegurado de que el peligro había pasado, suspiraron aliviados y bajaron del árbol.
Alana, muy agradecida se lanzó a los brazos del chico, quien la estrechó con fuerza.
……………………………………………………………………………………… (SELENE)
Selene lentamente fue abriendo los ojos. Al principio lo vio todo borroso, las cosas estaban desenfocadas y los colores muy brillantes. Se quedó un rato tendida sin moverse hasta que lo percibió todo con mayor claridad. Fue entonces cuando notó que algo le oprimía la mano con suavidad. Giró confusa la cabeza y vio allí, junto a ella dormido a Gun. El chico dormía profundamente, con la cabeza apoyada la cama. Respiraba suavemente. Selene sonrió divertida. Le observó más detenidamente. Cuando dormía parecía mucho más vulnerable e inocente de lo que era.
A su lado, en otra silla, se hallaba Matt también dormido. Su amigo tenía la cabeza echada hacia atrás, con la boca abierta babeando. La chica no lo pudo evitar y soltó una melodiosa carcajada. Con el ruido Matt dio un fuerte respingo, despertándose sobresaltado. Miró desorientado en todas direcciones hasta que por fin la vio. Cuando lo hizo empezó a gritar como un histérico y se le tiró encima abrazándola desesperadamente.
Gun, con aquel alboroto, se despertó poniéndose en pie de un salto. Al ver despierta a Selene una ancha sonrisa se le dibujó en los labios y le brillaron los ojos.
Selene seguía intentando zafarse de Matt cuando la puerta de la habitación se abrió de par en par.
-¿Qué demonios está pasando aquí?-Preguntó Mousy en el umbral de la puerta.
Al ver a la chica comprendió todo aquel alboroto y también fue a abrazarla feliz de que por fin hubiera despertado. Selene seguía un tanto confusa, ya que no sabía cuantos días había pasado allí, ni qué lo ocurrido durante su “ausencia”. Pero aun así se dejó llevar por el entusiasmo de estar de nuevo con todos sus amigos. Quería disfrutar al máximo de aquel momento… pero entonces se dio cuenta de que faltaba alguien muy especial.
-¿Dónde está  Fly?- Inquirió a Matt.
Todos se quedaron repentinamente serios y miraron para otro sitio.
-Matt, ¿Dónde está Alana? Contesta- le urgió temiéndose lo peor. El chico la miró pesaroso y a regañadientes le contó todo lo que había pasado mientras estaba inconsciente.
-Ay, Chibiyue, no te lo quería decir tan pronto por que acabas de despertar y sigues estando débil…
-Tenemos que salvar a Alana. Ya.- le interrumpió la chica muy seria.
………………………………………………………………. (ALANA)
Los dos avanzaron a paso ligero entre la maleza, intentando hacer el menor ruido posible. Liam andaba grácilmente con la agilidad y el sigilo de un felino. Se notaba que estaba entrenado para misiones de todo tipo. En cambio Alana le seguía torpemente haciendo ruido con sus pisadas. Odiaba no estar a la altura de las circunstancias. Lo único que la conseguía calmar un poco era el hecho de que Liam le tenía cogida de la mano y no la soltaba por nada del mundo. Resultaba un poco extraño, estaban escapando de unos psicópatas que intentaban matarlos, pero la chica sólo podía pensar que Liam le estaba cogiendo de la mano. Sin saber por qué se sonrojó ligeramente.
-¿Qué es lo que hacías vestido de sicario?- le preguntó la joven a Liam. Éste seguía avanzando agazapado delante de ella. Alana se fijó en la suave línea de su espalda y sus fuertes hombros…
-¿Cómo que qué?- Liam se dio la vuelta repentinamente. Alana que seguía caminando se chocó de bruces contra él.  El joven divertido la apartó suavemente.- Pues para evitar que te entregaran a mi hermano el psicópata y que te violaran allí mismo.
-Eso ya lo he deducido yo solita, lo que quería preguntar es cómo demonios me has encontrado tan rápido.
Liam sonrió con suficiencia. La chica se imaginó lo que le iba a contestar.
-Parece mentira que me lo preguntes. Estás hablando con  uno de los mejores cazabrujas del mundo. ¿De verdad creías que no conseguiría seguirte? Además, no te lo tomes a mal, pero hasta un niño pequeño podría seguirte la pista fácilmente.- Terminó con aquella superioridad tan suya.
-Claro, un niño pequeño como tú ¿No?- comentó Alana bromeando.
Liam, conteniéndose, sólo se la quedó mirando con los ojos entrecerrados. La muchacha sonrió poniendo cara de no haber roto un plato en su vida. Aquella sonrisa nunca le fallaba.
-Estoy planteándome seriamente devolverte con esos tíos- Bromeó el chico mientras daba de nuevo la vuelta y continuaba andando.
El bosque estaba muy silencioso y no se escuchaban a los hombres de Alan por ninguna parte. Ya llevaban un buen rato caminando cuando decidieron parar. Liam, suspirando, se repantigó en el suelo apoyando la espalda contra un alto árbol y cerró los ojos. Parecía cansado. Seguramente no había parado hasta encontrar a Alana. A la chica todavía le costaba asimilar el hecho de que el chico fuera tan amable con ella y se preocupara tanto. Habían estado tanto tiempo peleados que resultaba… extraño.
-Gracias por salvarme – susurró la chica tímidamente
Liam abrió los ojos y se le quedó mirando. Se levantó lentamente y se acercó a la chica.
-Tu habrías hecho lo mismo por mí – Seguía mirándole a los ojos intensamente. Alana miraba hacia otro lado avergonzada.
-Haría lo mismo por cualquiera que me importe – La chica se sentía realmente nerviosa y no entendía por qué. Tener a Liam tan cerca… El chico dio un paso hacia delante y se le acercó más.
-¿Y cuanto es lo que te importo? – Liam acarició dulcemente la mejilla de la chica
-Liam… por favor… - susurró Alana, intentando casi sin fuerzas apartarse. Tenerlo cerca hacía que no pudiera pensar con claridad. Liam sonrió con su ya típica media sonrisa.
-¿Acaso te pongo nerviosa? – Se le acercó un poco más. Alana negó débilmente con la cabeza.
-¿No? – susurró levantando una ceja. Le dio un beso en la mejilla - ¿Y ahora?
Alana cerró los ojos mientras volvía a negar con la cabeza débilmente. Tenía que controlarse. No podía estar tan nerviosa. El corazón le latía a mil por hora. El chico volvió a besarla muy cerca de los labios.
-¿Todavía nada?
Alana sentía al chico muy cerca de ella. Su respiración, el roce sus labios, el latir de sus corazones. Iban acompasados. Ese era su momento y de nadie más.
Liam por fin rozó sus labios suavemente. Alana sintió como un dulce escalofrío le recorría toda la espalda. Quería detener aquel momento, que durara toda la vida. Sin pensarlo entrelazó sus brazos al cuello del chico y hundió sus manos en su pelo. Liam le agarró por la cintura y la acercó a él aún más. La calidez de aquél beso impregnaba el ambiente.
Aquél beso no había sido como el anterior. Éste era mucho más tierno, más natural, más… mágico.
Pequeñas luciérnagas volaban alrededor de ellos, y un viento travieso les revolvía los pelos juguetón. A lo lejos se escucharon explosiones y varios petardos. Un gato montés salvaje salió de la espesura del bosque aterrorizado y bufando. Alana se separó un poco dando un pequeño respingo. Liam bajó la cabeza, desalentado y pensó:
-“Ya nos han cortado el rollo”
El extraño gato de ojos casi negros se quedó mirando a Alana, parecía divertido. Luego se volvió a perder en la espesura del bosque.
Alana empezó a reír sin poder contenerse, todo aquello era realmente extraño. Liam también empezó a reír. Finalmente se fundieron en un abrazo. Liam la tomó de la mano y se dirigió hacia dónde había un gran árbol caído con intención de sentarse. Alana suspiró. A pesar de todo, no podía olvidar a Erik, él… Volvió a suspirar.
-Liam… Yo… - Empezó nerviosa Alana – Erik…
Liam se giró y se le quedó mirando:
-Por favor… Aunque sea por ésta noche… Solo por un día – Pidió el chico suplicante.
Alana lo miró a los ojos. Los tenía brillantes y la miraban con un gran anhelo. Sintió una punzada muy fuerte en el pecho. Amaba a Erik, pero también sentía algo muy fuerte por Liam. Aquel era chico con el que había crecido. Con un suspiro se rindió. Ya estaba harta de decirle no a Liam, no podía engañarse a sí misma. Se dejó arrastrar por el joven y acabó sentada sobre las piernas de él, muy cerca. Liam cogió su rostro tiernamente y la acercó hacia él. En cuanto sus labios volvieron a unirse una descarga eléctrica sacudió entera a Alana.
Liam comenzó a besarla con mayor intensidad, sin dejarla siquiera respirar. Alana dejó descansar sus manos en el torso del chico, agarrando fuertemente su camiseta. Liam deslizó sus manos hacia la parte más baja de la espalda de la chica y clavó sus dedos en su piel. Alana dejó escapar un sorprendido jadeo cuando los labios de él descendieron acariciando suavemente su cuello. La cabeza le daba cada vez más vueltas y ya ni siquiera sabía dónde se encontraba. Lo único que sentía era a Liam. No quería que aquello acabara nunca.
Sintió rabia, porque durante todos aquellos años los dos habían estado enamorados el uno del otro y por mal entendidos y por terceras personas habían estado demasiado distanciados. Pensó entonces cuan distinta hubiera sido su vida si no se hubieran separado. En el pasado se juró a si misma que nunca más sentiría nada por Liam, pero no pudo cumplir la promesa. No se puede evitar querer a alguien.
“El amor de Erik era como un pequeño y apacible río, dónde el agua fluía débilmente, mientras que el de Liam se asemejaba a un gran torrente, que arrasaba todo a su paso y con el que no podía luchar.”**
Liam por un momento paró de besarla y clavó sus grandes ojos color verde esmeralda en Alana. Ella le devolvió la mirada con ternura y le acercó de nueva la cara uniendo sus labios.
Tendría que tomar una difícil decisión. Alana tendría que elegir.
……………………………………………………………. (MATT)
-¡Gun! – Regañó Matt enfadado – ¡Ya has descubierto nuestra posición!
Gun, tirado en el suelo, intentaba desenredarse del montón de plantas en el que se encontraba.  Mousy a su lado, también peleaba por desenredar a Selene de las plantas.
-¡No lo he hecho queriendo! Simplemente me tropecé y… - Se defendió Gun un tanto molesto
-Y me llevaste a mí por delante – Selene muy roja, despeinada y con un pequeño corte en la mejilla se levantaba con ayuda de Mousy.
-Acaso no os avisé de que tuvierais mucho cuidado con las roplukas explosivas. Y más con el fuego mágico que había producido Selene. Si no se han enterado a un kilómetro a la redonda de que estamos aquí es que están sordos – señaló Matt mirando inquieto los alrededores por si alguien se acercaba a atacarlos. Las roplukas explosivas eran frutos que caían de unos árboles llamados roplukos, los frutos no se podían comer, pero si eran muy útiles para sustituir a los petardos. Si entraban en contacto con fuego éstos explotaban al instante.
