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martes, 21 de junio de 2011

Capitulo 12 **Lonely Day** (System of a Down)

·············································· (Alana)
Poco a poco fue abriendo los ojos. Se sentía como si no tuviera cabeza. Intentó moverse y se arrepintió. Un fuerte dolor le recorrió el hombro. Eso logró despejarla un poco y ver las cosas con más claridad. Lo primero que supo es donde se encontraba. Habría reconocido ese lugar aunque hubiera estado ciega. Todo estaba tal y como lo había dejado. Su habitación seguía teniendo las paredes pintadas de morado menos una, la de la cama, que era verde. Seguía cubierta de posters de sus grupos favoritos. El teclado electrónico seguía como siempre al lado del escritorio. Todo tan ordenado como siempre. Se hallaba en su antigua habitación en casa de los Blackborn. ¿Cómo había llegado hasta allí?
Esforzándose un poco, ya que su cabeza seguía un poco embotada,  logró recordar lo que había pasado. El ataque al castillo, Tay desaparecido, Alan, su abuela muerta…. Y después vino Liam. A partir de ahí ya no recordaba nada más. Un fuerte suspiro hizo que diera un respingo de sorpresa. Miró al borde de la cama y vio que su amiga Selene estaba sentada en una silla con la cabeza apoyada en la cama de Alana. La chica dormía plácidamente. Se levantó con cuidado de no despertarla y se dirigió a la puerta. Cuando salió por ella vio a alguien, fuera del pasillo dormido. Liam estaba apoyado en la pared, con unas cuantas vendas repartidas por el cuerpo y la cara. También dormía plácidamente. Alana se le quedó mirando, mientras le invadía un extraño sentimiento. ¿De verdad le había dicho aquello mientras ella estaba fuera de sí? No, seguramente habían sido imaginaciones suyas provocadas por la situación.
La chica siguió por el pasillo y bajó por las escaleras hasta llegar a la cocina. A pesar de que estaba amaneciendo y no había nadie en la cocina se olía un agradable olor a café recién hecho.
Alana se acercó a la nevera, se echó chocolate líquido en una taza y lo metió 2 minutos en el microondas. Mientras el chocolate se calentaba se acercó a la alacena de al lado y cogió una apetecible napolitana. La mordisqueó un par de veces, cogió la taza y salió afuera.
-“¿Por qué me habré despertado con tanta hambre?”-se preguntó mientras se sentaba en el borde de la piscina y metía sus pies en el agua.
Al sentarse se sintió aliviada. Sólo llevaba 5 minutos de pie y ya estaba cansada y lacia. No tenía apenas fuerzas. Realmente la batalla  la había dejado hecha polvo, pero lo que de verdad le dolía era la muerte de su abuela. No es que hubiera sido la mejor abuela del mundo ni mucho menos, pero de todas las formas le dolía mucho su perdida. Ella había sido el único familiar que tenía. La única que le podía disipar un montón de dudas que le quedaban acerca de su familia. Y ya nunca se enteraría de ello.
Aunque habían tenido una corta y difícil relación, al fin y al cabo era su abuela y  la quería. Algo le hacía cosquillas por las mejillas, y cuando se llevó una mano hacia allí se dio cuenta de que estaba llorando, otra vez. ¿Cuántas veces tendría que llorar? Alana llegó a la conclusión de que era débil, y esa debilidad tenía la culpa de la muerte de su abuela. Era como si ella misma la hubiese matado. Era un monstruo. Hacía daño a todas las personas que tenía a su alrededor: Selene, Matt, Erik, Liam y la que había recibido la peor parte era su abuela. Se sintió como una estúpida. No merecía el cariño de nadie. La chica distraída empezó a juguetear con el agua. Hacía flotar pompas de agua, que cuando flotaban por encima de su cabeza se transformaban en bonitas flores.
La chica sonrió, Matt debía de andar cerca.
-Anda, ven y siéntate conmigo. – Le dijo al chico mientras sonreía.
-¡Honey! – Matt con una bata y cara de sueño, fue sonriente a abrazarla – Veo que por fin te has despertado.
Alana dejó tu taza de chocolate ya vacía a un lado y le devolvió el abrazo a Matt.
-Tampoco habré dormido tanto.
-¿Tres días te parece poco? – Dijo Matt mientras reía.
