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martes, 28 de junio de 2011

Capítulo 14 **Your Betrayal** Bullet for my Valentine

-¡Tay! – Gritó Matt con una mezcla de sorpresa y felicidad. Corrió hacia él para abrazarlo pero para sorpresa de todos, Matt atravesó a Tay. Como un fantasma.
El chico dio un traspié y casi cayó al suelo. Se giró sorprendido y se le quedó mirando. Selene con cara de sospecha, se le acercó y atravesó el brazo con su mano.
-Un holograma…
Tay sonrió divertido
-Pero mira quién habla, la estúpida y entrometida de Selene.
Alana, perpleja como estaba se le acercó, Erik, que le tenía agarrada de la mano, teniendo un mal presentimiento, intentó impedírselo. Alana esquivándole, se le acercó:
-¿Quién eres? Tú no eres Tay, él nunca trataría así a Selene…
El holograma de Tay, muy serio respondió:
-Veo que Alan no fue capaz de acabar contigo…
Erik enfadado se le fue a acercar también, pero Gun le cogió:
-Tranquilo, solo intenta provocarnos…
-… Nadie…  trata así a Alana – dijo enfurecido Erik.
Matt, Selene y Alana lo seguían mirando perplejos, mientras tanto Tay empezó a reír de nuevo.
-Vaya, me esperaba un reencuentro más… caluroso.
-¡Cerdo! – Selene repentinamente enfadada, le lanzó una bola de rayos que atravesó el cuerpo de Tay sin problemas
-Selene no… - Matt parecía no acabar de creérselo, pero entonces por su otro lado pasó una gran bola de fuego, Alana también parecía muy enfadada y cansada…
-¡Alana! – Matt se acercó a ayudarla ya que ésta se apoyaba en un árbol respirando entrecortadamente.
-No te molestes en gastar energía, no es que te sobre precisamente – Erik miraba fijamente el holograma – además, no le hace nada…
Tay volvía a reírse
-Solo estoy aquí para transmitir un mensaje de Alan…
-¡¿Qué?! ¿Nos estás diciendo que estás con Alan? – rugió Selene muy enfadada
-Eso es precisamente lo que digo, caray, un poco más y os tengo que hacer un croquis – se burló Tay – Bueno, no voy a perder mi preciado tiempo con vosotros, así que os diré el mensaje de Alan – sus ojos que había cambiado a un aspecto más hostil se clavaron en Alana – Da igual dónde os escondáis, os tengo vigilados a todos. Inquietante ¿No es cierto? – comentó ladeando la cabeza.
Liam que le había dirigido una mirada de odio apartó violentamente la mirada y apretó los puños con fuerza.
-¿Pero  por qué nos haces esto? – preguntó Matt dolido - ¿Desde cuando estás con él?
-Desde el principio Matthew, desde el principio…
Todos se quedaron callados, mirándolo
-Estaba claro que vosotros no ibais a proporcionarme todo el poder que yo quiero y ansío. Alan me aporta esto y mucho más, y por ahora me conformo… A partir de ahora dejaré de llamarme Tay para llamarme Gamma. No tardareis en temedme y querer uniros a mí...
-Eso nunca pasará… - habló por primera vez Ashley – Todos tenemos ya a alguien a quién deberle a fidelidad – Se agarró al brazo de Liam.
-Así es, así que si no tienes nada más que decir, márchate, aquí no pintas nada – Bramó Erik.
-No tenemos miedo – comentó desafiante Shawn haciéndose notar – por lo menos yo. Así que si solo has venido a amenazarnos, márchate por dónde has venido.
Tay se los quedó mirando con cierta superioridad y sonrió.
-Nos volveremos a ver…
Y dicho esto empezó a desaparecer.
-¡Vuelve aquí, cobarde! – Gritó Selene.
Pero ya era demasiado tarde, se había ido. Nadie sabía lo que decir.
……………………………………… (MOUSY)
-Más vale que nos vayamos – habló primero Liam rompiendo el silencio – ya no tenemos nada que hacer aquí.
