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sábado, 30 de abril de 2011

CAPITULO 4 !! **The Middle** (Jimmy Eat World)

A la mañana siguiente Alana (O Fly), se despertó nerviosa, ya que le tocaba hacerse un test para encontrar su habilidad afín, y de todas formas no había podido dormir mucho así que estaba un poco cansada. Ya tenía toda la ropa colocada en el armario gracias a la ayuda de Selene, que con su habilidad con el viento pudo hacer levitar la ropa, y guardarla en su sitio, aunque después se puso a hacer volar todos los peluches de la habitación formando un verdadero caos.
Se levantaron de las camas, se ducharon, y se pusieron el uniforme. Era una camisa de color gris, con una corbata morada con el escudo de la escuela, que era una flor de loto, con un sol arriba y debajo una luna. Una falda de tablas, a cuadros grises y morados oscuro.
Después para darle su toque, Alana se puso unos calcetines negros hasta los muslos, y sus botas negras, de cordones, que le llegaban hasta las rodillas.
Cuando estuvieron vestidas, Selene la acompañó hasta la puerta de la sala de profesores, donde le harían el test.
-Mucha suerte, y ánimo – le dijo a Alana dándole un apretón de manos para transmitirle tranquilidad. – Ya nos veremos en alguna clase. – Y dicho esto, se fue hacia clase.
Alana se puso delante de la puerta, respiró hondo para coger fuerza, y llamó.
Al abrir la puerta, se encontró con una sala vacía. En un extremo, una fila de mesas con papeles encima, también había 3 profesores sentados detrás de las mesas. Dos mujeres y un hombre.
El hombre era bajito, anciano, con entradas, pelo de color gris, ojos amarillo ámbar; a su lado estaba la directora, y a su otro lado, una profesora bastante alta, muy esbelta, pelo cortito, escalonado hacia delante, de color miel y los ojos naranja.
-Buenos días señorita Williams, - saludó la directora – éste es el profesor Stephen Narrow, imparte clases de historia de la magia; y ella es la profesora Theodora Greengross, imparte clase de Herbología y pociones.
Alana hizo una inclinación de cabeza.
-Por favor, póngase en el centro de la sala, la profesora Greengross le proporcionará una poción que potenciará sus poderes durante un corto período de tiempo.
La profesora se levantó y le entregó un frasquito de color morado intenso.
La chica lo abrió, y le vino un intenso olor a mar. Reunió coraje y se lo tomó del tirón.
Al momento le empezó a entrar mucha calor y su marca de la muñeca le empezó a escocer.
Se quitó su muñequera de cuero, y apreció que la marca se le había coloreado de un color plateado azulado.
-¿Pero qué…? – Dijo Alana asustada.
-Tranquila, no te asustes, es algo normal que te escueza tu marca. Cada vez que el cuerpo de un mago nota que ha llegado el momento de encontrar su habilidad o afinidad, toda la magia que lleva acumulada, reacciona y crea una especie de quemadura, o en tu caso, que te escueza la marca de nacimiento. Esta marca sirve para identificarnos entre los magos, cada vez que nos acercamos a alguien con “la marca” lo notamos instantáneamente.
Alana suspiró aliviada.
-Bien, primero comencemos por algo sencillo, quiero que cierres los ojos, y te imagines una pompa de jabón. Intenta concentrar todo el poder dentro de ella.
Alana cerró con fuerza los ojos, apretó los puños y se concentró.
-Bien, un poco más… cuando veas que no puedes seguir conteniendo más ese poder, estira tu mano izquierda, y explota esa pompa de jabón imaginaria. Veremos lo que pasa – Dijo tranquilamente la profesora.
Alana seguía con los ojos cerrados, intentando concentrar todo su poder dentro de la burbuja, lo intentaba con todas sus fuerzas, pero no sentía nada especial.
De repente, se le pasó por su mente, la luciérnaga que había visto ayer, “Que raro”, pensó la chica,
Entonces su pompa mental explotó. La chica, asustada, abrió los ojos esperando ver algo raro a su alrededor, pero nada, todo seguía igual.
Alana no pudo evitar sentirse un poco decepcionada consigo misma, ¿Y si realmente no era una bruja? Pero, eso no era posible, ayer había curado a aquella pequeña luciérnaga…
-Vaya querida, no está mal – Le sacó de sus pensamientos la directora.