-Como siempre liándola – comentó Ashley, que había hablado muy poco desde la marcha de Liam – Si hubiera medallas para el más inútil y patoso seguramente te darían la de oro, friki.
Gun se volvió hacia ella molesto. Iba a contestarle cuando Selene los calló
-Shh – Se adelantó varios pasos y se quedó mirando a la oscuridad que había entre los árboles – Estoy notando una presencia.
Gun sofocó una carcajada. Otra vez volvía a estar de buen humor.
-¿Quién crees que eres? ¿Sakura Cazadora de Cartas*? – Se burló mientras se desternillaba
-Eres un idiota.- contestó Selene sacándole la lengua, y añadió- Yo no soy tan pava. Andando- les dijo a los otros.
Avanzaron un buen trecho caminando apresuradamente. Esta vez no les importó hacer ruido, porque seguramente el bosque entero se había percatado de que estaban allí.
-¿Me puedes explicar otra vez como vamos a encontrar a Liam y a Alana? – Preguntó malhumorada Ashley. Los bosques la ponían de peor humor aún.
-Simplemente lo sabré – Comentó Selene llevándose un dedo a sus tres estrellitas que tenía debajo del ojo – Así que cierra la boca. Los magos sabemos cómo localizarnos entre nosotros.
Matt que iba unos pasos más para atrás, junto a Mousy se le quedó mirando preocupado.
-Yo no…
-Podrían estar a cientos de kilómetros enana – Ashley parecía realmente molesta – ¿Cómo puedes notarlo? Que yo sepa, los brujos no sois radares con patas
-Déjame trabajar tranquila, pesada – Respondió Selene medio ausente.
Cada vez estaba más oscuro a medida que se internaba. Por suerte Mousy, tan precavido como siempre, sacó de su mochila unas cuantas linternas. Selene y Matt podrían alumbrar con fuego mágico el camino, pero podría repetirse la escena de antes… y eso no les convenía en aquella situación.
Siguieron avanzando un buen tramo hasta que sus piernas ya no le respondían, por lo que montaron el campamento y pasaron la noche al aire libre. A la mañana siguiente partieron muy temprano con mucha prisa.
Estaban avanzando aburridos cuando sin previo aviso Selene se quedó clavada en el suelo. Los demás se detuvieron para mirarla. La chica cerró los ojos e inspiró profundamente. Con una voz un tanto rasgada, que no parecía la suya habló:
-Allí, están justo allí – Dijo señalando a un punto exacto entre unos árboles.
Todo el grupo guardó silencio .Estaban muy sorprendidos. Gun fue el primero en hablar:
-¿Pero cómo has podido saberlo si no se ve nada?
Selene se les quedó mirando fijamente, parecía un poco asustada. Matt que había sido el primero en reaccionar y acercarse hacia dónde señalaba Selene empezó a gritar de alegría.
-¡Están aquí! ¡Están aquí! ¡Alana y Liam están bien!
-Veo que más que bien – Comentó Mousy divertido.
En el pequeño claro se encontraban ambos, acurrucados en un rincón, dormidos. Estaban abrazados y parecían muy felices.
El resto corrieron hacía donde estaban animados por volver a estar de nuevo todos juntos, como al principio, como debía ser.

FIN DEL CAPITULO
*Sakura cazadora de cartas: Es una serie de anime y manga en la que la protagonista, llamada  Sakura, tiene que recuperar todas las cartas de Clow. Seguramente que todos lo habréis visto u oído hablar de ella.
** Ésta parte es influencia de nuestro querido profesor de Lengua. Se la dedicamos a él =D

martes, 26 de julio de 2011

Capítulo 20 **Whispers in the dark** (skillet)

……………………………………………………………. (MATT)
-Se ha ido – Declaró Liam dándose la vuelta para mirar a sus compañeros. Su expresión era una mezcla de incredulidad y miedo.
-Pero eso es imposible, ¿Cómo ha salido…?-Comentó Matt contrariado, pero después  vio la ventana abierta y lo entendió todo-  ¡Ha salido por la ventana! Debería haberlo previsto.-se dijo mientras se llevaba una mano a la cabeza.
- Esto no es nada bueno ¿verdad?- comentó Gun asomándose por la ventana y mirando a fuera por si la veía, pero Matt sabía que Alana ya estaría lejos de allí.
-No, no lo es- contestó Liam frustrado mientras se apartaba el pelo de la cara con impaciencia. ¿No lo entendéis? Ha ido a por Alan, ¡Ella sola!
-A esta mujer no se la puede dejar sola ni un segundo.- Refunfuñó Matt.
- ¿Qué pasa aquí?- Mousy entró en la habitación tímidamente.
-Que Alana ha volado, eso es lo que pasa, literalmente.-explicó Gun.
Mousy sin comprender miró a Matt para que le aclarara lo que había querido decir. Matt le explicó rápidamente lo que había ocurrido mientras echaba nerviosas ojeadas a Liam, que no paraba de dar vueltas por la habitación. Conocía poco al chico, pero sabía por su expresión lo que estaba a punto de hacer.
-No podemos dejar que se enfrente ella sola a Alan. ¡Va a matarla! ¡Es un suicidio! – Liam se estaba poniendo cada vez más nervioso.
-¿Y qué podemos hacer? Seguramente ya nos saca una buena ventaja… Además, Selene… - Explicó Gun preocupado
-¡Olvídate por un momento de Selene, por favor Gun! ¡Ahora mismo la que está en peligro de muerte es Alana! – Explotó Liam. Gun lo miró un poco avergonzado.
El chico miró a todos los presentes  en la habitación para ver si alguien lo apoyaba y le daba alguna respuesta. Matt quería ir tras Alana, pero también quería quedarse con Selene por si despertaba. No sabía qué hacer ni qué contestar y también se quedó en silencio dándole vueltas a lo que debería hacer. Liam, con la paciencia agotada, salió de la habitación hecho una furia. Al darse la vuelta y dirigirse hacia la puerta, el pelo se le revolvió dejándole a la vista un tatuaje redondo en la nuca. Tenía una estrella invertida, con una serpiente enroscada a ella y que sostenía con la cola una especie de flor. Se escuchó un fuerte portazo. Liam había desaparecido. Matt se temió lo peor, pero aunque fuera tras él no lograría hacerlo entrar en razón y lo sabía. Ni sus  amigos se molestaron en ir tras él, sabían que era imposible. Demasiado cabezota, como Alana.

………………………………………………………………………………………. (LIAM)
No acababa de creer que ninguno de sus amigos fuera a ayudarlo. Aunque realmente no le importaba, la salvaría él solo. Ya le daba igual todo el plan, lo echaría todo a perder. Alana era mucho más importante que cualquier otra cosa.
Al girar una esquina se chocó contra alguien y cayeron los dos al suelo.
-¡Ay! Liam, ten más cuidado. Me voy a romper una uña si no – Ashley había caído justo encima suyo, a escasos metros de su cara. Parecía estar muy cómoda.
-Ash, quita de encima, no es momento para bromas – Liam, nervioso intentó quitársela de encima. No tenía tiempo para jueguecitos estúpidos.
-¿Por qué? Bien que te gustaba que Alana estuviera cerquita tuya ¿no…?
-Ashley, en serio, ¡quita de encima! – Liam se estaba empezando a desesperar. Ashley lo tenía agarrado y no le dejaba moverse.
- ¿por qué ella y no yo? A ver dime. Nunca lo entendí, pero ya da igual. Pienso hacerte ver que yo valgo mucho más que ella.
-Ashley, ¿qué diablos vas a…?
La chica, lo apretó más fuerte y le se acercó aún más.
-Voy a hacer que te olvides completamente de esa estúpida… - Dijo en un susurro.
Liam estaba completamente desorientado, ¿Qué era lo que pretendía Ashley? Él lo único que quería era salvar a Alana. Y ahora mismo estaba perdiendo un tiempo muy preciado.  Sin previo aviso Ashley se le arrojó al cuello y empezó a besarlo con desenfreno. Liam sorprendido le dio un empujón y consiguió quitársela de encima. La chica retrocedió precipitadamente y se le quedó mirando.
-En serio Ash, tengo prisa.
Y dicho esto el chico se marchó, dejándola allí clavada, y mirándole estupefacta. Al momento pareció volver a reaccionar y le dirigió una mirada asesina:
-¡Liam Blackborn! ¡Vuelve aquí! ¡Esto no va a quedar así!
El chico sin molestarse en volver la vista atrás, cruzó como alma que lleva el diablo la salida del edificio del gobierno en pos de Alana. La salvaría como fuera.
……………………………………………………………………………… (ALANA)
La chica volvió a entrar en el bosque, tendría que atravesarlo si quería volver a Bänon para que Alan la encontrara, y de paso, volver a reencontrarse con Erik. Le gustaría poder pedirle disculpas y dejar las cosas claras de una vez, aunque ni ella misma lo tenía claro. Pero en ese momento le daba igual, ya lo pensaría por el camino, ahora su misión era encontrar a Alan, o mejor, que él la encontrara a ella. Avanzó decidida entre los árboles con decisión, ahora tardaría menos en llegar a Bänon, ya que ésta vez viajaba ella sola y no tendría que hacer tantas paradas. Nunca pensó que volver al bosque le alegrara tanto, después de varios días encerrada y torturada, el bosque le parecía el mismísimo cielo. Podía contemplar el cielo azul, bañarse en el rio, escuchar los cantos de los pájaros y el murmullo del viento… Le entraron ganas de quedarse a vivir allí, estaba tan lejos de la gente, era tan fácil olvidar las cosas con ese paisaje. Pero no podía perder el tiempo allí.
Pasó varios días en el bosque, por el día caminaba y caminaba, solo paraba para comer. Por la noche, montaba el campamento, cenaba y se entrenaba un rato para no perder la práctica con sus dos cimitarras. Luego, cansada, iba al río a darse un revitalizante baño y para nadar.
Aquella noche estaba especialmente pensativa, por lo que hizo aparecer un cuaderno y un lápiz, y en vez de tirarse toda la noche pensando, lo plasmó todo sobre el papel. Decidió escribir toda su historia, desde el principio. Tenía que desahogarse de alguna manera. Miró el papel en blanco un momento pensativa, y acto seguido empezó a escribir. De noche el único ruido que se escuchaba a parte de un búho, era el rasgar de su lápiz.
“Vivo en Bänon, un pueblo en mitad de la nada, en donde todos se conocen. En este pueblo viven tanto brujos como humanos, aunque los humanos no conocen la existencia de éstos seres mágicos.
Nunca pensé que llegaría a vivir esta aventura, pero estoy aquí, en mitad de un bosque, viva, después de todo lo ocurrido.