Nadie dijo nada más, por lo que marcharon todos en silencio. Mousy había llegado a conocer a Tay, pero de una forma muy superficial. Solo había hablado con él una vez en el baile, y le pareció que era simpático e inteligente. Pero verlo así de hostil le había mostrado como era en realidad y si él le había dejado de piedra no se imaginaba como deberían de estar sus amigos…
Mousy dirigió una mirada a los brujos. Alana avanzaba apoyada en Erik, parecía agotada y muy afectada, sus ojos le brillaban intentando no llorar. Selene y Matt iban cabizbajos, pero en tensión. Parecían desolados. Apartó la vista sintiéndose contagiado por aquella atmósfera de tristeza. Más vale que no le afectaran las emociones de los demás, como solía pasarle, porque tenía entendido que cuando más deprimido estabas, bajaban las defensas del cuerpo y tenías más riesgos de contagiarte de alguna enfermedad.
Tras algunas horas de recorrido se habían topado con varios hombres de Alan, pero se habían desecho de ellos sin ningún problema. Al caer la noche se había detenido a montar las tiendas de campaña, hacer una hoguera y cazar. Después se había ido a dormir aunque tenían que ir haciendo turnos de vigilancia.
A la mañana siguiente todos se despertaron con los gritos de Selene y Ashley (incluyendo los que estaban haciendo guardia que también se habían dormido)
Gun y Liam fueron los primeros en reaccionar y llegar a sus tiendas. Las dos chicas estaban en la entrada chillando. Mousy, sospechó lo peor:
-“Seguramente habría sido cualquier animal” – Por lo que agarró su mochila de medicamentos y se dirigió también a la tienda de campaña de las chicas.
-¡NO HAY…! ¡NO HAY…! – Ashley parecía estar fuera de control, parecía realmente asustada. Selene estaba arrodillada en el suelo, cogiéndose los pelos psicóticamente:
-El… el… - Chibiyue tampoco acababa de creérselo - ¡el maquillaje! ¡Donde está el maquillaje!
Todo el grupo, inquieto se puso a mirar entre la espesura del bosque por si veían a alguien, hasta que parecieron entender lo que pasaba.
-¿Han dicho maquillaje…? – Preguntó incrédula Shawn
-¿Qué pasa con el maquillaje…? ¿Les da alergia o algo? – Mousy tampoco acababa de comprenderlo.
Selene, desesperada, se agarró al cuello de la camisa de Mousy mientras le decía sombríamente
-No hay… no hay…
Ashley volvía a chillar
-¡Estúpida enana!, se suponía que lo ibas a traer tú – dijodesesperada señalando a Selene - ¡Por eso me dejé la mochila del maquillaje en casa de mi querido Li!
-¡Estúpida pelo paja! ¡Yo pensé lo mismo que tú!
Mousy, una vez recuperado el aliento tras el gran susto (menos mal que se había traído su inhalador) movió la cabeza negativamente mientras pensaba:
-“Este va a ser un viaje duro para todos…”
Y así sería, solo haría falta ver los siguientes días:
A la segunda mañana, Gun estaba de muy mala hostia ya que hacía varios días que no jugaba a ningún videojuego y necesitaba su dosis diaria de acción. Iba por ahí gruñéndole a todo el mundo. Más tarde Matt también se uniría al drama. El chico había olvidado meter en su equipaje un espejo, y no tenía nada en lo que poder reflejarse para mirar su aspecto. Iba preguntándole a todo el mundo, obsesivamente, cómo llevaba el pelo o como era su aspecto. Si alguna de las chicas se le ocurría insinuar que no iba bien arreglado, corría el peligro de morir congelado. Los que mejor parecían llevar eso de estar lejos de casa eran Alana, Erik y Shawn (aunque fumaba demasiados cigarros), y Liam y Mousy… bueno, lo llevaban a su manera.
Mousy se atiborraba cada mañana de pastillas para prevenir cualquier tipo de enfermedad, cosa que le dejaba un poco atontado, y Liam nunca se separaba de su guitarra, además nunca desaprovechaba ninguna oportunidad para poder cantar alguna de sus canciones tristes o baladas.
Antes de que ninguno se diera cuenta, ya había pasado una semana entera, y el bosque que atravesaban parecía no tener fin. Todavía les quedaba un largo viaje hacia Landfield.