Alana sorprendida, volvió a mirar a su alrededor, pero seguía sin ocurrir nada, entonces, notó como una especie de revoloteo en su mano. Sorprendida se dio cuenta que tenía en ella, la misma luciérnaga de ayer.
Alana sonrió satisfecha e ilusionada a la vez.
-Muy bien, muy bien – la alentó el profesor Narrow. – ahora comprobemos si es corpórea o no, por favor, deje que la pequeña luciérnaga vuele.
La chica, un tanto desilusionada, acabó de abrir la palma de la mano, y la impulsó hacia arriba.
La pequeña luciérnaga salió revoloteando, aunque no se alejó mucho, daba vueltas alrededor de la chica. Alana volvió a sonreír. El profesor Narrow alargó la mano sobre la mesa, y con el dedo toco a la luciérnaga.
-¡Vaya! – Exclamó sorprendida la profesora – veo que tenemos entre nosotras a una realudibrimus…
Al ver que Alana ponía cara de incertidumbre, la directora añadió:
-Es decir, los que tienen la capacidad de crear objetos de la nada, ilusiones corpóreas…
-Bueno, - dijo el profesor -  ahora que sabemos cuál es tu habilidad, acércate a la mesa para rellenar tu horario de clases.
Alana obedeció y se acercó a la mesa, pero ocurrió algo extraño. En el momento en que se puso al lado de una vela encendida que había en la mesa, ésta se convirtió en una llamarada, derritiendo toda la vela. Alana asustada retrocedió dando un traspié. Los profesores se quedaron mirando a la chica, y a la vela consumida con la boca abierta.
-Interesante – Dijo el profesor Narrow sonriendo – Bien, probemos una cosa, por favor señorita Williams, vuelva a colocarse en el centro de la sala.
Alana asustada, volvió al centro. ¿Qué había pasado? La chica pensó que le podía haber hecho daño a alguno de los profesores y que a lo mejor la expulsaban. Pero no había sido su culpa.
-Por favor, profesora Greengross, proceda. – Dijo la directora pasándole una bolsita con polvos negros.
La profesora se levantó y se colocó frente a la chica.
-Bien, señorita Williams, no se asuste, sólo queremos comprobar una cosa ¿De acuerdo?
Alana asintió medio asustada.
La profesora se echó unos cuantos polvos en la palma de la mano, la levantó y se los sopló a Alana encima.
En un momento los polvos se habían convertido en llamaradas que iban directamente a su cara. Alana aunque le habían dicho que no se asustara, no pudo evitarlo, y como un acto reflejo levantó las manos para protegerse. Deseó que las llamas se apartaran y desaparecieran, y fue exactamente lo que pasó.
Las llamas antes de llegar a ella, se pararon y durante un segundo quedaron en el aire, desapareciendo después.
-¿Está loca? – Le dijo molesta a la profesora – podría haberme hecho mucho daño.
-Tranquila – le dijo la profesora Greengross – es solo una ilusión que he creado para comprobar si podías dominar el fuego. Y parece que si puedes – sonrió ampliamente – mírese la muñeca.
Alana dirigió su mirada dónde le indicó la profesora, y se quedó sorprendida. La marca en media luna le brillaba de nuevo con ese tono gris azulado, pero alrededor aparecieron trozos rojos anaranjados, que formaban cómo una gran llama envolviendo la luna.
-¿Pero que me ha pasado? – preguntó maravillada Alana.
-Eres ignómata – dijo la profesora Greengross sonriendo – controlas el fuego.
-Pero también soy realudi… no sé qué – pensó en voz alta Alana – eso quiere decir que soy…
-Una bisollertiae – le terminó la frase la directora.
Alana la miró y vio que tenía una sonrisa triunfal en el rostro.
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Alana se encontraba en el pasillo mirando su horario: eran las 10.15, estaba a punto de comenzar Historia.
Se dirigió a la segunda planta.
Por el camino veía a muchos grupos de chicos, de distintos aspectos, pero todos con el mismo uniforme. Algunos de los chicos, al pasar la Alana, se la quedaban mirando. La chica supuso que era porque había llegado en mitad del primer trimestre, y sentirían curiosidad por una chica nueva. No podía dejar de pensar emocionada en qué consistiría cada clase. Miró el horario de nuevo, y leyó las asignaturas: Magia elemental, Magia blanca, Psicomancia… ¡Hasta defensa personal! De repente se puso nerviosa, y empezó a revolvérsele el estómago. ¿Y si no lograba encajar? ¿Y si lo hacía todo mal? ¿Y si no servía para todo aquello? Todo era nuevo para Alana, y no sabía muy bien como encajarlo. De la noche a la mañana había pasado de ser una chica limpiando en una casa, sin futuro, sin amigos, ni nada, a ser una chica con amigos, en un colegio mágico, con muchas cosas que aprender y todo por hacer.