Mi nombre es Alana,  y esta es mi historia…”
…………………………………………………………………………………. (LIAM)
A pesar de que el chico tenía bastante paciencia, empezaba a desesperarse. Llevaba varios días tras la pista de Alana, y lo único que encontraba eran pequeñas pistas que no lo conducían a ninguna parte. Además, gracias a aquellas pistas había descubierto que los hombres de Alan no andaban lejos…
Se agachó en mitad de un claro y tocó los restos de una hoguera que había en el centro. El carbón todavía estaba caliente, no hacía mucho tiempo que alguien había acampado allí o que el fuego fuera mágico, y tardara varios días en apagarse. En cualquier caso era una buena señal.
También estaba un poco preocupado por sus amigos… Se había ido sin más, sin despedirse de nadie. No sabía que había pasado con la dormida Selene, ni tampoco con Ashley… aunque aquello no fuera tan importante como lo que ahora mismo tenía entre manos, no dejaba de preocuparle. Siempre había sabido que Ashley se sentía atraído por él, pero nunca le había dado demasiada importancia hasta el otro día. Siempre le había seguido un poco el juego y había tonteado un poco con ella, pero igual que con otras chicas. Aquello no quería decir nada, y Ashley no debería haberlo malinterpretado.
Siguió caminando a paso ligero, haber encontrado aquel fuego todavía sin apagar le había dado esperanzas de encontrar a alguien, aunque también cabía la posibilidad de que no fuera de Alana. Podría ser de Alan, y si se lo llegaba a encontrar… no vacilaría en ponerlo en su lugar. Liam sin ser consciente sonrió peligrosamente, deseando encontrárselo pronto.
……………………………………………………………………………………. (ALANA)
Llevaba ya un rato nadando en el lago. Hacía mucho que no se sentía tan liberada nadando. Mejor dicho, hacía mucho que no nadaba. Todos aquellos acontecimientos, las prematuras muertes y demás no la había dejado mucho tiempo para poder disfrutar de su tiempo libre. Había olvidado aquella sensación del agua fría resbalando por su piel, además cuando se sumergía en el agua y buceaba, era como si se encontrara en otro mundo distinto, aislada de todo lo demás. No había ruido, no había nada. Se sentía en paz y tranquilidad. Como una pequeña sirena.  Un pequeño grupo de peces pasó por su lado, rozando su pierna y haciéndole cosquillas. La chica sonrió divertida mientras observaba los plateados animales alrededor de ella. Acto seguido se puso a jugar con el agua haciendo fantásticas formas. Delfines, estrellas, lunas…
De fondo se escuchó un ruido de pasos, todas las formas que flotaban en el aire cayeron desvanecidas. Alana giró la cabeza sorprendida, no había nadie cerca de la orilla. Salió del agua rápidamente, temerosa de que fuera Alan y se envolvió en una toalla, cuando estaba a punto de volver al campamento oyó como alguien le hablaba desde su espalda.
-Veo que no has perdido tus hábitos de bañarte por la noche… Fly
La chica se giró sobresaltada, no había escuchado a nadie acercarse. Al volverse vio una figura muy cerca de ella. La oscuridad tapaba su rostro pero aun así le resultaba muy familiar…
Aquella figura delgada y alta… Aquellos ojos marrones casi negros… aquella sonrisa tan enigmática con esos labios carnosos…
-¡Tay! – exclamó la chica sorprendida apartándose de él. Luego se le quedó mirando fijamente, Tay había cambiado mucho desde la última vez que lo había visto.
Ella recordaba al rechoncho y moreno Tay, con su cortito pelo marrón y sus estrictas gafas… Pero el Tay que se encontraba delante de ella no se parecía apenas al que había conocido. Había crecido, era bastante más alto. Había adelgazado mucho y su pelo ya no lo llevaba cortito, sino una corta melena descuidada. Se había quitado las gafas, resaltando sus oscuros ojos, que ahora estaban adornados con profundas ojeras. La chica siempre había pensado que Tay tenía unos ojos pequeños, pero al verlo sin gafas, se había dado cuenta de que los tenía bastante grandes, los cristales de las gafas era lo que le achicaban los ojos.  Le miraba intensamente con una media sonrisa en los labios.
-Me sorprende verte en este lugar, tan sola. Cualquiera podría llegar y hacerte daño. – comentó mientras alargaba la mano  y rozaba suavemente su mejilla
Alana que seguía muy sorprendida solo  consiguió contestar tan fríamente como pudo:
-Sí, cualquiera como tu ¿No?
Tay rio suavemente mientras jugueteaba con un húmedo mechón de pelo de la chica. Alana se apartó un poco asustada. Realmente había cambiado mucho su antiguo amigo.
-No te confundas, yo no soy el que quiere hacerte daño.- Le contestó un poco más serio. Dio un paso para acercarse más a la joven.
Alana, para compensar dio otro paso hacia atrás quedando a la misma distancia de un principio. Había algo en él, a parte de su apariencia, que le resultaba terriblemente inquietante y no sabía el qué. Se le pusieron los pelos de punta, y no precisamente porque llevara solo una toalla envuelta en el cuerpo. Tay pareció notarlo.
-Lo sé, no soy el mismo. Ahora tengo mucho más poder que antes y lo estás notando en este momento. Si quisieras luchar contra mí no podrías conmigo, tengo más fuerza además de mucho más atractivo que antes – Dijo volviendo a sonreír y guiñándole un ojo.
-¿A qué juegas Tayson? ¿Qué es lo que quieres de mí? Si piensas entregarme a Alan, adelante, es lo que estoy buscando. – Dijo Alana decidida y dando un paso adelante. Tay parecía extrañamente feliz
-Simplemente me apetecía hablar con una vieja amiga…
-Déjate de tonterías y entrégame de una vez, no tengo tiempo para jueguecitos estúpidos. Puede que tu hayas cambiado… pero yo también, y mucho.
De repente Tay se puso serió, sus ojos transmitían cierto aire de peligro.
-¿Acaso crees que Alan es el más fuerte de nosotros? ¿Qué tienes derecho a subestimarnos a los demás por no haber montado una guerra en Hollow Castle y haber matado a tu abuela?
Alana al oír aquello se le heló la sangre y no fue capaz de decir nada, solo podía mirarle fijamente esperando que todo aquello acabara rápido.
-Alan no es el que más poder tiene dentro de nuestra organización, más bien al contrario. También está el superior de Alan, alfa, que supera con creces al engreído de Blackborn, y pronto, yo lo superaré. Seré el más poderoso de todos y nadie podrá pararme.
-¿Y por qué me cuentas todo esto a mí? Se supone que me queréis liquidar.
Tay volvió a sonreír
-Esto es solo un aviso. Estate preparada, porque Alan es el menor de tus problemas. Recuerda mis palabras.
El chico, le dio un suave beso en la frente que dejó a Alana helada, y con una última mirada profunda, se convirtió en una pequeña luciérnaga, y se fue volando bosque adentro. Su luz se perdió se perdió entre toda aquella oscuridad, como le había pasado al verdadero Tay.
…………………………………………………………………………… (TAY)
Tay cruzó la linde del bosque y llegó a una zona montañosa cerca de Bänon. Al estar a más altura de la habitual hacía más frio allí que en tierra y una densa niebla cubría todo evitando la visibilidad. Aun así Tay notó la presencia de Alan muy cerca. Antes no lo habría notado, pero ahora que su poder había aumentado grandiosamente, su marca detectaba cualquier persona con un mínimo de poder. Se frotó su marca en forma de ojo que tenía debajo de la oreja, en el lateral del cuello.
-¿Dónde demonios te habías metido?, hemos hecho una reunión y tú no has estado. – Le inquirió Alan malhumorado
-Por ahí, dando una vuelta – Respondió aburrido.
-No me tomes por idiota, sé muy bien dónde has estado- habló mordazmente el cazabrujas a una peligrosa distancia de Tay y cogiéndole por el cuello de la camisa. Tay con un simple movimiento se soltó de las garras de Alan.
-¿Entonces para qué preguntas estúpido? – Se mofó Tay sonriendo también peligrosamente.
-Cuidado con lo que dices, sigo siendo tu superior y puedo hacer contigo lo que me dé la gana. No sé qué es lo que pretendías  yendo a ver a Alana y revelándole información acerca de nosotros.
-No le he dicho nada que ella ya no supiera- dio media vuelta, acercándose al borde del acantilado e intentando ver algo a través de aquella intensa niebla. No lo consiguió. Entrecerró los ojos, frustrado y volvió a mirar a Alan.- De todas formas, tampoco importa mucho. Vas a matarla muy pronto.
Realmente Tay dudaba de todo lo que estaba diciendo, el no permitiría que la matara, jugaba una papel muy importante dentro de sus planes. Solo lo hacía para seguirle el juego a Alan.
-Bueno, ¿Y qué es lo que se ha hablado en esa reunión tan “importante”?
Alan se le quedó mirando como si sospechara de sus intenciones, pero cedió y le informó:
-Pues que el plan va sobre ruedas, ya estamos en la última fase. Sólo nos queda que delta cumpla con su parte del plan, y tendremos a Alana justo dónde la queremos. Entonces entraré yo, y por fin la podré quitar de en medio – sonrió satisfecho
…………………………………………………………………………………………….. (ALANA)
Alana seguía sorprendida por la extraña visita de Tay. Le había impactado mucho volver a verlo, además, estaba tan cambiado…
Estaba sentada delante del fuego, con sus pantalones cortos, su camiseta negra de tirantes y sus ya muy familiares botas negras con cordones. El cálido fuego secaba su largo pelo lentamente. No dejaba de pensar en sus cosas: Selene, Liam, Erik, todos sus amigos en general. Nunca le había gustado la soledad. Antes la sabía sobrellevar ya que pasaba los largos días en casa de los Blackborn, sin amigos, pero ahora que se había acostumbrado a tenerlos cerca, no se hacía a la idea de estar completamente sola. Aunque lo veía mejor, así nadie saldría herido por su culpa.
Repentinamente algo pasó muy cerca de su cabeza y se clavó en un árbol cercano. Alana se giró sorprendida, pero no le dio tiempo a reaccionar, ya que en ese momento entraron un grupo de encapuchados en el claro. La rodearon. Alana se levantó súbitamente e hizo aparecer sus dos cimitarras dispuesta a defenderse. Todos la atacaron a la vez, ella concentrándose y recordando las enseñanzas de Selene, dio un gran salto que la elevó tres metros sobre los hombres de Alan, y desde arriba lanzó incandescentes llamas hacia los atacantes. Algunas dieron en el blanco y los hombres empezaron a arder entre gritos desesperados. Otros se retiraron a tiempo y la volvieron a atacar. Alana maldijo en voz alta. Seguían siendo demasiados para ella sola. El encapuchado más rápido llegó hasta ella y se lanzó con una envestida.  La joven se retiró a tiempo y el atacante acabó estrellándose contra un robusto árbol, pero no tenía tiempo de ver si el golpe lo dejaba inconsciente, porque los demás se le echaron encima. Alana atacaba y esquivaba como podía, pero no era suficiente.
El enemigo le lanzó una estocada que esquivó, pero al mismo tiempo otro le dio un fuerte golpe en la pierna. Alana cayó al suelo estrepitosamente. Intentó ponerse de pie de nuevo sin perder el tiempo pero uno de los hombres la inmovilizó pisándole el estómago.
