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lunes, 25 de abril de 2011

CAPITULO 3 **Fireflies** (owl city) ((por una vez no es rock =D))

-¡Matt! – Gritó alegremente la compañera de Alana mientras corría hacia el chico y le abrazaba - ¿Se puede saber por qué narices abres así la puerta so cacho de burro? – le regañó
-¡Ay! – se quejó él, mientras la apartaba - ¿Por qué me muerdes?
-Porque has sido malo – respondió la chica mientras le sacaba la lengua.
-¡Matt! -  dijo otro chico más bajo, y moreno que acababa de entrar por la puerta. Tenía el pelo corto, con gafas y los ojos marrones muy oscuro con pecas en las mejillas. Vestía unos sencillos pantalones vaqueros, con una camisa de mangas cortas amarilla y unas zapatillas de deporte  – Espera, que la chica nueva ya está…
-Ay Tay, cariño mío, has llegado un poquito tarde ¿No crees? – Dijo Matt mientras se giraba con gracia para ver al otro chico.
El chico moreno se giró, y se sonrojó cuando vio que Alana le estaba mirando.
-Ho-hola – saludó tímidamente el chico – me llamo Tayson Moreno – le tendió la mano.
Alana se la estrechó.
-Yo soy Alana Williams.
Matt se puso entre medio de los dos con teatralidad.
-Oh, es verdad – empezó – que mal educado. Soy Matthew Greeney.
El chico era muy alto y delgado,  y unos grandes ojos azules claros.
-¿Tú te has presentado? – Le preguntó Tayson a la compañera de Alana con cara de no fiarse un pelo.
-¡Anda! – dijo la otra con cara de inocente, poniéndose las manos en la boca – No me he dado cuenta – corrió hacia donde estaba Alana y le dio un fuerte abrazo, mientras le decía - ¡Hola compi nueva! ¡Me llamo Selene Shootingstar! ¡Y voy a ser tu mejor amiga!
Selene empezó a reírse, mientras cogía todos los peluches de su cama y comenzaba a tirarlos por los aires.
Mientras tanto, Tayson, se ponía bien sus gafas y se sentaba en una silla, Matt, se acercó al centro de la habitación y cogió el peluche sin cabeza, lo levantó y dedujo:
-No sé por qué me da, que esto no lo has hecho tu Alana, cariño…
-Cuando yo llegué, estaba ella – dijo señalando a la feliz Selene – sacándole el relleno…
-Ya me imaginaba yo… A ver Honey, ¡¿Se puede saber que diantres te ha hecho el señor Manchitas?! – Regañó Matt a Selene.
-El señor… ¿“Manchitas”? – Dijo Alana mientras ponía cara rara.
-Sí, vete acostumbrando, te has ido a topar con un grupo un tanto “especial”, o sino, espera y verás… - Advirtió Tayson desde el otro lado de la habitación.
-¡Yo no he hecho nada!, ¡Estaba así cuando llegué! – Dijo Selene mientras hacía “pucheritos”
-¡Chibiyue! ¡No seas mentirosa!
-¡Yo no soy mentirosa! ¡El señor Manchitas no ha querido tomarse su medicina cuando le correspondía! y… y…
-Mierda, se está empezando a enfadar, Alana, te aconsejo te pongas a cubierto – Volvió a advertirle Tayson.
-… ¡Y a mí, nadie me desobedece! ¡Por lo que el señor Manchitas merecía ser castigado! – Mientras decía esto, empezó a soplar un fuerte viento, y el pelo de la chica empezó a electrificarse - ¡TENIA QUE SER DECAPITADO! ¡DECAPITADO!
Ahora que se fijaba Alana, el señor Manchitas estaba todo empapado por dentro. La muchacha pensó que aquella gente era muy rara.
-“Pero por lo menos – pensó – no estoy en casa de los Blackborn” – mientras sonreía.
Un rato después, cuando Selene se hubo calmado, y Matt recogió todo el relleno del suelo, Tayson se dirigió a Alana:
-¿Te han enseñado ya el colegio? – Le preguntó a Alana mientras se ponía bien las gafas.
-No, todavía no – le respondió ella – me han traído aquí y… - dirigió una mirada hacia Selene, la cual estaba tranquila mirando por la ventana – no he salido más. La profesora me dijo que mi compañera me enseñaría el colegio, pero puedo verlo yo sola.
Selene giró la cabeza hacia ella y se puso en pie.
-¡Ah! No, de eso nada -  le cogió de la muñeca y la arrastró hacia la puerta - ¡Nos vamos al centro!
