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sábado, 23 de abril de 2011

Capitulo 2!!! >< **We won't back down** (Escape the Fate) *¬*

No llevaba  la cuenta de las horas que había estado agazapada detrás del coche, cuando se decidió a salir de su escondrijo.
Hacía ya un buen rato que no escuchaba la voz de Liam y empezaban a dormírsele las piernas. Caminaba sin saber  dónde iba, sin ser consciente de nada, cuando se dio cuenta de que estaba en un espacio circular, con bancos y una fuente justo en medio. Se hallaba en la plaza central del pueblo, donde estaban todas las tiendas. Siempre solía estar abarrotado de gente, lleno de vida, los niños jugando, las madres haciendo la compra y hablando de sus cosas, la gente mayor en los bancos comiendo pipas o alimentando a las palomas… Pero ahora allí no había nadie, no tenía a nadie.
Se había quedado completamente sola en cuestión de horas. Nunca más pisaría la casa de los Blackborn.
Se sentó en un banco mientras escuchaba el agua de la fuente. Todavía no había conseguido averiguar qué había pasado en la mansión.
Solo sabía que se había enfadado mucho, empezando  a sentir una gran fuerza ardiente y acto seguido, nada. Se había quedado “vacía”.
Luego se había sentido muy asustada, y había tenido la imperiosa necesidad de salir corriendo, además, después de lo que le había hecho a Liam, no sería capaz de volver a mirar a los padres de él.
La verían  como un monstruo.
Mientras estaba sumida en sus pensamientos, al otro lado de la plaza empezó a sonar una cabina de teléfono, rompiendo el silencio de la noche.
Miró a su alrededor, buscando a alguien que cogiera la llamada, pero no había nadie.
Al principio no lo iba a coger, pues ¿quién iba a llamarla a ella?, ya no tenía a nadie. Al cabo de un rato, como el teléfono seguía sonando, fue a descolgarlo. No oyó nada, pero unos segundos después, escuchó una voz extraña, aguda y susurrante. La voz empezó a cantar:
“Sola estás, en el centro de la nada
Ni por asomo te encuentras en un cuento de hadas,
No temas y quédate ahí,
Porque muy pronto lejos vas a ir”
Acto seguido colgaron y Alana se quedó mirando el teléfono extrañada. La gente realmente estaba muy aburrida para llamar por la noche a una cabina en una plaza desierta. Miró el reloj grande que había en la fachada del ayuntamiento, eran las doce menos dos minutos. Suspirando  se sentó otra vez en el banco. ¿A dónde más podría ir?
De repente la chica escuchó que algo se acercaba por la carretera, sonaba como ¿Caballos? Alana se giró y vio aparecer por una de las calles un carruaje negro, tirado por caballos grises y blancos.
El transporte paró justo frente a ella, los caballos bufaban parados, mirándola. Se quedó allí plantada observando los caballos y el carruaje. La puerta del transporte se abrió mostrando su interior.
Tenía unos asientos forrados de terciopelo morado, y en las ventanitas había unas cortinillas descorridas, por las que se podía ver la otra parte de la calle. Alana miró alrededor pero no vio a nadie, ni siquiera había un cochero o gente en el interior. Los caballos seguían mirándola, como si esperaran que subiera. Después de meditarlo durante un rato, decidió entrar en el carruaje, ¿Qué podría perder? En cuanto se sentó, la puerta se cerró y los caballos se pusieron en marcha, dando la vuelta entera a la plaza y regresando por donde habían venido.
Al cabo de unos minutos, cayó sumida en un profundo sueño.
Más tarde, despertó bruscamente, el carruaje se había parado y alguien le estaba abriendo la puerta.
Fuera apareció una mujer, de unos 30 años, con un camisón blanco puesto, la cabellera larga y negra, recogida en una trenza a un lado, sostenía un candelabro, iluminando el camino y sus profundos ojos azul marino, mirando fijamente el interior del carruaje.
-Buenas noches querida, por favor, sígueme.
Alana salió del carruaje.
-¿Dónde estoy? – Pregunto confusa - ¿Quién es usted?
-Mi nombre es Felisa Purewise, y estás en Hollow Castle
-------------------------------------------------------------
Toc, toc, toc
-Adelante -  dijo una mujer sentada detrás de un escritorio mientras escribía una carta.
-Señora directora – dijo otra mujer que apareció por la puerta, con el pelo blanco, largo y con un camisón negro. – la nueva alumna acaba de llegar.
-Muy bien, y ¿Dónde se encuentra ahora? – comentó la directora mientras se ponía bien las gafas.