-“Uno de mis sueños se ha hecho realidad” – Pensó contenta Alana recordando el deseo que  le pidió a la estrella fugaz la otra noche.
Después de preguntar a varias personas dónde estaba el aula donde se iba a impartir Historia, la encontró finalmente. La puerta estaba abierta, y algunos alumnos entraban en la sala. Tomó varias veces aire y entró. El aula era bastante amplia, con pupitres ordenadamente colocados en dirección a la mesa del profesor. Atrás había una amplia pizarra electrónica y en la parte izquierda había un amplio balcón con las puertas abiertas, colándose por ella una suave brisa que mecía las cortinas. Algunos chicos y chicas ya se estaban sentando en los asientos, así que Alana empezó a mirar donde sentarse.
-¡Fly! – le llamó una voz familiar.
Era la pequeña Selene, que se subió a la mesa mientras felizmente, le agitaba los brazos enérgicamente para llamar su atención. Matt estaba al lado suyo, intentando bajar a Selene y Tayson miraba la escena resignado, desde el pupitre de atrás.
-¡Honey! – Saludó Matt - ¿Cómo te ha ido todo?
La chica les contó todo lo que le había pasado y cuando terminó, todos parecían emocionados e incrédulos a la vez.
-¿Tú? ¿Una bisollertiae? – Tayson parecía dudarlo
-¡Es fantástico! – Gritó Selene – ¡mi compi es como yo! ¡Formemos el club privado de las bisollertiae!
-Realudibrimus e ignómata… - dijo feliz Matt – ¡eso es súper fantástico!
-Chicos sentaos, que ya viene el profe – dijo Tayson sentándose en su silla.
Al final Alana acabó sentándose con Selene, justo en los pupitres que había delante de Matt y Tayson. El profesor, que era el mismo que le había hecho el test, ya estaba en su mesa sacando su libro.
-Buenos días – saludó alegremente el profesor.
-Buenos días profesor Narrow – saludaron los alumnos.
-Ayer llegó una alumna nueva al colegio – informó Narrow – es la señorita Alana Williams – dijo mirándola directamente – espero que seáis amables y hospitalarios con ella.
Alana se puso colorada.
-Y ahora sacad vuestros libros por favor – pidió el profesor
Todos le hicieron caso. Alana miró a su alrededor preocupada, ella no tenía libro. Volvió a mirar al profesor Narrow, y éste le guiñó un ojo. Cuando bajó la mirada, un libro de título: “Historia de la Magia” estaba en su mesa. Volvió a mirar al profesor y le sonrió.
-Bueno, - empezó el profesor Narrow – hoy vamos a seguir con las conquistas de las sirenas y los tratados de paz de los tritones.
Alana no había oído una historia tan descabellada y fascinante al mismo tiempo. Y pensar que ocurrían y habían ocurrido cosas tan emocionantes todos los días, y ella sin saber nada de aquel mundo tan interesante… le entró rabia de pensar en todos aquellos años perdidos en casa de los Blackborn mientras el patán de Liam le hacía la vida imposible. Si hubieran surgido sus poderes antes, seguramente habría sido todo muy distinto…
-… la coronación de Telxípea en el año 1352 causó la consolidación de los reinos de Shalménbrica… - seguía explicando el profesor.
La chica se pasó toda la hora y media prestando atención sin desconcentrarse ni un solo segundo. Cuando sonó el timbre, Alana se sobresaltó. No se podía creer que la hora se le hubiera pasado tan rápidamente. Al salir de la clase, la muchacha estaba muy emocionada por su primera clase:
-Ha sido una pasada – explotó llena de alegría – no sabía que la historia podría ser tan interesante.
Matt y Selene se le quedaron mirando como si estuviera loca de remate, en cambio Tay, le sonreía.
-Por fin encuentro alguien que cree que las clases son interesantes – se alegró Tay poniéndose bien las gafas.
-Eso es porque eres un maldito empollón – le recriminó Selene sacándole la lengua, después abrazó a Alana – no te preocupes, no te dejaremos caer al lado oscuro de la fuerza.
-¿Cómo puedes decir que historia es interesante? – Matt bufó – pero sí creo que es la asignatura más aburrida de todas.