-¿¡Tres días?! – gritó asombrada Alana mientras se levantaba rápidamente. Al hacer esto casi pierde el equilibrio pero Matt también  poniéndose de pie la agarró
-Hombre chata, ten en cuenta que cuando terminó la batalla estabas medio muerta – dijo el chico sin tapujos- me sorprende que hayas podido levantar – y mirándola de arriba abajo añadió – deberías estar en la cama.
-Vamos, estás de coña ¿Verdad? No pienso meterme en la cama otra vez. Tengo el cuerpo lacio, si me  meto de nuevo en la cama me convertiré en gelatina.
-Honey – dijo Matt muy serio – has estado a punto de morir, ahora mismo no tienes ni una pizca de energía, no vas a poder hacer magia hasta dentro de unos días. Además, casi te desangras por tu herida – señaló el hombro de Alana que estaba vendado – y has pasado por un fuerte trauma. Hace apenas unos días estabas en estado de shock. Incluso has tenído una barbaridad de pesadillas.
-Vaya – habló Alana sorprendida – pues sí que la he liado buena.
-Esto es serio. Casi mueres, estábamos todos muy preocupados por ti.
Alana rió infeliz.
-Pues no sé por qué, - empezó – no creo que yo merezca tanto la pena para que todos os preocupéis por mí. Debería haberme muerto – notó de nuevo lágrimas caer – Debería haber sido yo la que muriera y no mi abuela.
Matt muy serio le soltó una bofetada en la cara.
-¡No vuelvas a decir eso nunca más! – Luego le abrazó de nuevo – Además, que sería de nosotros sin nuestra irónica Fly, ¡Que sería de mí, de Selene… de Tay!
Entonces Alana se acordó. No había vuelto a saber nada de él.
-Oye… ¿Dónde está Tay? No lo he visto por ahí.
A Matt se le llenaron los ojos de lágrimas
-Tay… - susurró tristemente – No han encontrado aún su cuerpo… Aunque hay muchos que no se han podido identificar… Cabe la posibilidad de que él sea uno de ellos…
Un fuerte dolor en el pecho sacudió a Alana. Su amigo Tay… el callado, reservado, pero simpático Tay. ¿Por qué tenía que ocurrir tantas cosas malas a la vez? ¿Es que no era suficiente con una sola muerte? La chica destrozada hundió su cabeza en el pecho de su amigo. Se pasaron así un buen rato sin saber que decir, cuando por fin Matt habló:
-Por cierto – dijo recomponiéndose – Eleonorah Blackborn dijo que cuando despertaras quería hablar contigo.
-Genial. Vamos a hablar con ella – pero se paró en seco y miró a Matt insegura – pero está dormida…
-Que va – le cortó el chico mientas agitaba una mano – hace días que no duerme. Creo que está en su despacho. Te acompaño.
Alana asintió y se dirigió hacia allí seguida por Matt. Cuando llegaron a la puerta Alana llamó y entró:
El despacho estaba tal y como lo recordaba, siempre ordenado. Un elegante escritorio de roble ocupaba el centro de la sala. En él había papeles desperdigados, planos y varias tazas de café vacías.
Detrás ocupando toda la pared norte había una estantería con muchos libros. En la pared derecha había un mapa con un puñal clavado en alguna parte del mundo, y varios cuadros de los antepasados de los Blackborn. En algunos retratos salían japoneses, antepasados de Eleonorah, por eso ella y sus hijos tenía los ojos rasgados…
En la pared izquierda se hallaba un gran ventanal con cortinas translúcidas por lo que dejaba pasar una tenue luz que iluminaba toda la sala. Al lado de la puerta se encontraba una pequeña chimenea apagada. Sentados en dos sillas se hallaban Eleonorah y William Blackborn. Al entrar Alana, el matrimonio paró de hablar y la miraron sorprendidos. El primero en reaccionar fue el señor William, quién se levantó, cruzó la habitación en tres zancadas y envolvió a Alana en un fuerte abrazo.
-Alana… - Dijo delicadamente como aliviado – por fin te despiertas. Estábamos muy preocupados por ti.
Eleonorah se acercó a ella y también la abrazó. La chica se quedó totalmente sorprendida ¿Eleonorah dando muestras de cariño? Pero más se sorprendió cuando la miró a la cara, la mujer estaba llorando.