-La hemos llevado a una de las habitaciones vacías de la primera planta, para que pase allí la noche. Consideramos que era demasiado tarde para despertar a su compañera.
-Muy bien, entonces, ¿Mañana será trasladada a la habitación 357?
-Sí, señora directora. – respondió.
-¿Podría volver a recordarme el nombre de la nueva alumna? -  inquirió mientras cerraba la carta y la sellaba con un poco de cera.
-Alana Williams.
------------------------------------------------------ (ALANA)
Tras haberle explicado que se encontraba en la escuela de magia Hollow Castle, y que a partir de ahora ella iba a ser una alumna más, la llevaron a través del hall y de un enorme comedor, hasta llegar a una habitación.
Una vez allí, le comunicaron que a la mañana siguiente hablaría con la directora, que se lo explicaría todo y además le trasladarían a su propia habitación, con su nueva compañera.
La mujer le entregó un pijama y abandonó la habitación.
Alana seguían sin ser consciente de lo que había pasado.
Todo había ocurrido muy rápido. La chica se sorprendió de que no hubiera pasado ni un día, y ya había cambiado todo.  Por la mañana se había despertado en su cama, en casa de los Blackborn, había estado limpiando y haciendo las tareas, se había despedido de Eleonorah y el señor Williams pensando que los volvería a ver al día siguiente, pero se equivocaba, no los vería nunca más.
Se puso el pijama y se tumbó en la cama.
Podía ver el cielo estrellado y la luna llena. Antes de darse cuenta, ya estaba sumida en un profundo sueño.
A la mañana siguiente, alguien la despertó:
-Buenos días señorita Williams, será mejor que se levante. Dentro de media hora, la señora directora la espera en su despacho para darle los horarios, e informarla de lo demás; luego, se dirigirá a la enfermería para hacerse un examen rutinario, ya que anoche perdió mucho poder. Posteriormente la llevaremos a su habitación, donde conocerá a su compañera, que se encargará de enseñarle  todas las instalaciones y demás. – Comentó una voz autoritaria.
Lo único que consiguió ver, ya que acababa de despertarse fue una cabellera muy blanca, a media melenita, y una cara que le resultaba “familiar”.
-Tú eres la de ayer… Felisa… ¿Purewise? -  comentó soñolienta la chica.
-Para ti, Profesora Purewise, y no, creo que se refiere a mi hermana , yo soy Agatha Proud, aunque para ti, Profesora Proud a secas -  Respondió la profesora con una sonrisa, un tanto seca, pero al fin y al cabo una sonrisa.
Alana hizo intención de levantarse y seguirla, pero la Profesora Proud le aconsejó:
-Creo que preferiría antes de presentarse ante la directora, darse una buena ducha, además, no creo que le agrade ir en pijama por un colegio abarrotado de gente.
-Pero… toda mi ropa… yo… no… - balbuceó Alana.
-No se preocupe, ha llegado justo esta mañana, ya la han trasladado a su habitación, por lo que le aconsejo que mientras, se ponga este vestido, es lo más básico que hemos podido encontrar en tan poco tiempo. Bueno, esto es todo lo que necesita saber por ahora. Le esperaré dentro de media hora en el hall que se encuentra pasado el gran comedor, bajando las escalinatas.
Tras decir el largo discurso, se marchó, dejó allí a Alana, sentada en la cama, con cara de confusa y muchas preguntas.
Se levantó, y cogió el vestido: era negro, muy básico, de tirantes y el escote con cuerdas.
Se metió en la ducha. Cuando salió, se puso el vestido, sus botas negras y se recogió el pelo en una coleta alta.
Mientras se vestía, notó una pequeña punzada en el brazo derecho, tenía un pequeño arañazo, por lo que cogió su vieja camiseta, rasgó un trozo y lo usó de venda.
Debió de habérselo hecho ayer.
Entonces le volvieron a venir todos los recuerdos de golpe, ¿Qué había sido aquella fuerza que la invadió ayer?, ¿Qué hacía aquí, en un colegio? Tenía que irse cuanto antes, tenía un propósito que cumplir.
Un pequeño reloj que había encima de la mesita, empezó a sonar, marcaba las 8.30 de la mañana.
Salió de la habitación y llegó a una alargada sala, con televisiones y sofás alrededor, también tenía billares, dianas y estanterías con libros, parecía una sala de entretenimiento.
La cruzó y salió a una sala donde predominaba una gran escalinata que se dividía en dos. Bajó por las de la izquierda y llegó al gran hall.
-Veo que no te has perdido por el camino – Comentó  la profesora Proud desde un rincón -  Pasa por aquí, la directora te espera.