-Con que tú eres la famosa brujita escurridiza. – Rió uno de los secuaces de Alan.- Eres demasiado bonita para morir aquí. Tu muerte será más… “dolorosa” – Entonces se giró y le dijo a uno de sus compañeros - ¡Átala! La llevaremos ante Alan. Dijo que la quería viva.
-Realmente, me compadezco de ti. No me gustaría sufrir tanto como lo harás tú – Dijo otro encapuchado con una sonrisa maníaca.
Alana furiosa, les escupió en la cara. No iba a morir sin pelear antes.

FIN DEL CAPITULO

viernes, 22 de julio de 2011

Capitulo 19 **The kill** (30 Seconds to Mars)

……………………………………………………………….. (GUN)
-No – Dijo Alana muy seria – Eso no es verdad – La chica no se lo acababa de creer. Miró desesperada a las caras de todos los que estaban allí presentes mientras se acercaba despacio a Selene, se agachaba a su lado y le cogía la mano:
-Selene… Selene… ¡Selene!... ¡SELENE! – Alana zarandeaba a la dormida Selene - ¡Despierta por favor!
Gun, que miraba la escena apenado, recordó que cuando se enteró de que Selene tal vez no despertaría había pasado algo parecido a la reacción de la chica. Matt, Erik y Liam tuvieron que coger a Alana para calmarla, pero la chica seguía debatiéndose.
-Creo que debería salir a tomar un poco el aire- Opinó Gun.
-No – negó rotundamente la chica – De aquí no me muevo hasta que despierte…
-Siento molestaros chicos… - carraspeó Shawn incómodamente – Tengo malas noticias que daros… sobre todo a ti Alana
Shawn miró a todos con cara de disculpa y dijo:
-Alana, como ya te habrás enterado, la situación de nuestro gobierno ha cambiado…
-Si, no hace falta que me lo repitas más veces – Dijo Alana malhumorada
-Mis superiores me han instado a que te comunique que antes de mañana tendrás que abandonar el gobierno… Ya no podemos ofrecerte protección.
Todos se quedaron en silencio, mirando sorprendidos a Shawn
-Pero… - Dijo Matt confuso
-No hay peros que valgan, tenemos que salir de aquí cuanto antes – Urgió Erik cogiendo a Alana del brazo y llevándola hacia la puerta
-¿A dónde crees que vas? Estoy hay que solucionarlo, tenemos que hacer algo… - intervino Liam
-Ya has visto como la ha tratado tu gobierno – Escupió Erik indignado- No vamos a depender de nadie más, nos vamos y punto.
-Ala…- suspiró Liam como fuera a decir algo a la chica, pero después mirando fijamente a Erik dijo- Erik, no seas tan cabezota
Erik se puso delante de Alana y se enfrentó a Liam. Gun también dio un paso hacia delante preparado por si se liaban a puñetazos de nuevo. Había demasiada tensión.
-Yo soy su novio, por mucho que te esfuerces por ignorarlo.
-Pues no lo parecías cuando… - Liam volvió la mirada hacia Alana, que seguía afectada. Después apartó la vista un poco avergonzado – Olvídalo, da igual…
-No, sigue- Empezó Erik alzando cada vez más la voz y mirando a Liam con odio- ¿Cuándo aprovechando que yo iba a por leña con Ashley en el bosque, te besuqueabas con MI novia…?
Liam se le quedó mirando muy sorprendido, Alana que por fin reaccionó se dio media vuelta y miró a Erik sorprendida y con culpabilidad.  Abrió la boca para decir algo pero Erik no la dejó.
-¿Acaso me habéis visto la cara de idiota o qué?- rugió el chico rojo de ira.
- Pues mira tú, te vi la cara de idiota desde el primer día…- pinchó el cazabrujas.
-Parad de una vez- los cortó Gun perdiendo la paciencia- Dejad esos asuntos para después, ahora hay que centrarse en Selene. No nos podemos ir de aquí sin ella.
Todos empezaron a hablar a la vez formando un alboroto. Liam y Erik seguían gritándose mientras Alana los miraba preocupada, Matt y Mousy decían su opinión en voz alta y Ashley y Shawn miraban la escena un tanto aburridas.
Gun observaba la escena exasperado. Estaba pensando seriamente coger a Selene y llevársela de allí.
-Tenemos que hablar- oyó decir a Erik. Se dirigía a Alana.
La chica, todavía ida sólo asintió. El chico le cogió de la mano y  se dirigieron hacia la puerta, dando un gran portazo al salir.
……………………………………………………………………………………………….. (ALANA)
Salieron del edificio y se dirigieron a un callejón cercano. Erik se puso frente a ella mirándole seriamente. Aquello, pensó Alana, no tenía muy buena pinta. Todavía no se había recuperado de las torturas y de lo de Selene. Y ahora le pasaba aquello. Estaba muy cansada y no tenía ganas de hablar con nadie, pero había que solucionarlo. Se había metido en ese lio ella solita y tendría que salir como fuera.  ¿Cómo podía haber cambiado tanto su vida en tan poco tiempo?  Miró a su novio. Él le devolvió la mirada. En sus ojos vio mucha tristeza, pero sobre todo, una gran decepción. Alana no podía soportar ver sufrir así a Erik y sin embargo había sido ella la causante de todo. Realmente era un monstruo.
-Erik yo… - Dijo Alana un tanto apenada
-Da igual lo que ocurriera – Dijo el chico cogiéndole de la mano – Lo importante ahora es ponerte a salvo. Luego ya aclararemos las cosas…
-Pero… - A Alana se le llenaron los ojos de lágrimas – Yo…
Erik alargó la mano y le secó una solitaria lágrima que corría por la mejilla de la chica
-No te voy a negar… que estoy dolido. No me esperaba esto de ti… - El chico inspirando profundamente cerró los ojos – Pero me es más importante tu vida. Tú eres lo más importante
Alana lo abrazó agradecida. No podía creer que Erik fuera tan bueno con ella, cualquier otro ya la hubiera dejado, y no se hubiera preocupado por ella.
-Pero Gun tenía razón… no podemos dejar a Selene así, sin más…
-¿Es que no te das cuenta de lo que pretenden? – Repentinamente Erik se había vuelto a alterar.
-Ahora mismo no están preocupados por ti, sino por Selene. Ahora mismo es a ella a quien van a proteger y quizás tú también quieras protegerla, lo entiendo, es tu amiga, pero tienes que entender que tú también estás en peligro, y mi prioridad eres tú. Por eso si ellos no quieren irse, lo haremos nosotros dos, solos… No quiero estar más tiempo en éste lugar, quiero regresar a Bänon cuanto antes, estos es una pérdida de tiempo.
-Erik, no me voy a ir sin ellos. Nos los voy a abandonar aquí…
-¿No ves que sólo son una carga? – Dijo exasperado Erik – Solo conseguirán retrasarte y que te maten.
-Me da igual morir, no voy a abandonarlos…
-¡Pues a mí sí que me importa! Y no pienso exponerte más. Así que vamos, andando. Nos vamos de aquí. – Cogió de la muñeca a Alana y tiró de ella para llevársela.
-¡Suéltame! ¿Cómo te atreves a…? – Alana empezaba a asustarse un poco.
-¡A que! ¡A querer protegerte!
-Forzándome a irme no me ayudarás en nada…
-Alana, deja de jugar conmigo. Mírame, me estás matando con tus indecisiones. Yo lo único que quiero es a ti, tu amor. Es la última vez que lo digo. Vámonos, tú eliges… O ellos o yo – Erik le tendió una mano temblorosa.
La chica se lo quedó mirando fijamente, Erik la miraba a los ojos muy intensamente. ¿Realmente sería capaz de irse con él y dejarlos a todos así, destrozados por lo de Selene…? ¿Sería capaz de abandonar a… a Liam para irse con Erik? ¿Por qué tenía que obligarla a elegir, porque no se podían ir todos juntos?  Inconscientemente la chica se alejó un poco de él.
-¡Cómo puedes pedirme que los deje así! ¡Qué pasaría si despertara Selene y no me viera allí, junto a ella! Sería como si la hubiera abandonado cuando realmente me necesitaba – la chica meneó negativamente la cabeza – No, no puedo irme. No sin…
Erik se dio la vuelta medió sonriendo irónicamente, una ventisca de aire vino y le apartó los pelos del cuello. Allí había una marca… Una especie de tatuaje medio borrado… Qué raro… Nunca se había fijado que tenía un tatuaje ahí.
-¿Liam? – Cortó Erik decepcionado volviendo a mirarla.
-Yo no… - Alana tragó saliva intentando excusarse.
Erik suspiró:
-Alana… Me rindo… De acuerdo, quédate aquí si eso es lo que quieres. Pero yo me voy. – Dio media vuelta para irse pero en el último momento se giró y añadió – Si cambias de idea, estaré en Bänon, esperándote, si todavía te importo… Si todavía me quieres…
Erik se dio definitivamente la vuelta y se marchó, por mucho que Alana lo llamaba gritando el chico no se volvía, había tomado una decisión y no cambiaría de idea. La chica sintió que su corazón se partía en dos: una parte siempre estaría con Erik y la otra con sus amigos, con Liam.
Alana tomó el camino de vuelta y volvió a la habitación donde se encontraba Selene. Al entrar todo seguía igual que cuando se había ido: Todos sus amigos, sentados alrededor de la cama de Selene y con cara de preocupación.  Liam, nada más entrar ella, se le quedó mirando fijamente, arrepentido.
-¿Dónde está? – Preguntó poniéndose de pie.
-Se ha ido. – Dijo solamente
-¿Cómo que se ha ido…? ¿Dónde? – Preguntó Ashley con urgencia
-Eso no es asunto tuyo – Cortó Alana – Simplemente se ha ido para no volver…
Cruzó la habitación decidida y se colocó junto a Selene. Miró a todos los allí presentes y soltó:
-Quiero quedarme a solas con Selene un rato ¿Podéis salir de aquí?
-Alana te recuerdo que…
-Sí, ya lo sé Shawn, debo marcharme hoy mismo, pero sólo estoy pidiendo unos minutos.
La cazabrujas asintió y se marchó de la sala, los demás hicieron lo mismo y desaparecieron en silencio por la  puerta. El último en marcharse fue Liam, quién se quedó en la puerta indeciso.
-¿Quieres que me quede contigo un rato?-Se ofreció. Parecía un poco nervioso.
-¿No me has oído?- habló Alana con más dureza de lo normal- quiero estar con Selene a solas.
Liam le miró un tanto contrariado. Fue a decirle algo, pero viendo la mirada de advertencia de la chica se encogió de hombros y desapareció. Sabía que estaba mal descargar su temperamento sobre los demás, pero no pudo evitarlo. Le habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo que no lo acababa de asimilar todo.