-¡Esperad! – Gritó Matt eufórico – Nosotros también vamos – cogió a Tayson, quien tenía cara de mártir, por la espalda, y se dirigió hacia la puerta.
-¿Centro? ¿Qué centro? – Preguntó Alana sin fiarse.
-Pues al pueblo, ¿Dónde va a ser? – contestó Matt.
-Pero, es que… - Empezó Alana
-Hoy es domingo - Dijo Selene alegre -  ¿Dónde quieres meterte?, hoy hay que salir, ¡Fiesta!
-Fiesta no ¿eh? – Dijo Alana mientras se le dibujaba una sonrisa, la primera sonrisa desde que llegó.
-Alana – le explicó Tayson – No vamos a una fiesta de verdad, es que es una frase que dice muchas veces.
-Pero si yo todavía tengo que deshacer las maletas…
-¡FIESTAAAAAAAAAAAAAAAAA!
El centro estaba abarrotado, como todos los domingos. Había mucha gente joven por las calles con sus pandillas, aprovechando el día libre y el tiempo tan bueno que hacía.
-Bueno – dijo Tayson desperezándose - ¿Dónde quieres ir?
Matt le dijo a Selene algo en el oído. A la chica se le iluminó la cara y dando saltitos, canturreó:
-A la tienda de chuches. ¡De chuches!
-Está bien – Dijo Tayson  cansinamente. A Alana le recordó a un padre cansado de dejarse arrastrar por sus hijos.
La tienda de chucherías era pequeñita, pero tenía un montón de cosas. Había de todo: regaliz, saras, nubes de azúcar, chupachups, chocolate… El paraíso de los niños pequeños… y de Selene, quien se estaba volviendo loca, comprando de todo. A Alana por el contrario le empachaban mucho las cosas dulces, y prefería lo salado. Al final, salieron de la tienda cargados de cosas (La mayoría de Selene)
-¿Y para qué quieres tantas chucherías? Esto es demasiado – Dijo Alana a la chica.
-Es que tiene que durar para toda la semana – contestó Selene.-Después le dirigió una mirada de rencor a Tayson – Además, éste se las come casi todas.
-¡Eso no es verdad! – Dijo dolido Tayson, aunque después se sonrojó un poco – Bueno, algunas sí que me como.
-¿Queréis ir a la tienda de música? – Preguntó Matt.
-¡Sí! – Dijo animadamente Selene – quiero tocar el piano
-Dirás, intento de tocar el piano ¿No? – se mofó Tayson.
Selene le dirigió una mirada asesina, después se giró hacia Alana de nuevo sonriente.
-¿Sabes tocar algún instrumento? – le preguntó
-Pues ahora que lo dices, si - le contesto – se tocar el piano.
-vaya, eso sí que es curioso – habló Matt -¿Quién te enseñó?
-Pues… -  empezó Alana poniéndose nerviosa – me enseño el señor Blackborn.
-Me suena de algo ese nombre – dijo pensativo Tayson - ¿Cómo es?
Matt, viendo la cara de agobio de Alana intervino:
-Bueno, otro día nos lo contara Tay, ahora vamos a la tienda.
-Gracias – le dijo Alana a Matt, mientras Tay y Selene andaban delante de ellos.
-No hay que darlas – le contestó, guiñándole un ojo – si no quieres contar algo, no estás obligada.
Alana sonrió amablemente. Puede que el grupo fuera rarito, pero con esa gente se sentía a gusto, como de la familia. Se sentía feliz. Pero la felicidad le duró poco. Cuando fueron a entrar en la tienda de música, Alana se paró en seco. La angustia la invadió de nuevo, impidiéndole respirar. Ahí estaba, dentro de la tienda, con su verde mirada ausente, Liam.
-Vamos Alana – le llamó Tayson. Los demás se giraron al ver que no avanzaba - ¿Qué te pasa?
-Me duele mucho la cabeza – dijo Alana, quien no podía apartar su mirada de Liam ¿Por qué tenía que verlo de nuevo? No quería saber nada más de él, y este parecía que aparecía a posta para atormentarla – y me estoy mareando. No quiero estar con tanta gente, me agobio.
Selene siguió su mirada hacia Liam, y entrecerró los ojos. Matt pareció darse cuenta, y se volvió cogiéndola del brazo.
-Está bien – dijo alegremente el chico – vámonos al sitio de siempre.
Volvieron a los terrenos del colegio, pero en vez de entrar dentro, se dirigieron hacia un bosque  que había un poco alejado.
-¿Debería saber algo, o lo cuentas otro día? – susurró Matt, pues seguía cogido del brazo de Alana.