…………………………. (ALANA)
Se había hecho de noche, y estaban casi todos sentados alrededor del fuego, contemplando las llamas que chisporroteaban. La luna llena iluminaba el claro en el que se encontraban. Gun y Selene se encontraban en una esquina, apoyados cabeza con cabeza dormidos profundamente. Después de una larga tarde peleándose y jugando a disparar latas (ya fuera con piedras, o con descargas eléctricas) tendrían que haber acabado agotados. Mousy y Shawn hacía rato que se habían ido a dormir. Ashley sentada junto al fuego se dedicaba a cortarse las puntas abiertas de su pelo, y Liam, estaba recostado sobre las piernas de ésta y miraba adormilado las estrellas.
Ella en cambio, recostada sobre Erik, que jugaba con sus rizos miraba fijamente el fuego mientras pensaba en Alan y Tay.
Tay… ¿Cómo podía haberlos traicionado? Alana todavía no se lo acababa de creer. Tampoco es que Tay y ella fueran los mejores amigos pero… la chica creyó conocerlo al menos un poco, pero estaba claro que se había equivocado. Aquel Tay tímido y simpático había resultado ser pura fachada. El chico se había convertido en un completo desconocido. Y no solo eso, era aliado de Alan, del asesino de su abuela. De repente cayó en la cuenta. Todos se habían extrañado pero Alana se vio venir que el que había desactivado las defensas de Hollow Castle había sido Tay. Alguien desde el interior, un espía. La chica apretó los puños de pura rabia. Indirectamente Tay había tenido la culpa de la muerte de su abuela. Había dejado entrar a Alan…
-Cerdo asqueroso… - Dijo entre dientes Alana.
-¿Qué? – preguntó Erik que creía que se había dirigido a él.
-No… nada… Que hace falta más leña, el fuego ya mismo se va a apagar…
-No te preocupes – Dijo mientas le daba un beso en la frente – yo voy.
Alana sonrió cariñosamente.
-Espera, te acompaño – Ashley se levantó del suelo – quiero estirar las piernas.
-Está bien…
Erik y Ashley se dirigieron hacia la espesura del bosque con las linternas, iluminando el camino. Segundos después, desaparecieron en la oscuridad.
Gun que se había despertado con el movimiento de los otros, sobresaltado y mirando hacia todas partes, cogió a Selene cual saco de patatas y añadió:
-¿¡Quien anda ahí!? ¡Sal cobarde!
Selene habló en sueños:
-Déjame dormir idiota…
Gun, al darse cuenta que no había nadie, solo añadió:
-Me voy a dormir – mientras seguía cargando con la dormida Selene.
Alana divertida, siguió con la vista a ambos mientras se iban. Liam, que estaba aburrido, decidió molestar un rato a Alana. Se levantó, cogió un pañuelo que había dejado por allí Ash y se acercó a la chica. Esta, notando su presencia junto a ella soltó:
-Y ahora qué quieres – seguía mirando al fuego.
Como vio que Liam no decía nada, se giró para ver que le pasaba. Entonces notó un suave golpe en la mejilla, Liam le había golpeado con el pañuelo.
-Te reto a un duelo.-le dijo con una sonrisa traviesa.
Alana lo mirón con una mezcla de sorpresa e incredulidad
-Venga va… - Dijo Liam mientras intentaba levantarla – Como en los viejos tiempos…
Alana no pudo resistirse a la mirada tan intensa de Liam y accedió. Hizo aparecer dos espadas de madera (Ya había recuperado su poder). Le pasó una espada a Liam y se pusieron en guardia
-Uno… - empezó Liam
-Dos… - siguió Alana
-Tres…- contó de nuevo Liam
-El que no pelee tonto es – hablaron los dos a la vez sonriendo mientras se miraban a los ojos.
Cuando de pequeños jugaban a hacer duelos como en ese momento, siempre decía aquella frase que se habían inventado los dos.