Se acercó un poco a Selene y le cogió la mano. Estaba bastante fría, aunque notaba su respiración, débil pero constante. Miró por la ventana…
Shawn le había dicho que tenía que irse de allí hoy mismo,  y sus amigos no estaban dispuestos a irse sin Selene… Había rechazado irse con Erik por quedarse con ella, pero si la sacaban de allí, había pocas probabilidades de que despertara o sobreviviera según le había contado Matt. Se encontraba en un gran dilema… También había que tener en cuenta que no podía permanecer demasiado tiempo en un mismo sitio, los hombres de Alan seguían persiguiéndolos y sus amigos no estaban en condiciones para soportar otro ataque como el último.
La chica volvió a mirar a Selene y suspiró… Estaba cansada de huir… de salir siempre corriendo para evitar los problemas… Acercó una mano a la cara de Selene y le quitó un solitario mechón de pelo que tenía en la cara.
Selene siempre había sido tan valiente, siempre se enfrentaba a sus problemas y nunca huía de nada, y mirarla ahora, y verla en aquél estado le hacía sentirse tan culpable… De qué había servido todo aquello, de nada. Había sido un viaje en vano, el gobierno finalmente había decido no ayudarla, no les convenía…
Finalmente había tomado una decisión… Dejaría de ser tan cobarde y se enfrentaría a sus problemas. Sería valiente a partir de ahora…
Se levantó decidida. Haría todo esto sola, no quería poner a nadie más en peligro, se iría y se enfrentaría a su destino.
Se quitó su muñequera de cuero, de la que nunca se separaba la cual ocultaba su marca. La media luna con el fuego ardiendo enroscado en ella. Si no volvía… Si no volvía a verlos tendrían algo para recordarla… Sostuvo el objeto en las manos, y por último grabó en él un mensaje. Se la puso a Selene en la muñeca y se marchó. Sin mirar atrás. Nunca más volvería a mirar atrás.
Se acercó a la ventana abierta, sería la manera más fácil de salir sin que nadie la viera. Se subió al marco y miró abajo, añadió antes de saltar:
-Selene, ayúdame con esto…
Entonces saltó. Concentró a su alrededor una pequeña brisa que le hiciera caer con suavidad en el suelo. Una vez que hubo aterrizado sonrió mientras pensaba:
-“Para algo nos sirve tener nociones básicas de todos los elementos”
Alana Firesoul se dirigió hacia el bosque, con rumbo y objetivo fijo: Encontrar a Alan, y matarlo.
………………………………………………………………………………………. (LIAM)
Estaban todos reunidos en la salita de la habitación de al lado de Selene muy inquietos, Alana parecía demasiado… “afectada” cuando los echó de la habitación.
Liam tenía un mal presentimiento pero no lograba captar el por qué. Durante aquéllos 20 minutos que llevaban allí había cogido a Ashley y le había interrogado sobre el asunto del bosque, ¿Cómo era posible que Erik lo supiera, si ni él ni Alana habían dicho nada…? Además ahora que Erik se había ido… no auguraba nada bueno.
Ashley finalmente había confesado que en un arrebato de celos hacia Alana, le había contado todo lo sucedido a Erik, aunque ella no podía saber mucho porque en cuanto los había visto, Liam y Alana se habían separado. Habían disimulado muy bien. Aunque Liam solo lo hacía por Alana, por no meterla en problemas. Realmente le importaba ella. Porque si hubiera dependido de él hubiera estado encantado de restregárselo todo a Erik con pelos y señales.
No lo soportaba, nunca lo había hecho y nunca lo haría. Lo suyo ya era algo personal. Aquello no tenía reparo, se odiarían toda la vida. Nunca había odiado tanto a alguien como a él y estaba seguro de que… Erik también compartía ese sentimiento, pero por Alana eran capaces de hacer cualquier cosa.
El chico no paraba de pensar, sabía que Alana tendría que irse hoy de allí y sus amigos no estaban demasiados dispuestos a acompañarla, además ahora que la había abandonado Erik… Él la acompañaría, dijese lo que dijese. Nunca la dejaría sola ante el peligro. Su familia siempre habían sido los guardianes de la familia Firesoul desde hace mucho tiempo, y él no iba a ser menos, la iba a proteger costase lo que costase, aunque tuviera que dar su vida en ello…
Un pequeño escalofrío le recorrió todo el cuerpo y tuvo una muy mala sensación, era una especie de intuición…
-Alana lleva mucho rato allí ¿no creéis? ¿Le habrá pasado algo? – Dijo preocupado Mousy
-Dejadla… necesita estar a solas con Selene, yo la entiendo… son muy buenas amigas, son como hermanas – Afirmó Matt
-Pero no se escucha ruido en la habitación… es muy extraño – opinó Gun sospechando y levantándose
Liam se levantó también, estaba de acuerdo con su amigo, mejor ir a ver qué pasaba. Se dirigieron hacia la habitación y abrieron la puerta cuidadosamente. Allí solamente estaba Selene, pero no había ni rastro de su amiga. La ventana abierta removía los cabellos de la enferma.
Lo primero que llamó la atención de Liam fue la muñequera que tenía en su cama Selene. Era la muñequera de Alana, nunca se separaba de ella. Liam empezó a sentirse realmente mal, ¿Dónde estaría Alana? ¿Tenía Alan algo que ver en todo esto? Lo único claro que tenía era que Alana había desaparecido.
Se acercó a la cama de Selene y cogió la muñequera, estaba caliente. Algo en ella hizo que la mirara con más detenimiento. Le dio la vuelta y allí encontró grabado un mensaje.
-¿Qué significa todo esto? – Preguntó Gun empezando a alarmarse.
-¿Dónde está nuestra Honey? – Matt que había entrado en la habitación tras Liam parecía muy asustado.
Ashley visiblemente aburrida opinó:
-Seguro que ha ido detrás de su noviecito, no hay que darle más importancia. Nos la encontraremos en Bänon cuando regresemos.
Liam seguía mirando fijamente el mensaje de la muñequera, no podía creérselo. Alana se había ido, sin esperar a nadie… sin esperarle a él. Había ido a enfrentarse con la muerte
 “A veces la mejor forma de burlar a la muerte, es enfrentarte a ella…”
Con aquél mensaje la chica lo había dejado todo claro. Había ido a buscar a Alan.
FIN DEL CAPI

martes, 19 de julio de 2011

Capítulo 18 **Cellar Door** (Escape the Fate)

…………………………………………………………….. (MATT)
Sus claros ojos azules, llenos de preocupación, observaban inquietos a su amiga, “dormida” en una pequeña cama blanca. Desde el primer momento en que la vio, supo que iban a ser buenos amigos y que siempre la protegería. Ella era su pequeña princesita. Pero ahora la miraba impotente sabiendo que no había podido protegerla.
Estaban en una pequeña habitación color arena. Solo había una pequeña cama dónde se hallaba su amiga y una mesita de noche junto a ella.
Él y sus amigos, habían estado haciendo turnos, para quedarse con ella, durante estos dos días que llevaba “dormida”. Cuando llegaron al gobierno, un grupo de guardias los habían recibido. A Alana se la habían llevado a parte para hacerle unas cuantas preguntas sobre lo que había pasado, aunque no acababa de entender por qué la estaban reteniendo tanto y no dejaban que supieran nada de ella. Luego se habían llevado a Selene para tratar sus heridas y aunque éstas no habían sido muy graves,  los cazabrujas encargados de curarla no habían sabido decir exactamente si iba a despertar o no. Solo de pensar en que Selene no despertara jamás se le revolvían las tripas. En esos momentos alguien tocó suavemente la puerta y entró. Gun muy pálido y mucho más delgado que de costumbre avanzó hacia Matt a paso lento:
-Ya es hora del cambio de turno ¿no? Me toca…
-Pero si te tocó antes…
- Le he cambiado el turno a Ashley, además ya no puedo decirle que vuelva porque se acaba de ir de compras, además tampoco me importa, quiero estar aquí cuando despierte Selene.
-Pero Gun… puede que no despierte. Los cazabrujas nos dijeron….
-¡Me da igual lo que dijeran! Selene va a despertar. Lo se. Además todavía tengo que enseñarle a jugar al Call of Duty, y le tengo que dar una paliza al DDR…
Matt lo miró con cara de preocupación. Se notaba que llevaba varios días sin apenas dormir, tendría que descansar o caería él también enfermo. Aunque no es que los demás hubieran dormido tampoco, la única que lo hacía era Ashley.  Mousy dormía unas cuantas horas y las otras, se las tiraba con los enfermeros que habían tratado a Selene intentando encontrar una posible cura. Y Liam… lo habían visto muy pocas veces, y estaba muy desmejorado. Tenía muchas ojeras de no haber dormido nada, y siempre andaba muy malhumorado y agresivo. Solo había aparecido el tiempo justo y necesario para saber si había mejorado Selene.
-Matt, tú también necesitas descansar, así que venga, que me quedo yo.
-Está bien – Dijo Exasperado Matt dirigiéndose hacia la puerta. – Espero que sintiendo nuestra presencia  despierte algún día.
Y dicho esto desapareció por la puerta.

………………………………………………………………….. (ALANA)
La chica estaba en un rincón de la celda en la que la tenían encerrada, acurrucada sin fuerzas para poder moverse. No sabía cómo sería el infierno, pero aquello era lo más parecido que había vivido. No sabía cuantos días habían pasado, ni cuánto tiempo la habían estado torturando. Tampoco sabía si era de noche o de día, solo podía sentir dolor. Hubiera preferido enfrentarse a Alan mil veces antes que la tortura. No entendían por qué la estaban torturando física y psicológicamente… No tenía ni idea de qué era lo que guardaba su abuela, lo del consejo de los 13 sabios y por supuesto era absurdo que la acusaran de estar compinchada con Alan. Ya se lo había repetido un millón de veces, pero parecían no hacerle caso. Todo el tiempo que permanecía allí y no la torturaban se la pasaba pensado en como estarían sus amigos: Liam, Erik, Matt, Selene… Hacía días que no sabía nada de su amiga, de si estaba viva o muerta, y cuando preguntaba le respondían que solo se lo dirían si contaba la verdad. Todas las heridas que tenía provocadas por las torturas se iban regenerando poco a poco, pero al día siguiente volvían a torturarla y volvía a hacerse nuevas heridas. Aquello le recordaba a un mito griego que habían dado en el colegio. Un Dios llamado Prometeo, que había sentido lastima por los humanos, les había dado el fuego, pero Zeus enfadado con este porque pensaba que lo humanos no se lo merecían, castigó a Prometeo a estar encadenado en una montaña. Todas la noches un águila llegaba y devoraba las tripas de éste, pero como era un dios no moría y así, por el día se curaba, para todas las noches volver al mismo castigo. Un tormento que nunca acabaría. Lo mismo le estaba sucediendo a Alana.
Ya llevaba mucho tiempo sedienta y no lo pudo aguantar más. Intentó ponerse en pie, pero no lo consiguió, cayó de rodillas pesadamente haciéndose mucho daño en las piernas. Se arrastró hacia la puerta y con pocas fuerzas empezó a aporrearla. Sus dedos sangraban, y las manos le dolían una barbaridad.