Selene iba delante, subida a la espalda de Tayson mientras le gritaba que corriera más.
-Mejor otro día – suspiró ella – ahora no estoy preparada.
-De acuerdo – Dijo Matt.
Seguían andando tranquilamente por el bosque, oyendo cantar a los pájaros, cuando se le ocurrió preguntar algo.
-Esto… - empezó. Matt la miro amablemente – Selene es siempre así de…
-¿Loca? – Matt rió – No. Parece una loca y eso, pero en realidad es muy inteligente, se fija en todo. Sólo que se hace la tonta.
-Pero… ¿Por qué? – Alana no lo entendía.
Matt se encogió de hombros.
-Porque es así, es simplemente ella.
-Vaya… que curioso…
-Y no solo es “rara” en eso, también es una bisollertiae – Comentó Matt.
Al ver que la chica ponía cara de incertidumbre añadió:
-¡Vaya!, veo que eres nueva en todo esto, ¿No son tus padres brujos? ¿O tienes alguna familia cercana a la magia?
-No tengo familia, mis padres murieron.
-“vaya… que curioso…” – Sonrió Matt mientras la imitaba.
Alana le devolvió la sonrisa.
-Pues verás, como ya sabrás… - se quedó pensando -  o no… los magos pueden dominar un tipo de habilidad mágica: Fulmens, Ignómatas, Mutos…
-Ful… ¿Qué?
Matt volvió a sonreír.
-Magos que manejan la electricidad, el fuego, que pueden cambiar de forma…
-¡Vaya! – comentó Alana.
-Pues lo dicho, cari, que Chibiyue es una bisollertiae, es decir, que puede manejar dos tipos de habilidades mágicas, y no, antes de que lo preguntes, son raras las personas que pueden manejar dos tipos de magia. Y sino, fíjate cuando Selene se enfada.
Matt señalo a Selene, que acababa de caerse de encima de Tayson, y se levantaba con cara de enfadada.
-Fíjate que de repente se girará mucho viento -  y así fue, de repente empezó a soplar un fuerte viento – Esa es una de las habilidades que maneja, el viento, por lo tanto es Aerus, Y la otra es…
-¡Su pelo!, parece como si tuviera electricidad…
-¡Bingo!, la otra habilidad es la electricidad, Fulmens – Dijo Matt contento de que lo pillara. – Tayson, bueno, lo puedes ver ahora por ti misma – señaló con la cabeza en dirección al chico. Cuando Alana le miró, se quedó con la boca abierta.
Tayson se concentró y empezó a cambiar. Empezó a decrecer, a salirle pelo y en un instante, en el lugar donde había estado el chico, había un pequeño y adorable hurón albino, de ojitos rojos.
A Selene le cambió la cara de enfado a una de adoración. Cogió al pequeño hurón y lo espachurró en un fuerte abrazo, mientras gritaba.
-¡Que mono! ¡Vale, te perdono!
-¡Es increíble! – Señalo Alana – puede convertirse en animal.
-No solo en animal – le explicó Matt – puede transformarse en todo lo que quiera. Es un muto.
-¿Y solo tiene una habilidad?
-Si, como ya te dije antes, es muy raro tener dos habilidades. Pero con esto no quiero decir que no se manejen las demás habilidades, solo que tienes más “potencia” con una en específico.
-¿Y tú?, ¿Cuál es tu habilidad? – Preguntó con curiosidad la chica.
Matt volvió a sonreír, frunció un poco el ceño. Al momento se volvió a girar una ráfaga de viento, pero esta vez muy frio. En la mano del chico empezó a formarse mucha escarcha.
-Para ti – Dijo Matt mientras le tendía una rosa hecha de hielo.
-¡Impresionante! – añadió sorprendida Alana.
-Lo sé, forma parte de mi encanto – dijo mientas guiñaba un ojo.
-Matt es un gelugis – dijo Selene de repente, apareciendo por detrás.
Alana pego un bote.
-¿Cómo has aparecido detrás tan silenciosamente? – preguntó la chica con la mano en el corazón, que le latía muy rápido.
Selene rió, y se puso como si estuviera meditando. Esta, empezó a levitar y a mecerse suavemente.
A cada minuto que pasaba, Alana alucinaba más. Todo aquello era fantástico, y se moría de ganas por poder hacer algo ella también.
-¿Y cómo puedo saber qué tipo de habilidad manejo yo? – preguntó con curiosidad.
-Normalmente – añadió Tay mientras volvía a convertirse en humano -  todos los que ingresan en Hollow Castle, ya saben qué tipo de habilidad manejan, ya que se les manifiesta desde pequeños.