Alana sin perder un solo segundo se lanzó a atacar a Liam con una estocada. El chico la esquivó fácilmente y atacó, pero Alana con mucha facilidad también lo esquivó. Se tiraron así un buen rato intentando ganar. Alana notó que Liam había mejorado una barbaridad desde la última vez que había luchado contra él, aunque ella tampoco se quedaba atrás… Se veía a simple vista que Liam se lo estaba pasando en grande y la chica con sorpresa descubrió que también ella lo estaba pasando genial. Le traía tantos recuerdos…
Estaba empezando a cansarse debido a la herida que todavía estaba en el hombro, aunque casi se le había curado…
La chica se distrajo sólo un momento, Liam viendo esto, aprovechó para dar un fuerte golpe a la espada de Alana y tirarla lejos. El chico sonriendo triunfante, le apuntó con su espada.
-¡Ja! Te gané
-Sabes que no estaba en plena forma por culpa de mi hombro – se justificó Alana picada.
Dio media vuelta y volvió a sentarse frente al fuego. Liam, sonriendo, se quitó la camiseta. Se le marcaban todos los músculos de los abdominales formando una perfecta tableta de chocolate y sus brazos se flexionaron marcando sus músculos para sacarse la camiseta por la cabeza. Tenía un montón de collares… Alana apartó la mirada un tanto incómoda.
-¿Se puede saber qué haces ahora?- dijo ella nerviosa. ¿Qué le pasaba?
Liam encogiéndose los hombros respondió:
-Tengo calor.
Se acercó a Alana y se sentó al lado de ella. Estaba muy cerca. La chica nerviosa se puso a jugar con el candado, siendo consciente que la mirada del chico estaba clavada en ella.
-Veo que todavía lo conservas – observó Liam con cierto descaro, refiriéndose al candado.
Alana al oír el comentario del chico soltó el colgante, avergonzada.  Liam ante esta reacción empezó a reír.
-Tranquila – le susurró en un tono tan personal que la chica se giró y le miró a los ojos – yo también lo conservo – se llevó la mano a uno de sus collares y se lo mostró. La chica al verlo se quedó de piedra.
Era una llave pequeña, en forma de alas de ángel y con una “A” de color plateado grabada en ella.
La reconoció al instante, era la única llave que podía abrir su candado, era su llave…
-¿Recuerdas cuando…? - Empezó Liam.
Alana notó que un torrente de sentimientos se agitaban en su interior…

FIN DEL CAPITULO

viernes, 24 de junio de 2011

Capítulo 13 **How you remind me** Nickelback

…………………………………….. (ALANA)
-Ni lo sueñes – negó tajante Alana al escuchar las palabras de Liam.
-No estoy preguntando si puedo ir – corrigió Liam – es una afirmación. Voy a ir quieras o no – se la quedó mirando con una sonrisa de suficiencia.
Detrás del chico aparecieron sus amigos.
-¡Guay! – Se entusiasmó Gun mientras se desperezaba – me encanta ir a misiones.
-Bueno, - opinó Mousy – no están mal. Siempre y cuando no haya ningún animal con enfermedades o algún tipo de bacteria.
-Ni de coña, - volvió a negar Alana riéndose irónicamente. Shawn se les quedó mirando pensativa y después agregó:
-Bueno, la verdad es que nos vendría bien más ayuda y escoltas, así que yo lo apruebo.
-Entonces decidido – sentenció Liam con aires de altanería – vamos con vosotros – después dirigiéndose a sus amigos preguntó - ¿Os habéis traído equipaje?
-¡Oh! – Gritó emocionada Ashley – yo sí. Me he traído de todo, no me falta de nada.
Shawn, mirándola cansada le preguntó:
-¿Cuántas mochilas te has traído?
-Solamente tres pares – explicó alegremente la chica.
-Estás mal de la cabeza. ¿Cómo se supone que vas a cargar con todo?
Ashley sonriendo maliciosamente señaló  al grandullón de Gun. Alana sintió lástima, por lo menos por Gun, por tener que aguantar a semejante plasta como lo era Ashley. La chica era una especia de mezcla entre la muñeca Barbie y la bruja de Blancanieves. ¿Y tendría que aguantarla todo el viaje hasta Landfield?
Gun miró a Ashley con cara de chiste y empezó a reírse en su cara.
-Me parece que definitivamente te has quedado sin neuronas Ash – se burló Gun – ni sueñes que voy a cargar con tus mochilas.
-Pues ya me dirás quién va a cargar con mi equipaje ¿Este enclenque de aquí? – señaló a Mousy, que estaba examinando preocupado la hoja de un matorral.