De repente alguien entró por la puerta llevándole una jarra de agua. Se la tendieron y la chica la agarró con avidez, dando grandes sorbos de agua.
-Despacio- Habló una voz familiar- si bebes así te atragantarás.
La chica levantó débilmente la cabeza y vio allí a Shawn, mirándola compasivamente.
-Shawn, ¿Qué estás haciendo tú aquí?- preguntó Alana sorprendida.
-Ssshh- le acalló la agente- tenemos poco tiempo.
-Por qué me están haciendo esto- empezó Alana con ganas de llorar, pero no tenía fuerzas ni para eso- Yo no sé nada de lo que me preguntan, no conocí apenas a mi abuela, no sé nada de los 13 sabios ni de la “puerta”. ¡Y me acusan de estar con Alan!
-Puede que no tengas idea de todo eso, pero sí de lo que abre la “ puerta”. Tenemos constancia de que Agnes custodiaba una de las claves para poder abrirla…
-De verdad que no se nada, si lo supiera ya os lo habría dicho, ¡Pero es que no lo sé!
Shawn la miró decepcionada.
-Alana estoy intentando ayudarte, pero no me lo pones nada fácil.
Alana bajó la cabeza exasperada mientras unas lágrimas corrían por sus mejillas. No sabía que más decir.
-Vamos- Dijo la chica- el equipo te está esperando.
Alana asustada se acurrucó en la pared, sabía muy bien lo que aquello significaba.
……………………………………………………………………………………….. (LIAM)
No hacía más que dar vueltas por los pasillos de aquél maldito edificio, furioso como nunca lo había estado en su vida. ¿Cómo podía pasar aquello? ¿Cómo podían acusar a Alana de cosas así sin saber nada? ¿Cómo podían estar… torturándola? Y lo peor de todo es que él, Liam Blackborn, no podía hacer nada por ella. Sólo podía ver con impotencia, cómo torturaban a lo que más quería en el mundo delante de sus propias narices. Siempre había pensado en su gobierno como un grupo de cazabrujas profesionales y justos, que dictaban las leyes sabiamente, pero se había dado cuenta de que aquello era un gobierno inútil e incompetente que culpaba a gente inocente de delitos que no había cometido. E incluso torturaban a personas, aun sabiendo que éstas no tenían ni idea de lo que se les interrogaban. Pensar en todo eso lo ponía más enfurecido de lo que ya estaba. Siguió dando rápidos pasos por los pasillos, inquieto, con la mirada clavada en el suelo para evitar mirar a nadie. Sabía que si cruzaba su mirada con la de alguien de allí, se abalanzaría sobre quién fuera y le golpearía con tanta rabia que acabaría por matarlo, y eso no le iba a ayudar precisamente en estos momentos. Estaba demasiado enfadado si quiera para hablar con sus amigos. En aquellos dos días se había acercado unas cuantas veces a ver como estaba Selene y por su mal humor casi llega a las manos con su mejor amigo Gun, que estaba muy preocupado por la chica. Después de aquella escena le había dirigido una rápida y desganada disculpa y se había esfumado de allí.
Nunca podría olvidar las imágenes de Alana siendo torturada dos días antes…
-“Alana Firesoul, nieta de Agnes Firesoul, miembro del consejo de los trece sabios y portadora de “El secreto”; se te acusa de haber ocultado información referente a “La puerta” y de ser cómplice del fugitivo Alan Blackborn” – había dicho aquel hombre de aspecto severo y vestido con un traje gris apagado. Sus ojos negros parecían relucir con intensidad bajo los focos de las luces que había en el techo.
-¿A mí? – Dijo Alana con incredulidad - ¿¡Cómo pueden acusarme de ser cómplice de Alan Blackborn?! ¡Mató a mi abuela!
-Estamos al corriente. Pero eso no tiene nada que ver, puede que odiaras a tu abuela y te aliaste con Alan para matarlo. Además, ella es la guardiana del secreto y de uno de los objetos que abren “la puerta” – Explicó aquél señor – Dos pájaros de un tiro, como suele decirse.
-Eso es lo más ridículo que he oído en mi vida – siseó Alana - ¿Quién es usted? ¿Con que derecho me acusa de todo?
-Soy Geoffrey Steward, capitán del ejército de cazabrujas de Landfield. – Contestó – Y tengo todo el derecho del mundo ya que eres nuestra principal sospechosa.
-¿Pero qué es lo que está diciendo? – preguntó enfadado Liam que se hallaba tras el cristal que había en la otra sala contigua a la del interrogatorio. Por aquél espejo se podía ver toda la sala, en la otra parte solo se veía el reflejo de la persona que miraba. - ¡Alana es inocente! – gritó Liam
-No servirá de nada – Liam se giró y vio que uno de los guardias vestidos de negro le había hablado – No te pueden escuchar.
El chico volvió la cabeza de nuevo a la escena que tenía ante él.
-Muy bien, ya he respondido a tus preguntas sinceramente – dijo el capitán – Ahora espero que tú también lo hagas.
Calló un momento mirando a Alana esperando su contestación. La chica solo asintió.
-Bien. Como sabrás tu abuela, Agnes Firesoul, formaba parte del consejo de los 13 sabios…
-No, no lo sabía – contestó Alana
-… y que era la portadora de el o los objetos que abren “la puerta” – continuó el hombre sin escucharla – queremos saber qué son esos objetos y dónde los guardaba.
-No lo sé, no sé qué son esos objetos, no se quiénes son los 13 sabios y no sé qué es esa “puerta” – dijo Alana empezando a impacientarse.
-Los objetos que abrían la puerta, uno de ellos es la espada del tercer héroe, eso si sabes lo que es ¿no? – habló Shawn por primera vez desde un rincón.
-Si – asintió Alana – la espada fue robada de Battle Cross.
-Exacto, y los planos de Hollow Castle – continuó Shawn – Queremos saber dónde están los demás objetos que abren la puerta, pero no sabemos qué forma tienen. Si Alan se hace con ellos antes que nosotros las cosas se pondrán muy feas – La chica miró al capitán Steward y después a Alana – Tu abuela era una de las pocas personas que sabían la verdadera forma de los objetos… y pensamos que te lo podía haber revelado a ti.
-Pues no es así – dijo Alana – Nunca me contó nada de todo esto, no tuvimos mucho tiempo que digamos. Puede que si hubiera seguido viva… - comenzó la muchacha quebrándosele la voz – me lo podría haber contado, pero Alan la asesinó. Ya es demasiado tarde.
-De acuerdo, - señaló el capitán – supongamos que no sabes nada de eso, pero a lo mejor querías saberlo, pero ella no te lo contó y tú, enfadada, contrataste a Alan para que la matara, robaste los planos y la espada del tercer héroe. Ahora solo te faltan las otras “llaves” y podrás abrir la puerta.
-¿Estás sordo? Yo no estoy con Alan ¡Por Dios! He venido aquí porque me quiere matar, ¿Y usted tiene la cara de decirme que soy su cómplice? – La voz de Alana iba elevándose cada vez más – No sé nada de la espada, ni de los planos, ni de los puñeteros objetos, y mucho menos aún de esa “Puerta”. Si tantas ganas tienen de abrirla, llamad a un maldito cerrajero, ¡Pero déjenme en paz!
-Te crees muy graciosa ¿No es cierto? – el hombre miraba a Alana, quien estaba roja de rabia, con mucha tranquilidad. Eso a Liam le dio muy mala espina - ¿Qué me dices de Alan? Se rumoreo que te han visto con él…
-Mire señor – A Alana le temblaba la voz – si tuviera a Alan cerca de mí le aseguro que ahora mismo estaría muerto. Es cierto que he estado con Liam, su hermano. Shawn puede confirmarlo. Pero Liam no es para nada como su hermano, es buena persona.
Liam cerró los puños. Por lo menos no había dicho nada malo de él.
El señor siguió mirando un largo rato a Alana sin decir nada, hasta que por fin habló:
-Bien señorita Firesoul, me temo que no me queda más remedio que probar otras… tácticas para hacerla hablar. – Y elevando un poco más la voz dijo – Pasad por favor.
Alana y Liam clavaron su mirada en la puerta de la sala de interrogatorios, que se abrió y entraron tres hombres vestidos con ropa oscura.
-¿Quiénes son? – preguntó desconfiada Alana girando la cabeza de nuevo hacia el capitán Steward.
-Mi equipo – respondió éste – Chicos, ya sabéis lo que hacer.
Esas palabras a Liam n le gustaron nada, pero lo que pasó a continuación fue mucho peor.
Dos de los hombres cogieron a Alana de ambos brazos y la inmovilizaron. Antes de que nadie pudiera decir nada más, el tercer hombre había propinado un fuerte latigazo en la espalda de Alana. El alarido de dolor de la chica fue tan grande que retumbó en toda la sala e hizo que a Liam se le erizaran los pelos de la nuca. Pero eso no detuvo a los hombres, que siguieron torturándola.
-¡Alana! – rugió Liam abalanzándoles contra el cristal mientras oía a la chica gritar de dolor. Empezó a dar puñetazos y patadas al cristal, pero éste seguía intacto. – ¡Parad! ¡Dejadla en paz!
El hombre paró para que Alana pudiera oír al capitán Steward de nuevo:
-Muy bien, ¿Qué sabes sobre Alan, tu abuela, “la puerta” y los objetos que la abren?
La chica estaba de rodillas, con la espalda ensangrentada y  respirando entrecortadamente. Sus lágrimas caían en el suelo.
-No… No lo sé, lo juro – pudo contestar.
-Respuesta incorrecta.
El látigo volvió a descender sobre su espalda y la chica volvió a gritar de nuevo. Shawn apartó la mirada impotente y cerró los ojos. Aquello fue suficiente para Liam que se apartó del cristal y se dirigió hacia la puerta donde había cinco guardias.
-Apartad de ahí, tengo que salir – Ordenó Liam.
-No estamos autorizados – contestó uno de ellos – la señorita Wildlook ordenó…
-¡A la mierda lo que ordenó Shawn! – Cortó Liam furioso – quiero salir ya – fue a girar el pomo de la puerta, pero un guardia le empujó haciendo que el chico se golpeara contra la pared.
Liam sin poder aguantarlo más se abalanzó sobre aquél tipo. Tenía que salvarla como fuera. Pero la pelea duró poco ya que los otros cuatro guardias se le echaron encima. Al final acabó apoyado en la pared con dolor de estómago, producido por los puñetazos y una ceja partida. Pero no le importaba el dolor, solo le importaba Alana.
Volvió a mirar por el cristal y vio que la chica, a causa del dolor, había quedado inconsciente.
-Por hoy hemos terminado – concluyó el capitán – Encerradla, mañana la interrogaré de nuevo. No pararé hasta que me diga lo que quiero oír.
Los hombres se llevaron a Alana de la sala, seguidos de Steward. La última en abandonar la sala fue Shawn. A los pocos segundo ésta entró muy seria en la sala dónde se hallaba Liam.
-¿pero qué ha pasado aquí? – inquirió la chica mirando a Liam tirado en el suelo y sangrando por la ceja.