Terminó de bajar las escaleras, y sin saber por qué se puso de repente muy nerviosa. A lo mejor esa directora quería hablar con ella sobre lo que había ocurrido ayer. ¿Le había dicho que estaba en una escuela de magia? Pero… ¿Qué tenía ella que ver con la magia y con los brujos? Sabía de la existencia de éstos, pero ella nunca había sido una bruja, ya que si no, desde pequeña hubiera tenido sus poderes. Era demasiado mayor para convertirse en una bruja… Realmente la explosión de ayer fue ¿Magia?
Se dirigió a una puerta de la derecha y llamó antes de entrar.
Era una habitación rectangular, las paredes estaban cubiertas con estanterías y estanterías de libros. El centro de la habitación estaba presidido por un elegante escritorio de sauce, con dos sillas por un lado, y por el otro un elegante sillón ocupado por una señora.
Tenía el pelo blanco, recogido en un moño, las gafas reposaban sobre su nariz, mientras escribía algo.
Tenía el rostro muy envejecido, con bastantes arrugas, aunque se le podía ver un pequeño lunar debajo del ojo derecho. Su  fina boca, estaba fruncida en un gesto de concentración.
De repente pareció notar su presencia, levantó la vista del papel y clavó sus intensos ojos grises en ella.
-Bienvenida señorita Williams, por favor, pase y siéntese – La saludó
Alana avanzó tímidamente, hasta sentase en una silla frente al escritorio.
-Espero que haya llegado bien, y haya pasado una buena noche – Se interesó la mujer.
-Sí, estoy bien – Comenzó Alana débilmente – Pero debe de haber un error, yo no envié ninguna solicitud a este colegio, ni nada parecido. Debe de haber otra persona que se llame como yo.
-No hay otra persona que se llame como tú – dijo tranquilamente la directora -  y en cuanto a la solicitud, la enviaste en el momento en el que hiciste magia el otro día.
-Pe-pero yo no hice magia. Ni siquiera soy bruja.
-Claro que lo eres – dijo la directora como si fuera obvio -  sino ¿Cómo explicas lo que le pasó ayer?
-Pues no lo sé, pero… -Alana no sabía que pensar – tengo entendido que las brujas les viene la magia desde muy pequeños.
-Sin embargo – empezó la señora – hay casos, muy pocos, pero los hay en los que a algunas brujas les viene la magia más tarde de lo habitual. Pero tranquila, eso no afectará a tu rendimiento  - Dijo levemente sonriendo – Yo diría que tiene más poder, ya que lleva años con la magia contenida.
-Pero debe de haber un error, no es posible, mis padres no eran…
-¿Lo sabes con certeza? – Le cortó la directora -  tú no los conociste.
-¿Cómo sabe que no tengo padres? – Se le quebró la voz- ¿Qué están muertos?
-Señorita Williams -  comenzó – yo lo sé de todo sobre usted, créame. Y sé también que sus padres eran brujos. Si no me cree, mírese la muñeca derecha y verá que llevo razón.
Alana obedeció. Se quitó la muñequera de cuero que siempre llevaba para taparse una marca de nacimiento en forma de media luna.
-¿Mi marca de nacimiento? – Preguntó confusa - ¿Qué pasa con ella?
-No es solo una marca de nacimiento. Es la Marca. Todos los brujos de familias importantes tienen la marca, de hecho todo brujo tiene su propia marca. La tuya es de media luna, te viene por parte de madre.
-¿Cómo sabe que tenía esta marca? – Estaba asombrada – nunca me quito la muñequera.
-Ya te lo he dicho, - contestó severamente – Lo sé todo sobre ti. Y también sé que tus padres querían que estudiaras aquí. Ellos mismos me lo dijeron antes de morir.
-¿Conoció usted a mis padres? – Preguntó nerviosa Alana -  Dígame,¿ qué sabe sobre ellos? ¿Y de mi abuela?
La directora levantó  una mano para callarla.
-Todo a su debido tiempo – Le dijo – ya te lo contaré otro día, es una larga historia. Ahora ve al examen médico, después a tu habitación. Tu compañera te disipará cualquier duda acerca del colegio.
Abrió un cajón del escritorio y sacó un papel en blanco. Chasqueó los dedos, y en un abrir y cerrar de ojos, aparecieron letras escritas en el papel. Alana, cogió el papel con la boca abierta.
-Este es tu horario de clase, como veras está incompleto. Mañana terminaremos de rellenarlo. – Explicó amablemente la directora -  Y en tu nueva habitación está toda tu ropa, y tu uniforme nuevo – Y viendo que Alana no se movía señaló la puerta, y añadió – Ya puedes marcharte, la profesora Proud te está esperando.
Alana, aún sin creerse lo que le estaba pasando, abrió la puerta y salió del despacho.
-Sígame – Le dijo la voz imperiosa de la profesora Proud – Tiene que realizar el examen médico.