-Oye, esto no será venenoso ¿no?- preguntó un poco asustado Mousy a Liam.
Liam exasperado, suspiró:
-No, Mousy, no.
-Y Liam no va a cargar con las mochilas – argumentó Ashley como si fuera obvio – Así que sólo quedas tú.
-Pues no voy a llevarlas…
Shawn, visiblemente irritada comentó mientras se volvía hacia Alana:
-Vaya par de críos.
A Alana se le vino a la cabeza una espléndida idea y su cara se iluminó. ¿Cómo no se le había ocurrido antes? Era tan obvio…
Liam notando éste repentino cambio, le prestó más atención. Sus miradas se cruzaron y fue como si el chico le leyera la mente
-Ah no… - comenzó con cara de verdadero fastidio negando con la cabeza – eso sí que no.
-Claro que sí – zanjó Alana segura – Erik también viene. Eso me recuerda, a que no sé nada de él  desde hace tres días… el pobrecito debe de estar preocupado- miró a Selene – Chibiyue, ¿Me acompañas a buscarlo?
-Claro – asintió Selene. Con un saltito se bajó del banco y empezó a seguir a Alana, quién se dirigía a la puerta.
-He dicho que él no viene – habló iracundo Liam que cogió a Alana del brazo obligandola a pararse – me niego.
Alana con inmensa tranquilidad, como si estuviera aburrida miró la mano de Liam, cerrada sobre su brazo. Después le miró a los ojos y dijo:
-Eso es lo que hay, si no te gusta, no vengas – y con un fuerte tirón se zafó de su mano. Esto hizo que el otro hombro, el vendado, le doliera poco.
Ambas chicas se dirigieron hacia la salida dejándolo allí plantado. Cuando iban a salir por la puerta, Liam las alcanzó:
-¡Esperad! – Gritó el chico – Os acompaño – El tono de resignación del chico hizo sonreír a Selene.
Se dirigieron hacia el centro de la ciudad. Atravesaron unos cuantos callejones hasta que  vieron un pequeño bar llamado “Raven’s Bar”.
Entraron dentro. Era el típico bar pequeño. Al lado derecho había unas cuantas mesas y sillas con algunos clientes sentados. En el lado izquierdo, que era más amplio que el otro, dos mesas de billar. Una pareja de hombres mayores con muy mala pinta parecían estar inmersos en la emocionante partida. Al fondo, justo al lado de la máquina de baile, estaba la barra. Las estanterías tenían un montón de botellas de todas clases, muy ordenadas y limpias.
Erik estaba allí. Tenía el pelo suelto, lacio. Su uniforme era un chaleco negro y rojo, con unos pantalones negros y la camisa blanca. Se encontraba secando  un par de copas, aunque parecía no prestar mucha atención a lo que hacía, tenía un semblante pensativo.
………………………. (LIAM)
Al entrar en el bar una campanita que había arriba de la puerta avisó de que alguien entraba. Erik como acto reflejo levantó la cabeza. Cuando el chico vio a Alana dejó lo que estaba haciendo, salió de la barra con cara de alivio y abrazó a la chica.
-Alana – dijo él con voz de preocupación - ¿Dónde estabas? ¿Por qué desapareciste sin más? ¿Sabes lo preocupado que me tenías?
La chica lo abrazó aún más fuerte. Luego se separó y le dijo mirándole a los ojos:
-Te he echado de menos…
Erik sonrió y le dio un suave beso en los labios
-Lo se
-Bueno, bueno… Ya está bien de tanto empalagoseo. – Añadió Liam incómodo, mirando hacia otro lado. A Erik se le cambió repentinamente  la cara. El ambiente se empezó a caldear
-Pero qué…
Las dos chicas notando el peligro, intentaron cambiar de tema de conversación.
-¿Erik? – Le llamó Alana – Por qué no nos sentamos en una de las mesas mientras te lo cuenta todo, es bastante largo, además tengo una propuesta que hacerte – La chica cogió de la mano a Erik y se lo llevó a una mesa apartada, a su vez, Selene se dirigía a Liam:
-Tengo ganas de bailar un rato, vamos.