-Si supierais cómo es la asignatura de historia que dan los demás, no diríais que es aburrida. – contestó Alana.
En clase tenía que concentrarse para no quedarse dormida, y es que su profesor de historia antiguo hablaba susurrando  y arrastrando las palabras de un modo que hacía que la gente se quedara dormida en clase. Sin duda, historia de la magia era mucho mejor.
-¿Qué clase tienes ahora Fly? – le preguntó Matt.
Alana sacó el horario de su mochila y lo miró.
-Tengo magia elemental – contestó
-¡Guay! ¡Como nosotros! – Gritó Selene emocionada – Esta es una de las clases que más me gustan.
-Esta asignatura te ayuda a controlar mejor los elementos – le explicó Tay – por ejemplo el agua, la tierra y eso. Los que tienen una habilidad elemental como por ejemplo tú,  Alana, o en caso de Selene, con habilidades elementales, ésta clase es de mayor importancia y se os contará más para la nota, además, los profesores de cada asignatura, suelen dar mucha más caña a los alumnos que tengan una habilidad que sea más afín a su asignatura. – Tayson rió – Así que ya te puedes estar poniendo las pilas.
-Gracias por ponerme más nerviosa de lo que estaba – dijo Alana con ironía – Además, ahora me has acojonado.
-No te preocupes Honey – la calmó Matt poniéndole una mano en el hombro – el profesor Freeman es muy buena gente y amable, no tendrás problemas.
Al llegar a clase Alana se encontró con un aula bastante parecida a la de historia, solo que en las paredes había cuadros de varias personas, y otra puerta en el lado derecho de la clase. Poco a poco fue llegando la gente hasta que la sala estuvo llena de alumnos. Finalmente llegó el profesor, pero éste en vez de sentarse en su sitio, se dirigió hacia la puerta que había y la abrió añadiendo:
-Hoy toca clase práctica, así que vamos a la sala de entrenamientos.
-¡Qué bien! – comentó Selene alegre. Cogió de la mano a Alana tirando de ella para dirigirse rápidamente a la sala por la que había entrado el profesor - ¡Vamos Fly!
La habitación en la que entraron eran muy amplia, y el techo era muy alto. Las paredes y el suelo eran de un metal y tan solo había unas pequeñas ventanitas arriba del todo. Unas enormes luces iluminaban cada rincón de la habitación.
-Hoy vamos a practicar las descargas eléctricas a objetivos fijos – explicó el profesor – Bien, coged esas latas vacías y repartíos individualmente por la sala.
Los alumnos fueron a coger las latas y se colocaron por la habitación.
Alana fue a seguir a sus compañeros pero el profesor se puso delante.
-Buenos días señorita Williams, soy el profesor Angus Freeman – se presentó amablemente el profesor.
-Bueno días – saludó ella.
-Usted hará otro ejercicio debido a que no sabe nada de esto todavía. – Le explicó – tengo entendido que es ignómata, así que vamos a empezar con un ejercicio sencillo.
Chasqueó los dedos y a su lado apareció una pequeña mesa con varias velas.
-Hoy intentará hacer aparecer una llama y manejarla a su antojo. – Viendo la cara de inseguridad de Alana, añadió – no te preocupes, parece difícil, pero no lo es. Solo tiene que concentrarte, pensar en el fuego, en su calor y desear que aparezca.
-De acuerdo – asintió Alana
-Vendré de vez en cuando a ver cómo vas, y si te puedo ayudar en algo – y dicho esto se fue.
Alana, apesumbrada, pensó que nunca iba a lograr hacer aparecer fuego, pero después siguiendo los consejos del profesor, consiguió encender una vela. Resultó no ser tan difícil y cuando ya llevaba una hora y cuarto practicando, había logrado encender todas las velas. Aunque la chica se sentía como una idiota, apartada del resto de la gente, con un nivel tan bajo, estaba emocionada. El profesor, que iba a ver cómo iba cada poco tiempo, la felicitaba por sus progresos. Claro que eso no era nada comparado con lo de Selene. Su amiga, que parecía estar pasándoselo de lo lindo, hacía aparecer en sus manos esperas de electricidad, que lanzaba con rapidez y precisión a las latas, que acababan fritas literalmente. Los chicos que tenía al lado la miraban con una mezcla de temor y admiración al mismo tiempo y el profesor la felicitaba constantemente. Se notaba a la legua que el alumno favorito del profesor Freeman era la pequeña Selene.