-Ha intentado salir señorita Wildlook – respondió uno de los guardias.
Shawn lo miró de arriba abajo.
-Vamos – le dijo a Liam, que se puso en pie desanimado.- Ven a mi despacho.
Cuando salieron de la habitación Liam miró con urgencia hacia todos lados del pasillo, pero no había ni rastro de la chica. Entraron en el despacho de Shawn y se sentaron. Liam sin nada de cuidado apartó unos papeles de la mesa y apoyó sus codos en ella.
-¿Quieres calmarte de una vez? – pidió Shawn bruscamente
-¿¡Me pides que me calme?! – Estalló Liam - ¡Joder ,Shawn! ¡La están torturando y quieres que me calme!
-Comportándote así no la vas a ayudar ¿lo sabes?
-Ni comportándome así ni de ningún otro modo, ¿Qué importa?
-Mucho, puedes acabar detenido por mal comportamiento Liam, además de meterla a ella en muchos más problemas. – Explicó la chica con gravedad – Eso solo empeorará las cosas para ti y ella.
-Ya, pero aunque yo me “comporte” ¿Qué pasará cuando se enteren los demás? Ellos no te escucharán.
-Por eso no se lo puedes contar – y viendo la cara de sorpresa de Liam añadió - ¿Queréis acabar todos encerrados o qué? No es una idea muy inteligente tal y como están las cosas
-Lo sé – suspiró Liam – pero…
-No hay peros que valgan. Mírame – Dijo Shawn al ver que Liam apartaba la mirada rebelde – Liam, mírame – ésta vez el chico hizo caso a regañadientes – No puedo ordenar al capitán Steward que pare porque él es mi superior. Pero voy a tratar de convencerlo. – Explicó – Sé que Alana no sabe nada y te juro que voy a hacer que la liberen.
-¿Es una promesa?
-Es una promesa – Finalizó Shawn firmemente”
Liam, cansado de pensar tanto en aquello, se dejó caer agotado contra un asiento que había en el pasillo. Todo era tan surrealista que a veces deseaba que eso no fuese más que una pesadilla de la que pronto despertaría. Pero era real.
Hacía dos días que no conseguía pegar ojo y la falta de sueño le agotaba cada vez más…
De repente alguien se paró frente a él. Liam, alzó la vista y se encontró cara a cara con el capitán Steward. Sus inquietantes ojos negros le miraban con cierta hostilidad.
-¿Qué está haciendo aquí? – le preguntó el hombre cortante.
-No sé, quizás esté esperando aquí tranquilamente a que acaben de torturar a Alana para poder volver a casa y enfrentarnos a mi querido hermanito que es un genio del mal – le contestó Liam sarcásticamente
-Eres tan desagradable como tu querida amiguita – señaló el hombre mirándole con desprecio.
-Dígame una cosa – dijo el chico entrecerrando los ojos - ¿Por qué tiene encerrada a Alana y la tortura cuando sabe perfectamente que ella no sabe nada?
-No lo hago por gusto ¿Sabe? Si la retengo aquí es porque sospecho que sabe más de lo que cuenta – explicó el cazabrujas.
-Ella no sabe nada ¿Por qué no me arresta a mí en vez de a ella? – Le retó Liam esforzándose por controlarse – Yo soy el hermano de Alan, podría tener mucha más información conmigo que con Alana. Déjela marchar y tortúreme a mí.
El hombre le miró fijamente un largo rato cuando por fin habló:
-Debería tener más cuidado con lo que dice Liam Blackborn – le advirtió – No tiente a la suerte. Le tendremos vigilado.
Liam le sostuvo la mirada desafiante mientras veía como aquel hombre se alejaba por el pasillo hasta que dobló la esquina y desapareció.
Sin poder contenerse más, el chico descargó un fuerte puñetazo contra la pared. El golpe hizo que le dolieran los nudillos y consiguió que se le despejara un poco la mente. Volvió a sentarse cansado, rezando para que soltaran a Alana de una vez.
…………………………………………………………………. (SELENE)
La chica llevaba un buen rato paseando en aquella extraña plaza. Era redonda, adoquinada y muy soleada.  En el borde había grandes columnas de clase jónica, con un arquitrabe encima bordeando toda la plaza. Cuando la chica se había asomado para ver que había al final de la plaza vio un gran precipicio. Estaba como en lo alto de una montaña.
La plaza estaba muy transitada, toda la gente iba de un lado para otro ajetreadamente y cuando llegaban al borde de la plaza, seguían andando hacia el horizonte como levitando. De repente, una pequeña niña se le quedó parada delante, mirándola fijamente como si esperara algo. La niña era muy bajita, una melena platino y vaporosa que se movía con la brisa que corría. Se parecía mucho a ella de pequeña, además iba vestida igual que Selene. Tenía un vestido largo hasta el suelo, blanco, de tirantes con unos broches de oro, y en el pelo una pequeña diadema de hojas de acanto. La pequeña tenía un aire muy griego.
La niña, que seguía mirándola con esa intensa mirada  color lila, le tendió la mano. Selene alargó la suya y se la cogió. Esta la guió hacia el centro de la plaza, donde había una pequeña puerta entreabierta. Entraron por ella y se encontraron en una especie de terracita, con muchos cojines y una persona sentada en el centro.
La persona se levantó, se giró y le tendió los brazos con una gran sonrisa en los labios.
-Señora directora… - Susurró Selene sorprendida
-Llámame Agnes querida.
Agnes Firesoul, la difunta abuela de Alana se encontraba allí, frente a ella, con una gran sonrisa.
-Me alegro de verla de nuevo. – Dijo Agnes mientras le daba un fuerte abrazo. – Ven, siéntate conmigo, tenemos muchas cosas de las que hablar.
······································································ (ALANA)
De la nada apareció una pequeña luciérnaga que iluminó con su tenue luz la celda en la que estaba encerrada Alana. La chica observó como el insecto revoloteaba tranquilamente sobre su cabeza, dando pequeñas vueltas en el aire.
Alana miró la puerta de la celda deseando que por ella apareciera alguien que le dijera que podía marcharse a casa, pero no había nadie. Hacía algún tiempo que ya habían dejado de llamarla para torturarla y se alegraba por ello. No sabía si era de noche o de día, y las horas y los minutos se le hacían eternos. No sabía nada de sus amigos, ni de Selene, que bien podría estar muerta ya. Si tuviera que elegir entre quedarse en esa celda meses o que volvieran a torturarla clavándole agujas entre las uñas, prefería lo primero. Sentía que si la torturaban una vez más se volvería completamente loca. El dolor era tal que acababa siempre inconsciente, después se despertaba en la celda con un dolor atroz y sin poder apenas moverse. Por suerte, su magia iba curando poco a poco las heridas que le infringían. Aun así, no sabía cuánto tiempo más podría aguantar, y Alana estaba planteándose seriamente inventarse todo, decir que era cómplice de Alan, inventarse la historia de su abuela, etc. para que al dejaran en paz de una vez…
De repente se oyeron unos pasos aproximándose seguido del ruido de la cerradura abriéndose. Alana hizo desaparecer la luciérnaga y se pegó todo lo que pudo contra la pared asustada. Por la puerta entró Shawn con media sonrisa en los labios.
-Shawn, por favor, no dejes que me lleven otra vez – suplicó la chica conteniendo las lágrimas
La cazabrujas se acercó a ella y se agachó para estar a su misma altura
-Tranquila – dijo mientras ponía una mano en el hombro de la chica – he recibido órdenes de dejarte en libertad. Ya ha acabado todo
Alana no podía creérselo, pero entonces vio la sincera mirada de Shawn y por primera vez en muchos días sonrió. La chica agradecida le dio un débil abrazo.
-Gracias – susurró casi sin fuerzas
-No hay de qué – contestó Shawn sonriendo ampliamente – aunque también deberías agradecérselo a Liam
-¿A Liam? – Dijo confusa Alana
Shawn asintió
-Sí, ha estado estos tres días como un loco exigiendo que te liberaran. Incluso se peleó con algunos guardias
-Pero ¿Esta bien no? – preguntó preocupada
-Por supuesto – dijo Shawn como si fuera obvio – Estamos hablando de Liam
-¿Y los demás…?
-No saben nada – señaló Shawn, y viendo la cara de sorpresa de Alana añadió:
-No les quise decir nada porque imagínate qué hubieran montado si se hubieran enterado, y eso habría sido muy malo, créeme
La chica asintió sin decir nada.
-Vámonos de aquí – dijo Shawn mirando el calabozo – te llevaré a mi despacho.
-Pero quiero ir a ver a…
-Todo a su debido tiempo. Primero tendrás que asearte y cambiarte de ropa ¿no crees?
Alana se miró. Estaba cubierta de sangre seca y sus ropas estaban rasgadas.
-Supongo que tienes razón – suspiró Alana
Cuando llegaron al despacho Shawn le indicó dónde estaba el baño. Al entrar Alana se quedó sorprendida, se imaginaba que el baño sería normal, nada más con un lavabo, pero resultó que también tenía ducha, toallero, y un mueble con perfumes, maquillajes… etc. Shawn le había explicado que mandó construir una ducha porque había veces en las que se tiraba en su despacho días sin poder ir a su casa.
Cuando salió de la ducha, Shawn le prestó alguna de sus ropas: Un vestido negro de tirantes pegado y una chaqueta oscura. También se ofreció a dejarle unos tacones, pero Alana se negó en rotundo a abandonar sus queridas converses negras.
Después salieron en busca de sus amigos. Mientras recorría los pasillos del edificio se encontraron a otros cazabrujas, que las miraban con desaprobación, otros en cambio las evitaban. Al girar una esquina y entrar en otro pasillo encontraron a Liam, dando vueltas ansiosamente sin poder estarse quieto. El chico, que tenía su vista clavada en el suelo, pareció notar la presencia de alguien y levantó la cabeza. Su mirada se clavó al instante en la de Alana. Liam dijo algo en voz baja, aunque, Alana imaginó que la había nombrado, y corrió hacia ella.
Ver a Liam fue como ver un rayo de luz en la oscuridad. No recordaba haberse alegrado tanto por ver a alguien en toda su vida. El chico, al llegar junto a ella, le envolvió en un gran abrazo, aunque con cuidado de no hacerle daño.
-Por fin – dijo aliviado - ¿Estas bien? – le preguntó mientras cogía el rostro de Alana con ambas manos y la miraba ansioso.
-Sí,  - suspiró la muchacha cerrando los ojos – solo estoy un poco cansada
-Pero… ¿Las heridas…?
-Tranquilo – le alivió la chica – mi magia las curó
Liam apoyó su barbilla en la frente de Alana y la estrechó con un poco de más fuerza.
-Menos mal que estás bien…
Shawn, que los miraba nerviosa y temerosa a la vez, por si sus superiores cambiaban de opinión y volvían a encerrar a la chica les instó:
-Vamos, vuestros amigos os esperan.
Los tres chicos se encaminaron hacia la habitación en la que se encontraba Selene. Cuando entraron en ella se encontraron a todos los demás allí reunidos. Matt al verla fue corriendo a abrazarla.