-Yo no bailo – Dijo Liam, mirándola fijamente a la parejita. Selene, que no llevaba bien eso de que le llevaran la contraria, clavó una mirada asesina en el chico e hizo que las luces de las lámparas titilaran amenazando con apagarse. Liam a quién le pilló desprevenido miró asustado a Selene.
-He dicho que vamos a bailar – Dijo mientras tiraba del chico hacia la máquina de baile a pesar de que éste seguía resistiéndose un poco.
A Liam, desde el primer momento que había visto a Selene, por decirlo de alguna manera, le había intimidado un poco, a pesar de lo ridículo que parecía debido a su corta estatura y su aspecto infantil, estaba aprendiendo que no había que llevarle demasiado la contraria, podía llegar a ser… peligrosa. Pero por otra parte, se alegró de que Alana tuviera una amiga como ella, porque siempre le protegía y cuidaba de ella.
………………………………………….  (ALANA)
Erik y ella se había sentado en una mesa apartada y bebían unas cocacolas. Al contarle toda la historia del ataque y de la muerte de su abuela, su novio que no había expresado ningún tipo de reacción, parecía concentrado en la historia, en todos los detalles. Cuando Alana terminó, Erik respiró aliviado.
-Ya decía yo que estaba inquieto últimamente y que tenía un mal presentimiento respecto a ti.
Alana sonrió:
-Tu sexto sentido, que se activa cada vez que estoy en problemas ha vuelto al ataque ¿Eh?
Erik sonrió un tanto complacido, para finalmente volver a estar serio.
-Siento lo de tu abuela, ha sido… una gran pérdida.
Un fuerte dolor recorrió el cuerpo de Alana, cada vez que alguien nombrara a su abuela… ¿se sentiría así de infeliz?
De fondo se escuchaba una musiquilla feliz. Alana un tanto desconcertada se giró y observó de donde procedía aquella canción. Selene muy divertida, daba saltitos y reía mientras jugaba a una máquina de DDR. A su lado en otra máquina idéntica se encontraba Liam maldiciendo aquél juego mientras intentaba seguir torpemente las flechitas que le indicaba donde tenía que pisar. En otra situación aquella escena habría resultado divertida, pero ahora mismo Alana no tenía fuerzas para reír, tenía la sensación de no poder volver a reír en la vida. Y encima tenía que huir del hombre que había matado a su abuela. Como una cobarde.
-“Ahora no me queda más remedio – pensó Alana – pero las cosas cambiarán, pienso ir a por ti Alan.”
La chica se volvió de nuevo y levantando una ceja preguntó:
-Entonces ¿Vendrás conmigo?
Erik, que también había estado observando sombríamente a Liam, al oír la pregunta clavó de nuevo su intensa mirada en la de Alana. Esta fue recompensada con una pequeña descarga eléctrica.
¿Por qué se ponía tan nerviosa cada vez que le miraba a los ojos? Algo en su mirada le recordó…
-¿Todavía lo dudas? – respondió él con una increíble sonrisa mientras alargaba la mano y le acariciaba suavemente la mejilla. Alana perdió totalmente la concentración – iría a cualquier parte contigo.
La chica sin poder articular palabra le dedicó solo un asentimiento con el que quiso decir “Entonces entendido”
Erik dirigió entonces su mirada hacia Liam con una cierta hostilidad y rencor.
-Por cierto, ¿Qué hace él aquí? – preguntó intentando restar e importancia, aunque Alana sabía perfectamente que si se la daba y no le culpaba de ello, después de aquella pelea…
-Se ha empeñado en acompañarnos también a Landfield – le informó la chica poniendo los ojos en blanco – así que por favor, te pido que en el viaje ni discutáis ni os peleéis – y volvió a repetir – por favor.
Él se la quedó un buen rato mirando sin decir nada hasta que por fin habló.
-Está bien. Pero que conste que lo hago por tí, porque te quiero – se cruzó de brazos y se recostó en el respaldo de su silla. De su boca apareció una sonrisa burlona – considérate afortunada.
La muchacha le dio un golpe cariñoso en el brazo y dijo:
-Idiota presuntuoso.
Se levantaron de la mesa y se dirigieron hacia Selene y Liam que había acabado en ese momento la partida. El chico estaba sudando y con la cara de estar totalmente picado.