-Oh Alana, lo siento tanto… - dijo mientras negaba con la cabeza – te pido disculpas en nombre de Alan. No sabía que él… - paró de hablar mientas se ponía una mano en la boca acallando un sollozo.
-Pero tú no tienes la culpa – habló Alana mientras le daba una punzada de rabia al oír el nombre del hermano de Liam.  – Tú no tienes la culpa de lo que haya hecho tu hijo.
-Aun así – contestó muy serio el señor William – es un miembro de ésta familia y todos nos sentimos dolidos por lo que ha pasado. La conducta de nuestro hijo no tiene perdón y cuando lo cojan será castigado duramente – el señor William parecía disgustado y muy dolido.
Alana sin saber que contestar solo asintió con la cabeza.
-No os quedéis ahí parados, - comentó el hombre suavizando más la expresión de su rostro – sentaos.
Los amigos obedecieron y se sentaron en dos sillas frente al escritorio. El señor William se sentó frente suya. Por el contrario Eleonorah mientras abría la puerta dijo:
-Yo voy a llamar a la señorita Wildlook – y desapareció
-¿Quién es la señorita Wildlook? – se interesó Alana girándose para mirar al señor William
-Una agente del gobierno que está investigando el paradero de Alan y el percance que ocurrió en Hollow Castle.
-¿Agente del gobierno? – Se extrañó la chica – Yo pensaba que la gente normal no sabía nada de los magos.
-No son del gobierno de la gente normal ¿Me equivoco? – aventuró Matt.
-No, no te equivocas – asintió el hombre -  me refiero a nuestro gobierno, el de los cazabrujas.
-¿Has dicho nuestro? ¿Qué quieres decir? – preguntó Alana.
El señor William se le quedó mirando unos segundos por encima de sus gafas hasta que por fin habló.
-Alana, yo soy un cazabrujas – explicó calmado – y también lo son Eleonorah, Alan y Liam.
Alana se quedó de piedra, ¿Cazabrujas? Había oído hablar de ellos en Hollow Castle. Eran personas que se dedicaban a controlar y castigar a los brujos criminales. Como una especie de organización secreta o algo así. La chica estaba molesta y enfadada.
-¡Vaya! – Refunfuñó - ¿Debería saber algo más? A lo mejor tengo una hermana gemela secreta y tampoco me lo habéis contado. ¿Por qué todos me mentís? ¿Tan difícil es contar la verdad?
-Lo siento – Se disculpó el señor William – era un secreto, además, lo hicimos para no crearte más problemas y quebraderos de cabeza.
-Cuando salíais a cenar, no ibais con vuestros amigos ¿Verdad? – Dedujo Alana – Y los viajes que hacíais no eran de negocios…
-No. Íbamos a reuniones del gobierno. Y los viajes eran misiones que se nos mandan y debemos ejecutar. Es nuestro trabajo.
-Hay una cosa… - interrumpió Matt – Battle Cross, ¿No es un colegio normal y corriente, verdad?
-Eres un chico muy perspicaz – observó el hombre entrecerrando los ojos – Es verdad, no es un colegio normal. Battle Cross es una escuela para formar futuros cazabrujas.
-¿Cómo una escuela militar? – Alana abrió mucho los ojos.
-Algo así – dijo con una sonrisa torcida el señor William.
Claro, por eso Liam y sus amigos estaban siempre en tan buena forma. Alana en el pasado se preguntaba como Liam podía estar tan fuerte y petado, sino iba al gimnasio. Ahora tenía la respuesta. Entonces la chica cayó en la cuenta, ¿Por qué Liam le había presionado tanto en la fiesta de máscaras para que le dijera la verdad de lo ocurrido la noche que se escapó de casa de los Blackborn, si sabía perfectamente que Alana era una bruja?
La puerta del despacho se abrió y entró Eleonora.
-Ya la he llamado, dice que viene de camino – informó la mujer mientras se sentaba al lado de su marido.
-El otro día, mientras tú seguías inconsciente, la señorita Wildlook ya estuvo aquí haciéndonos preguntas a todos. Aunque tenía una especia de interés en verte a ti, ya que eres la nieta de Agnes… - Informó el señor William.
-Por cierto  Alana, mientras tú dormías…
Repentinamente todos se pusieron muy serios.
-Sin rodeos, - dijo Matt armándose de valor – Fue el entierro de tú abuela.