Cuando Alana le dirigió una ojeada a la profesora, ya estaba a cinco metros de ella, caminando rápidamente. La chica tuvo que correr para poder cogerla.
Después del examen médico, en el que conoció a la enfermera, que era muy simpática, se dirigieron a la tercera planta, donde estaría su habitación. Subieron varias escaleras, y  pasaron por varios pasillos hasta llegar a otra sala donde había sillones, televisores, billares y demás cosas. La profesora Proud, al ver la confusión en el rostro de la chica, le explicó que era una especie de sala común en la que se reunían los alumnos para pasar los ratos libres. En la sala había grupos de alumnos viendo la tele, jugando a las cartas. Cuando pasó, se la quedaron mirando, curiosos.
Atravesaron la sala común.
-Aquí están los dormitorios, a la derecha están los de los chicos, y a la izquierda, la de las chicas.
Entraron por la puerta de la izquierda, y se dirigieron a la habitación 357.
-Bien, ésta es tu habitación -  llamó a la puerta y la abrió.
Era una habitación amplia, con la ventana en el fondo, con cortinas moradas, a cada lado había una cama. Una de las camas estaba repleta de peluches de todo tipo, las paredes llenas de dibujos y las estanterías llenas de muñequitas góticas.
A los lados de la puerta había dos grandes armarios, el izquierdo estaba vacío, con una maleta junto al armario.
En el centro, sobre la gran alfombra también morada, había una chica, con un largo cabello color platino, liso, que le caía hasta las caderas, el flequillo recto le tapaba los ojos, ya que estaba sentada, inclinada hacia delante.
Estaba con las piernas cruzadas, y sobre su regazo había un adorable osito  de peluche sin cabeza, del cual, estaba sacándoles el relleno, mientras cantaba en susurros una canción:
“1,2 suena la llamada
3,4 vienen a por ti
5,6 todos moriréis
7,8 y con un bizcocho
9,10 ¡Empezamos otra vez!”
Cuando se percató de la presencia de Alana y la profesora Proud, dejó de cantar, escondió el peluche bajo la alfombra  y se levantó súbitamente. Tenía puesto un vestido negro, con tirantes atados al cuello, la parte delantera era como un corsé y una falda por encima de las rodillas, con trozos de telas y encajes colgando. Llevaba también unas medias rotas, con zapatitos planos y una diadema con un lazo enganchado. En el cuello tenía una gargantilla negra con un gran cascabel. La cara de la muchacha era redondita, tenía unos ojos lilas con pestañas muy largas, y bajo su ojo izquierdo tenía tres pequeñas estrellitas negras. Su nariz era chica, y tenía los labios finitos, pintados de rojos, y se le estaba dibujando una adorable sonrisa. Le empezaron a brillar los ojos y dijo animadamente:
-¡Buenos días señorita Proud! – Saludó alegremente con voz de niña chica – que guapa viene usted hoy.
La profesora Proud frunció los labios para no sonreír, y acto seguido desapareció por la puerta sin decir una sola palabra, dejando a las dos chicas solas. De pronto se le borro la sonrisa de la cara a la otra chica, y miro a Alana con cara de concentración.
Sin previo aviso la chica se agazapó y empezó a olfatear en dirección a Alana. A esta le recordó a un pequeño gatito, ya que además ella era bajita. Rodeó a Alana y se detuvo frente a ella. De nuevo volvió la sonrisa adorable y los ojos brillantes, y le dijo:
 -Me caes bien – su voz era dulce.
Después cogió de nuevo el peluche de debajo de la alfombra, y siguió sacándole el relleno, sentada en su cama, cantando aquella tétrica cancioncilla.
Alana aun sorprendida echó una ojeada a la maleta que había al lado del armario vacío. Abrió la maleta y se quedó de piedra ¿Quién le había cogido toda la ropa de la casa de los Blackborn? ¿Se la había enviado ellos? No, imposible, seguramente cosas de la magia. Estaba ensimismada en sus pensamientos cuando de pronto, la puerta se abrió de golpe:
-¡Hooooooooooney! – Sonó una voz enérgica y un tanto pija –¡¡ traemos noticias de la chica nueva!!
Alana se giró de golpe y vio a un chico muy alto, delgado, en medio de la habitación con postura de diva. Llevaba unos pantalones pitillo color verde clarito, con una camisa blanca pegada y desabrochada hasta el pecho. Los zapatos eran acabados en punta. Lo que más le llamó la atención a Alana fue su pelo rojo.
 Este notó la presencia de Alana y se giró hacia ella. Añadió:
-¡Ups! – Dijo tapándose la boca, después alzo la mano moviendo rápidamente sus dedos a modo de saludo – Hola chica nueva.