-Chibiyue, hoy te has vuelto a superar – la elogió Matt cuando terminó la clase.
-Es que hoy me sentía potente. – Le explicó alegremente Selene – tú has estado fantástica Fly.
-Si con fantástica te refieres a encender una insignificante vela…
-No digas eso – le dijo Matt – yo el primer día no pude ni congelar un dedal, así que… - miró a Selene – todos deberíamos fijarnos y tomar como ejemplo de cómo lo hace Chibiyue.
-Bah, - soltó Tay – tampoco  lo hace tan bien.
Por ese comentario Tay se ganó una descarga de Selene.
Pasaron los días, y después, los meses. Alana cada día mejoraba más. Gracias a las clases particulares del profesor Freeman y la directora, que impartía Psicomancia, la chica se convirtió en una de las mejores alumnas de la clase. Para Alana, lo mejor que le había pasado en la vida, era haber entrado en Hollow Castle.
Además, gracias a todos los profesores,  había llegado a aprender una barbaridad acerca de la magia. Gracias a la profesora Proud, que daba magia blanca, había aprendido a curar y a proteger a las personas; su hermana gemela, la profesora Purewise, le había enseñado a cuidarse de la magia negra, con la profesora Todd, de hechizos básicos, había aprendido a hacer unos hechizos muy útiles; la profesora Greengross, le había mostrado la utilidad de muchas plantas en Herbología, y el profesor Freeman le enseñó a dominar los elementos; la señorita Morgenstern le mostró el lenguaje de las estrellas, el profesor Narrow le desveló el origen de la magia. Gracias al profesor Tsukushi había aprendido como defenderse de otros sin habilidades mágicas, y la directora la había ayudado a fortalecer su mente y mejorar su habilidad de crear objetos de la nada.
Alana se sentía una persona nueva, más fuerte y segura de sí misma, dejando atrás aquella chica perdida, sin sueño y sin futuro.
-------------------------------------------------   (SELENE)
-Menudo rollo – comentó Selene apoyando la barbilla sobre sus manos.
Alana y ella se hallaban en el aula de Psicomancia esperando a que llegase la profesora  dar clase. En la anterior hora habían dado historia, la clase que según Selene era la más aburrida. Aunque lo bueno era que solo tenía dos horas a la semana, por lo que no tenía que sufrir mucho. Selene se hallaba sumida en sus pensamientos cuando Alana, que se sentaba a su lado, le dio un codazo.
-Presta atención, - susurró la chica – que después no te enteras de lo que hay que hacer.
Selene parpadeando varias veces, vio que la clase ya había comenzado y que la directora estaba hablando.
-Hoy quiero que intentéis realizar un ejercicio complicado – explicó la profesora recorriendo la clase con la mirada – vais a intentar hacer una premonición de vuestro compañero, el que tengáis al lado. No espero que os salga a la mayoría, pero si os esforzáis podréis hacerlo. Además, los que consigan hacerlo se llevarán una buena nota que tendrá valor en las calificaciones finales. – Añadió – Ya podéis comenzar.
-Uf, no creo que lo consiga – informó Alana haciendo una mueca – empieza tú.
-¡JA! – Rió Selene – eres una cagada, nunca quieres empezar ningún ejercicio tú primero.
Alana sonrió y le sacó la lengua. Selene le puso la mano encima del hombro, e intento concentrarse.
-No me des ninguna descarga ¿eh? – bromeó Alana.
Selene pensó que era increíble lo bien que se llevaban las dos chicas, y que en los pocos meses que había estado juntas, se habían convertido en muy buenas amigas. La chica admiraba mucho a Fly, por cómo era y todo lo que había mejorado en pocos meses. Incluso teniendo el pasado que tenía  Alana. Hace unos días que Fly había decidido contarles toda su vida a ella y a los chicos, y desde aquel día la apreciaba mucho más que antes. Se había dado cuenta de que en comparación con su amiga, Selene era una niñita un poco mimada y caprichosa, que no apreciaba lo que tenía.
-“Es increíble” – Pensó Selene, cuando Alana terminó de contar su pasado – que una chica que no tiene padres, ni familia, ni hogar, con la directora como tutora y con todo lo que le ha pasado siempre, tenga una sonrisa en los labios para regalarnos a todos. Aun sabiendo que cuando salga de aquí no va a haber nadie que la reciba con los brazos abiertos, y le diga: “Bienvenida a casa”.