-Pero… no pude ir… -dijo Alana mientras se le llenaban los ojos de lágrimas y se agarraba el candado.
-Está enterrada en el cementerio de Bänon, por si quieres pasar por allí… - Le dijo el señor William poniéndole una mano en el hombro.
-Pero es mi abuela… ¡Tendría que haber asistido! – Sollozó la chica mientras le caía lágrimas por las mejillas. Matt le pasó un brazo por el hombro.
-Ya… suéltalo todo… - la consoló.
Todos se quedaron en silencio hasta que la chica se tranquilizó.
-Entonces… ¿Quién será el nuevo director de Hollow Castle?
-El castillo estará cerrado hasta nuevo aviso – habló una voz femenina procedente de la puerta. Alana se volvió y vio una chica – Está todo lleno de muertos, para que ahora algún alumno coja un trauma… Además, hay que hacer reconstrucciones en varias partes del castillo, sobre todo en el ala oeste. Quedó muy dañado. – Dijo mientras cerraba la puerta, se apoyaba en ella y encendía un cigarro. Era delgada, con el pelo muy largo, le llegaba hasta un poco más para debajo de la cintura. El pelo era de color muy rojo, aunque lo que más llamaba la atención eran sus grandes ojos amarillos que tenía un aire muy… salvaje. Recordaban a algún animal muy fiero.
Encima del labio superior, tenía un lunar.
Acentuando esa mirada salvaje, justo al lado del ojo derecho, tenía un piercing (dos bolitas) que daban la sensación de rasgar el ojo.
Llevaba una camiseta de tirantes blanca, con mucho escote. Unos pitillo muy ajustados, vaqueros que le quedaban de escándalo, y unos botines con tacón muy altos. El pelo lo traía suelto, con débiles ondas, un poco aguado.
-Por cierto, soy la enviada del gobierno de los cazabrujas, Shawn Wildlook. – Dijo la joven mientras le estrechaba la mano fuertemente a Alana – Por favor, retírense de la sala, solo debo hacer unas preguntas a la chica.
Todos obedecieron y salieron por la puerta. Matt rezagándose, le dio un apretón  para infundirle ánimos y también salió por la puerta. Shawn se sentó detrás del gran escritorio frente a Alana.
-Bueno, lo primero de todo, mi pésame por lo de tu abuela…
Alana asintió compungida.
-Sé que no es un buen momento para efectuar el interrogatorio ya que sigue siendo muy reciente… el accidente, pero comprende que estamos en alerta máxima. Uno de los nuestros ha perdido el control y va matando magos inocentes… Por lo que tenemos que actuar con rapidez.
-Claro… lo entiendo – Alana respiró hondo, se armó de valor para responder todas la preguntas.
-Bien, empecemos por lo fácil – Shawn sonrió – Tu nombre es Alana Firesoul ¿no es así?
Alana asintió.
-Por lo que supongo que eres la nieta de Agnes Firesoul.
Alana volvió a asentir.
-¿Cómo era vuestra relación? ¿Tendrías algún motivo para querer matarla…?
-¡Yo no maté a mi abuela! ¡Fue Alan! Y hay muchos testigos para confirmarlo…
-Lo sé, lo se… simplemente que el gobierno tiene que barajar todas las opciones posibles, y una de ellas es que alguien haya “contratado” o manipulado a Alan para que cometiera este ataque. Y por mi parte creo que el gobierno debería dejarse de tantas tonterías y conspiraciones, para concentrarse en el verdadero problema… - Shawn expulsó una bocanada de humo
-Alan… - terminó la frase Alana. La otra chica se le quedó mirando de una manera muy intensa.
-Así es, como se descontrole más, puede ser un peligro aún más grande…
Se hizo el silencio. Shawn miraba por el gran ventanal pensativa, mientras que Alana pensaba en Alan. ¿Por qué había atacado el castillo y matado a su abuela?
-Alana – Shawn la sacó de sus pensamientos - ¿Tienes ideas de lo que han robado del despacho de tu abuela?
-¿Han robado algo?
-Sí, Agnes guardaba muchos documentos importantes, pero solo tenemos constancia del robo de unos mapas o planos…. No sé exactamente el qué, pero algo parecido.
-¿Y que contenían esos documentos? – A Alana le podía la curiosidad cada vez más.