FIN DEL CAPITULO =D

6 comentarios:

  1. Ohh Dios, me encanta, me encanta, me encanta!!
    Por favor, colgad otro capítulo YA! xD
    Ahora en serio, me ha gustado mucho, la verdad. Seguiré el blog con atención, intentaré no perderme una entrada, trataré de comentar en todas (poque soy bloggera y sé la alegría que te llevas cuando alguien deja un comentario).

    Un beso chocolateado para las dos ^^

    (Sois bienvenidas a mis rincones, por cierto)

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  2. ¡¡Hola!!

    Acabo de leer los dos capítulos y la verdad... ¡¡me están gustando muchísimo!! estoy deseando que subais el tercero :P
    Aquí teneis a una seguidora ;)

    María

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  3. Gracias!! (LL)
    la verdad es que estabamos un pelin asustadillas por si se hacia mas plomazo este capitulo, como era tan interesante el uno xDDDD
    pero vemos que esta gustando (wiiiiiiii ^^)
    asiq nada, mañana intentaremos subir el siguiente, y esperamos que os guste =D
    PD: nos emocionamos al ver que no comentan en el blog xDDDDD Graciaaaaaaas!

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  4. Hola Chicas!!!

    Acabo de leer los capítulos y, sinceramente, ¡¡¡me han encantado!!!
    Espero con impaciencia el 3º :D
    Una seguidora más tanto aquí como en Tuenti... besoooooos!!

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  5. Vaya,vaya... me he leido los capis y el epilogo y la verdad me ha sorprendido. Soy Dani InvaZión en tuenti y no pensaba que fuera a estar tan bien (siento la sinceridad pero si no me hubiera gustado la historia simplemente no la hubiera leido XD). Bueno, deciros que me encantaría saber como continúa la historia y que os sigo ^^, si os hace pasaros por mis blogs a ojear y si os gustan pues encantada de que me sigais tambien XD

    http://invasion-z.blogspot.com/
    http://esthervampire.blogspot.com/

    Besotes y cuando colgueis el siguiente avisar por tuenti!! ; P

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  6. graciaaaaaaaaaaaas!! =D
    ya nos pasaremos por los blogs y demas =D
    Nos gusta leer las historias y relatos de las demas gente, porque cada gente es un mundo (que profundo nos ha quedado xDD)

    Y siempre avisamos por tuenti de los capitulos, asiq, estad atentos! =D

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