-¡Honey! – Dijo medio llorando - ¿Dónde has estado todo este tiempo? Hemos estado muy preocupados por ti…
-Me han tenido en una celda… - Dijo Alana intentando restarle importancia
-Sí, mientras no te estaban torturando – Continuó Liam visiblemente irritado.
De repente alguien la abrazó fuertemente. Era Erik, quién estaba muy serio y preocupado.
-¿Estás bien? Pesábamos que nada más que te estaban interrogando, no teníamos ni idea de que te estaban torturando. Nos dijeron – continuó irritado mientras miraba a Liam – que solamente te estaban haciendo unas preguntas.
-Lo siento, fue mi culpa – Dio un paso adelante Shawn – yo le dije que no os dijera nada…
Alana se deshizo de los brazos de Erik y preguntó preocupada:
-Pero… ¿Cómo está Selene? ¿Se encuentra ya mejor?
Todos se apartaron para dejar que la viera. La chica estaba en una cama aparentemente dormida. Su cabello platino le caía al lado de cama en cascada.
La chica creyendo que solo dormía se acercó corriendo hacia su amiga y la zarandeó delicadamente para despertarla:
-Selene… Selene despierta… - pero algo iba mal, la chica no despertaba.
-Honey… - dijo con toda la delicadeza posible Matt – Lleva así desde que llegamos… Los médicos han dicho que… a lo mejor… no despierte nunca…
…………………………………………………………………… (SELENE)
Selene seguía allí plantada, muy sorprendida. ¿Dónde estaba? ¿Se había muerto? ¿Por qué estaba hablando con alguien que sí que había muerto? La chica no comprendía nada.
-Venga vamos, no te quedes ahí parada – Volvió a decir Agnes – Despidámonos de la pequeña Selene y sentémonos.
Selene se giró extrañada al escuchar su nombre. ¿La pequeña Selene? La niña se había soltado de su mano. Le sonrió muy dulcemente y salió por la puerta, que desapareció al cerrarse. Selene seguía observando sin comprender.
-No me digas que no te habías fijado que eras tú de pequeña – Rió la mujer – Vamos jovencita, tenemos mucho que hablar, y poco tiempo…
La mujer se sentó en uno de los grandes cojines color verde oscuro y se la quedó mirando, esperando que se sentara ella también.
Selene que a pesar de no salir del asombro, consiguió moverse y se sentó en otro de los cojines, frente a la anciana.
-¿Estoy muerta? ¿Es esto el cielo? – Preguntó la chica confusa. - ¿Dónde estoy?
Agnes sonrió amablemente – No querida, todavía no ha llegado tu momento, de hecho… todavía tienes mucho que hacer y un objetivo que cumplir.
-Pero, si no estoy muerta, ¿Dónde estoy?
-Estás en una especie de Limbo, un submundo paralelo llamado “Shilae”
-Shilae… Me suena mucho ese nombre – Se extrañó Selene
Agnes volvía a sonreír, animándola a recordar.
-Creo que una vez soñé que una mujer de una cabellera morada muy muy larga, se me presentaba en mitad de mi día de compras y me llamaba “Shilae”, luego se transformaba en un vale de compras gratis infinitas y yo seguía comprando.
-Sí, la antigua Shilae se aparece con muchas apariencias distintas, pero la cabellera morada es una de sus distinciones.
-¿Quién es esa tal Shilae, y por qué se llama igual que éste sitio?
-¿Alguna vez has escuchado el nombre de Eolande*?
Selene negó con la cabeza, nunca había sido su fuerte historia de la magia, solía quedarse dormida en clase con frecuencia.
………………………………………………… (AGNES)
Morwen Lossëhelin fue una joven elfa nacida en Belphoebe. Era hija de una familia campesina bastante pobre. Un día, cuando Morwen se dirigía hacia el pueblo para comprar la comida necesaria para pasar el arduo invierno se dice que se encontró con un grupo de maleantes que intentaron robarle el poco dinero que tenía. La chica, muy asustada intentó huir pero los maleantes la tiraron al suelo. La chica se dio un golpe en la cabeza y quedó medio mareada, pero en seguida volvió a ponerse en pie, como poseída por una energía nueva e hizo aparecer una gran bola de fuego, hielo y electricidad. Fue la primera elfa que nació con poderes mágicos dentro de su clan y por ello fue desterrada de su pueblo. Todos la temían porque aparte de tener el pelo morado, que entre los elfos era algo sumamente raro, dominaba tres clases de magia, lo que hoy en día sería una trisollertiae. Ni los humanos eran capaces de tal cosa.
La joven elfa salió del pueblo y viajó por todo el mundo intentando encontrar su lugar. Al poco tiempo se le acabó el dinero que tenía y del hambre calló desvanecida. Cuando despertó Morwen se encontraba en una plaza, en lo alto de una montaña. Allí también había un grupo de sacerdotes y sacerdotisas de todas las clases que decían llevar esperándola mucho tiempo.
Le contaron que desde el inicio de los tiempos había habido una orden secreta de sabios brujos que se había dedicado a proteger el mundo y cumplir con muchas labores. Entre ellos siempre había habido alguien que manejaba tres elementos y por tanto contaba con más sabiduría. Éste grupo de sabios brujos acogió a Morwen dentro del clan llamado Shilae y la rebautizaron como Eolande que significa joven flor violeta.
Shilae se dedicó durante muchos y largos años a ayudar al bien del mundo hasta que un día murió de vieja. El consejo de sabios se ha dedicado a buscar a la nueva elegida durante todos estos años. Se cambiaron el nombre y se hicieron llamar “Los 13 sabios”, camuflaron sus intenciones y fingieron ayudar al gobierno de los brujos y brujas, aunque siempre han sido fieles a sus propios propósitos. Y por fin, tras una larga espera hemos encontrado a la nueva elegida…
………………………………………………. (SELENE)
La chica había quedado fascinada con toda aquella historia de Eolande y el consejo de los sabios. Siempre le habían encantado las historias de aventuras y héroes. Miró a la directora con unos ojos muy emocionados y preguntó:
- ¿Quién es la nueva elegida? ¿Otra joven elfa de pelo precioso? ¿O tal vez una princesita raptada de las manos de sus padres?
Agnes sonrió afablemente
-¿Todavía no has entendido nada, verdad?
Selene la miró sorprendida. Claro que lo había entendido todo, la historia no era tan difícil de entender. Lo que no acababa de entender era por qué le contaba todo eso a ella.
-Lo único que no entiendo es que tiene todo esto que ver conmigo. ¿Qué hago yo aquí en Shilae, la ciudad de los 13 sabios? ¿Qué hace usted aquí si está muerta? ¿Y por qué me cuenta todo esto? Yo estaba con mis amigos, peleando contra los hombres de Alan y de repente me empezaron a venir imágenes de Alana con alguien muerto en brazos. Esas imágenes eran cada vez más fuertes y constantes y me producían un dolor insoportable. Luego creo que me desmayé y aparecí aquí… no entiendo nada. Yo solo quiero volver con mis amigos, saber si están bien, ¡si les ha pasado algo!
-Tranquila mi pequeña niña, como ya te dije, tengo mucho que explicarte. – Dijo tranquilamente Agnes – Como veo que no has acabado de entender lo que he querido decirte, te lo explicaré de otra manera: ¿Cuántos poderes eres capaz de controlar?
-Dos – Dijo Selene como si fuera obvio – Soy una Bisollertiae, controlo el Viento y la Electricidad.
-Vamos querida, piensa bien. ¿Cuáles son los tipos de mago que existen?
-No sé, hay varios tipos: Están los que manejan las magias elementales, los que manejan la magia negra, los que manejan la magia blanca, la curativa, de defensa, los poderes mentales, el destino… Hay muchos, y dentro de estos están los….
-Si, pero centrémonos en los que manejan los poderes del destino.
-Pues dentro de los fatuos hay varias clases: los propinquos**, los vetus*** y los longuinquos***. Luego también están los frikis que manejan dos o las tres habilidades a la vez, pero es raro encontrarlos…
-¿Y tú me decías que antes de desmayarte estabas teniendo una visión muy fuerte no es así…?
Selene se quedó muy sorprendida.
-Sí, pero todos los magos pueden tener visiones, no es nada especial.
-Si, de hecho yo soy una fatuo que puede ver el futuro cercano, y todos pueden tener pequeñas visiones. Lo que es raro, es que una visión sea tan fuerte y tan real que sientas lo que siente tu visión, que incluso haga desmayarte y perder el conocimiento…
Selene seguía muy sorprendida. ¿Qué le quería decir la directora? Era imposible que ella fuera una fatuo, sino se lo habrían detectado nada más entrar en el colegio. Además si ella fuera también fatuo, eso la convertiría en una…
-Así es, eres la nueva Trisollertiae. – Afirmó Agnes leyéndole la mente.
La chica la miró asustada, ¿Cómo le había leído la mente? Estaban ocurriendo unas cosas la mar de extrañas. ¿Por qué le ocurría todo esto a ella? Empezaba a estar realmente asustada.
-Vamos, vamos, no tienes que estar asustada. Aquí en Shilae todos estamos conectados. Todos sabemos lo que pensamos los demás, incluso si tú te concentras podrás escuchar lo que pienso… Pero bueno, vayamos a lo importante. Como ya te dije, eres la nueva Trisollertiae, lo que te convierte en una más de los Shilae, de hecho en la más importante.
Selene fue a contestar que se tenía que haber un error, que ella no podía ser eso que le estaban diciendo, pero Agnes no la dejó y siguió hablando:
-Ahora debemos reunirnos con los demás sabios. Allí te lo explicaremos todo mucho mejor. Luego serás rebautizada, mi pequeña Náyade, y se te dirá tu nuevo cometido. Como sospecharás no podrás informar a nadie sobre ésta organización ni sus propósitos. Luego se te enseñará a controlar todos sus poderes y a usarlos mejor. Vamos, no tenemos tiempo que perder.
Agnes se levantó y la agarró del brazo. Frente de ella apareció una puerta entreabierta. Al otro lado de la puerta se escuchaba el sonido de una cascada, y provenía un fuerte olor a bosque. Selene se paró en seco, y por último, antes de entrar por aquella puerta, preguntó:
-Pero… ¿Y mis amigos? ¿Volveré a verlos…?
-Todo a su debido tiempo Náyade, todo a su debido tiempo…
Ambas entraron por la puerta, hacia aquél extraño bosque. Lo último que llegó a sentir Selene fue que se dirigía hacia su destino por un camino que no tenía vuelta atrás. Iba a vivir su propia aventura y no tendría nadie a su lado que la ayudara ni la aconsejara. Iba a sentirse realmente sola. Por primera vez en mucho tiempo se sintió sola. Cómo un niño pequeño al que le han arrebatado a su madre y le han abandonado en mitad de la nada. Pero tenía que confiar, no sabía por qué, sentía como que aquello era su destino y lo había sabido desde siempre…



FIN DEL CAPITULO
*Flor violeta
** Ven el futuro cercano
*** Ven el pasado
**** Ven el futuro lejano