Alana puso cara de tristeza y preocupación.
-¡Peeero! Siempre hay alguna excepción, como pareces ser tú, en cuyo caso, creo, que te harán como una especia de test, o algo raro mañana.
-Pero tranquila, no te pongas nerviosa, seguro que te sale muy bien – intentó animarla Matt.
De repente pararon. Alana estaba a punto de preguntar por qué no seguian caminando, cuando vio que se hallaban en un claro del bosque.
Formaba una especia de círculo, rodeado de espesos árboles, y matorrales con flores y con rocas grandes repartidas.
-Bienvenida a nuestro sitio de siempre – Habló Tayson, frente a ellos con los brazos abiertos.
-Es bonito – opinó  Alana
-Y no lo has visto todo – le confesó Selene guiñándole un ojo.
Cogió a Alana por debajo de los brazos, y se impulsaron hacia arriba. La chica notó una suave brisa que la envolvía, le acariciaba la cara, y mecía su pelo. Unos segundos más tarde, se encontraban en una habitación hecha de madera. Era pequeña, con ventanas en cada pared, y en frente una mesita hecha de madera, con cuatro sillas.
-Siéntete como en tu casa – Dijo Matt que acababa de trepar por las escaleras. – Siéntate.
Alana se sentó mirando todo emocionada. Siempre había querido entrar en una casa del árbol. De pequeña oía siempre a los demás niños decir que tenían bases secretas o casitas en los árboles, y aunque nunca lo había dicho, siempre sintió envidia de ellos.
-Chica nueva – le llamo Matt sonriendo. Alana se giró para mirarle - ¿Quieres un batido de vainilla?
Esta asintió. Matt se dirigió hacia una estantería donde había una especia de trozos de hielo grande, y cogió uno. Se concentró y el hielo se derritió dejando ver una botella de batido de vainilla.
-Ahí va – le dijo a Alana mientras se lo tiraba
-Bueno – Dijo Alana mirando a sus compañeros, que ya estaban sentados - ¿Vais a contarme algo de vosotros?
-Mm… no se – se quedó pensando Tayson – tú no nos has contado nada de ti.
-No le hagas caso a Tay – Dijo Selene mientras le daba una colleja – es un plasta, y además está de coña.
-¿Quién quiere empezar? – preguntó Matt
-¡Yo! – Gritó Selene emocionada – Tengo 17 años, vivo en Landfield con mi padre y mi hermanito mayor. Mi padre es director de una empresa de moda y mi hermano acaba de acabar sus estudios en investigación de la magia elemental. Tengo un gatito que se llama Lady Marmalade, pero todos le llaman Lady M, y es muy listo porque sabe rodar y hacer el pino, y a veces también canta (a su manera), tiene un problema muy serio: no le gusta el pescado, a ver dime, ¿a cuántos gatos no les gusta el pescado? Y yo pues siempre tengo que darle…
-Creo que ya has contado muchas cosas ¿No mi querida Honey? – le cortó Matt. Selene  se enfurruñó y se cruzó de brazos.
-Pero es que yo quería contar cuando Lady M se comió una poción que hice en una clase de…
-Toma Selene, ¿Quieres una chuche? – La distrajo Tay
-Bueno, creo que ahora me toca a mí… - Comenzó Matt. – Como ya dije en su momento, mi nombre es Matthew Greeney, tengo 19 y soy la diva de este lugar…
Todos rieron
-Bueno, mi color favorito es el rosa fucsia, me encanta cotillear y los culebrones de brujos. Vivía con mis padres y mis hermanos en la gran ciudad, de hecho, era vecino de Selene, nos conocemos desde pequeños.
-Cuando Matt era pequeño, se comió “Accidentalmente” una bola de barro que había en mi mano – rió Selene – y…
-Toda mi familia… - Matt puso una cara muy seria – se ha dedicado siempre al estudio de la magia negra, es tradición en mi familia… aunque creo… que yo me dedicaré a otra cosa – volvía a sonreír – Y creo que ya he dicho suficiente, Tay, es tu turno.
-Mi nombre es Tayson Moreno, tengo 18 años, mi familia es española, de ahí mi apellido. Llegué hace dos años a esta institución, y me adelantaron varios cursos debido a mi habilidad mágica. Soy un muto, actualmente vivo solo…