-Lo siento, pero no estoy autorizada para revelarte esa información. Lo que “tampoco” puedo decirte – Shawn sonrió abiertamente, mientras le guiñaba un ojo – es que esos documentos son muy importantes para brujos y cazabrujas, además de peligrosos. Revelan uno de los secretos mejor guardados de ambos gobiernos. Pero como he dicho – La chica volvió a sonreír – No estoy autorizada a darte toda esa información, por lo que deduzco que no le habrás prestado demasiada atención.
Alana sonrió, aquella chica le  caía bien. Era muy directa y hacía lo que creía correcto. Se dejaba guiar por sus instintos, como un animal salvaje.
-¿Pero entonces… si no puedo volver a Hollow Castle…?
-Salgamos al patio – la cortó Shawn – tengo que daros a ti y a tus amigos una noticia.
Obedeciendo a Shawn, Alana se dirigió hacia el gran patio. Allí se encontraban Selene y Matt sentados en dos grandes rocas que había. A la chica le invadió un sentimiento de nostalgia que le daba fuertes punzadas en el pecho. Se le vino a la cabeza la imagen de dos niños chicos que jugaban entre esas dos enormes piedras.
Selene en cuanto vio aparecer a Alana, rápida como un rayo, se lanzó hacia ella envolviéndola en un fuerte abrazo.
-Fly – la voz de la muchacha sonaba hueca, ya que no apartaba su cabeza hundida en el hombro de Alana – Por fin despertaste. – Selene se apartó un poco y la miró a los ojos – Nunca vuelvas a hacer tal estupidez, ¿Me entiendes? Nunca.
-Está bien – declaró Alana mientras dejaba caer suavemente su mano en la cabecita de Selene – Siento haberos preocupado tanto.
-Bueno,  - Cortó de pronto Shawn pasando por su lado -  ¿habéis acabado ya? Tengo que deciros algo importante.
Terminaron todos sentados en un banco que había entre varios rosales. A Alana siempre le había gustado pasear por el enorme jardín que se extendía por el patio trasero de la casa. Lo bueno de la casa de los Blackborn era que al ser tan inmensa podías perderte por cualquier rincón sin que nadie te encontrase o molestase. Cuando de niños Liam y Alana jugaban al escondite, el chico nunca la encontraba, y siempre ganaba ella. Como era de esperar, Liam a quien no le gustaba perder, se hartó rápidamente de aquél juego.
-Vale- dijo Shawn mirando a Alana – ésta es la cuestión. El gobierno requiere tu presencia en Landfield para ofrecerte protección, ya que puedes estar en peligro.
-Gracias – empezó a decir Alana – pero no necesito protección, estoy bien…
-¿Qué estás diciendo? – Le cortó Selene con cara de pocos amigos – Tienes que ir, no podemos correr el riesgo de que te pase nada.
-Pero…
-No hay peros que valgan – intervino Matt – Vas a ir. Por voluntad propia o a rastras.
-Está bien – concluyó resignada Alana - ¿Y cuándo partimos?
-Lo más pronto posible – declaró Shawn – Pero primero hay que estudiar el terreno. Hay varios agentes patrullando por el pueblo ya que sigue habiendo secuaces de Alan por los alrededores. Nuestra ruta será la siguiente – Explicó – Tomaremos la salida norte de Bänon y nos adentraremos por el bosque hasta llegar a Landfield, así que os sugiero que preparéis mochilas y provisiones.
Los tres amigos asintieron. Shawn les hecho una rápida ojeada a los tres
-De acuerdo. Entonces solo seremos nosotros cuatro los que viajemos ¿No?
-Si – respondió Alana – solo nosotros.
-¿No os olvidáis de alguien? – Dijo una voz familiar a sus espaldas.
Los cuatro se giraron. Era Liam
FIN DEL CAPITULO

4 comentarios:

  1. jaja!! Seguro que ahora empieza lo bueno de verdad. ¿Me pregunto qué pasará con Erik...?

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  2. jajaja! tendras k esperar al viernes para descubrirlo... XDDDD

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  3. O_O solo queda un díaaa!!! ya tengo ganas!! =3
    Soys muy buenas escribiendo (y dinujando)

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  4. wiii!! ahora nos motivamos xDD
    Gracias, gracias xDD
    Intentamos mejorar cada dia xD

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