Selene miró a Alana con detenimiento: sus grandes ojos color gris plateado la miraba fijamente y sus labios carnosos formaban una sonrisa burlona.
A Selene, Alana siempre, desde el primer momento en el que la vio, le había recordado a un tipo de piedra mágica llamada Sherkia. La piedra era muy bonita, de color negro y gris brillante, igual que el pelo y los ojos de su amiga. Eran piedras muy valiosas, y si las cuidabas bien no pasaba nada; pero si se las manipulaba sin ningún tipo de cuidado, ardían fieramente y no se podían apagar, y cuando las llamas llegaban al núcleo, explosionaban, liberando tal cantidad de energía, que podía llegar incluso a destruir un pueblo entero. Alana era igual que aquella piedra.
-¿Qué pasa? – le preguntó Fly bromeando - ¿Tengo monos en la cara?
-No – le contestó Selene – pero si me hablas, es imposible mantener la concentración, y así, no hay premonición ni nada.
-Bueno, ya vale – habló Alana – ahora me toca a mí intentarlo, que tú ya llevas mucho tiempo.
-De acuerdo – se rindió por fin Selene.
Pero de pronto pasó algo. Justo cuando fue a quitar la mano de su compañera, sintió que algo tiraba de ella hacia arriba. La chica cerró los ojos asustada por la sensación, aunque después los fue abriendo lentamente. La clase había desaparecido, y estaban en un lugar completamente blanco. No era una habitación ni nada de eso, simplemente no había nada.  Selene se giró para buscar alguna salida y se encontró con que allí también estaba Alana, a unos seis metros de ella. Fue a acercarse y hablar con ella, pero por más que andaba no se movía de su sitio.
-“Esto debe de ser una premonición” – pensó Selene.
De repente aparecieron un grupo de personas a las que no se les veía la cara, la chica quería ver quieres eran, pero como en algunos sueños, no podía ver sus rostros. En el grupo había dos personas que estaban más cerca de Alana, mirándose fijamente la una a la otra. Selene no sabía cómo interpretar aquello. Un segundo después, la sala se fue oscureciendo progresivamente, y un sentimiento de angustia, dolor y miedo intenso, azotaron el corazón de Selene. Ésta, sorprendida, se llevó la mano al corazón cerrando los ojos con fuerza, y cayendo  de rodillas contra el suelo. Un grito desgarrador hizo que Selene abriera los ojos y mirara al frente. Alana estaba también arrodillada en el suelo, llorando con la cara llena de sangre y un cuerpo sin vida entre sus brazos, mientras gritos desesperados resonaban por todas partes. La chica, a la que le latía el corazón con fuerza, cerró los ojos y se tapó los oídos con las manos, deseando que todo acabara.
-Selene – la llamó una voz.
-¿Qué? – respondió la joven abriendo los ojos.
Otra vez estaba de vuelta en el aula con Alana sentada frente a ella sonriendo.
-He dicho que ya me puedes soltar. – Le dijo señalando la mano de Selene que se cerraba fuertemente en el hombro de Alana – a no ser que quieras destrozarme el hombro.
-Lo siento – retiró la mano rápidamente.
-Estas sudando – observó Alana.
-Es que tengo calor – mintió. No podía contarle lo que había visto, sin duda debía de ser un error.
-¿Has tenido alguna premonición? – se interesó su amiga emocionada.
-No – contestó Selene con una sonrisa forzada. Estaba temblando. – En absoluto.

FINAL DEL CAPITULO =D!!

6 comentarios:

  1. >.< ¡que intriga! ais, y ahora a esperar al siguiente capítulo, jajaja.
    Me encanta chicas :) ¡¡seguid así!!
    Saludos

    María

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  2. Hola chicas!!!!!
    un GRAN capítulo!! espero con muchas ganas el siguiente!!!!
    un beso!! :)

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  3. Graciaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!! nos alegramos de que os guste =D

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  4. Weeee
    Sabia que Fly tendria mas de un poder!!!
    Muy buena istoria, seguir escribiendo ^^
    Besitos!!

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  5. O_O me a encantado el final ya quiero saver a q viene esa premonicion =O

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