-¡Calla ya! – Interrumpió Selene – eres muy aburrido…
-Bueno Alana, cuéntanos algo de ti – animó amablemente Matt
-Tengo 17 años, no tengo familia, mis padres murieron en un accidente de helicóptero, por lo que los mejores amigos de mis padres, la familia Blackborn, me adoptaron. Llevo viviendo toda mi vida aquí en Bänon, y no sabía que era bruja. Un día, debido a una serie de circunstancias… hicieron que de repente perdiera el control, y me saliera toda la magia.
-Pues ya que nos has conocido y te hemos conocido – dijo animadamente Matt – eres oficialmente del grupo.
-¡Vivaa! – Gritó eufórica Selene mientras daba palmadas – ¡ahora como miembro del grupo tienes que tener un apodo!
-¿Un apodo? – Alana rió. Nunca le habían puesto un apodo ni le habían llamado de forma especial, así que estaba un poco emocionada.
-¡Claro! – Explicó Selene – a mí me llaman Chibiyue, porque soy bajita, y mi nombre, Selene, en latín significa luna, y "yue" en chino significa luna, aunque personalmente me gusta más el japonés. A Mathew le llamamos Matt, y a Tayson, Tay.
-¿Y ellos no tienen nombres inventados? – preguntó Alana
-No, es que a Chibiyue si le pega, pero a nosotros no – dijo Tay encogiéndose de hombros.
Alana notó bichos revoloteando a su alrededor, y como acto reflejo le dió un manotazo. El bicho se estrelló contra la mesa, y empezó a mover las alitas, pero por mucho que las movía no podía volar.
-¡Oh! – Exclamó Selene - ¡una luciérnaga! Qué raro que haya una por aquí. ¡Alana! Discúlpate con la señora luciérnaga.
-Creía que era un bicho repelente o una mosca. Pobrecilla – Alana cogió a la luciérnaga que se puso a corretear por la palma de su mano – Lo siento – añadió para no hacer enfadar a Selene y porque lo sentía de verdad.
Deseó profundamente que volara otra vez, y de repente para alegría de Alana (Y de Selene) la luciérnaga comenzó a volar.
-¡Alana! – Gritó Selene – La has curado, ¡has hecho magia!
-¡He hecho magia! – dijo muy contenta Alana mientras observaba irse a la luciérnaga.
-¡Ya está! – Selene se puso encima de la mesa tirando un batido al suelo. Se puso una mano en la cadera y la otra totalmente alzada hacia el cielo con un dedo levantado – Te llamarás ¡Firefly! – dio un saltito y bajo de la mesa.
-Pero es un poco largo ¿No? – Opinó Tay
Selene se le quedó mirando con cara de concentración y después se subió encima de la mesa, otra vez, tirando el resto de batidos:
-¡Te llamarás Fly!

FIN DEL CAPITULO

6 comentarios:

  1. ¡FIESTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
    Selene es la ostia xDDD Bueno, en realidad, todos lo son ^^
    Firefly... suena tan dulce y delicado... x)

    Un beso, a ver si colgáis el próximo cap!

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  2. ¡FIESTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
    y si, nosotras también adoramos a Selene, es una mezcla alocada de nosotras dos xDDDDDDDDDDDD

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  3. Ah, yo he usado ese recurso a la inversa xD Quiero decir, en la novela que estoy empezando ahora, he creado dos hermanas gemelas que cumplen años el mismo día que yo, y cada una de ellas es una parte de mí. Izanawa es la alegre, la presumida, la simpática, y Kaede es la seria, casi tétrica, con expresión inmutable, que parece no sentir nada, como si fuera de piedra xD

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  4. Es un buen recurso, siempre ayuda xDDDDDDD

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  5. Hola chicas!!!!
    Genial el nuevo capítulo... ya estoy esperando el siguiente... Ah! si me permitis un consejo, no os pongais nerviosas por selectividad, no es tan mala com la pintan... :D
    besos!

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  6. Gracias!! eso esperamos, porque sino, vamos listas xDD
    y Nos alegramos de que te guste! =D

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