-Chicos- dijo Alana para llamar su atención- está decidido. Erik también viene.
Liam le dirigió una mirada de puro fastidio pero no dijo nada, algo que sorprendió mucho a Alana.
-Liam- le llamó Erik sorprendiendo aún más a Alana y a los demás- tengo que hablar contigo un momento.
-Pero que…- empezó la chica.
-Tenemos que dejar de lado nuestras diferencias y lo que sucedió en el pasado, como dos personas  responsables- le explicó Erik a Alana. Después miró de nuevo a Liam- ¿Vienes?
El chico que seguía con cara de desconcierto aceptó y salieron a la calle. Alana le dirigió a Selene una mirada de preocupación. Ésta sólo se encogió de hombros y comentó:
-¿Quién entiende a los tíos?
················································· (SELENE)
Iba corriendo a mucha velocidad decidida a saltar el gran precipicio que se encontraba ante ella, pero siguió adelante sin detenerse. Justo al llegar al borde saltó y con muy agilidad empezó a correr por la pared como si del suelo se tratase. Cuando vio que iba a caer cogió impulso y saltó hasta una gran columna que había al lado. Apoyando las manos sobre los salientes empezó a ascender…
-No, lo estás haciendo mal- le desconcentró una voz con urgencia.
En ese momento se desconcentró e inevitablemente cayó al vacío perdiéndose en la oscuridad.
-¡Mira lo que has hecho!- gritó Selene mientras apretaba insistentemente el botón del mando de la PS3 para reanudar de nuevo la partida- Estaba a punto de llegar al final idiota, lo has hecho a posta.
Cogió uno de los cojines que había en el sofá y se lo estampó en la cara a Gun, que se hallaba a su lado.
-No es verdad,- dijo éste divertido mientras apartaba el cojín- ese no era el camino por donde debías ir, era por el otro lado.
Selene molesta, pero un poco divertida a la vez le pasó el mando bruscamente. Odiaba que le dijeran lo que tenía que hacer y aquél chico no hacia más que  interponerse en su camino.
-Pues ya que el “señor” es tan listo- lo miró ceñuda- hazlo tú.
Gun la miró divertido y con una sonrisa de no haber roto un plato en su vida le contestó:
-Por supuesto- las palabras estaban mezcladas visiblemente con un toque burlesco para intentar provocar a Selene.
-“¿Por qué todos los tíos son así de sadomasoquistas?”- pensó Selene furibunda- ¿”Es que les gusta que les peguen o qué?”
La chica respiró hondo intentando calmarse e ignoró a Gun por completo. Decidió observar  a su alrededor. Se hallaba en el gran salón de casa de los Blackborn. Alana estaba acurrucada en el sofá con la mirada perdida, seguramente inmersa en sus pensamientos. Selene sintió una punzada de lástima por su amiga. Era injusto que  el destino o lo que fuera la tratase tan mal. No se merecía lo de su abuela. Después de haber estado buscando y esperando a que apareciese, cuando por fin lo hacía un psicópata y le arrebataba a la única familia que tenía. No era nada justo. Alan… sólo de pensar en su nombre le producía repugnancia. Inconscientemente dirigió la mirada hacia Liam. Éste estaba en el sofá que había en frente al de Alana, mirando a su amiga fijamente mientras al lado Ashley parloteaba sin darse cuenta de que estaba siendo ignorada. Liam era el hermano de Alan… pero eran tan distintos…  No había conocido mucho a Liam, pero su intuición le decía que era una buena persona, un poco inmaduro y estúpido, pero al fin y al cabo, buena persona. Aunque Selene percibía algo oscuro en él, algo que no lograba descifrar…
La chica sacudió la cabeza. Serían imaginaciones suyas. Dirigió su mirada hacia Matt que estaba charlando con Mousy al lado de la puerta con cristalera que daba al patio. Mousy era un tipo extraño y raro, pero se le veía a simple vista que era buena persona y además, tenía unos ojos increíblemente bonitos.
-¡Ja! ¿Qué te dije? – Le gritó Gun indudablemente orgulloso – lo he conseguido, te dije que  no era por donde tú decías.
De repente recordó una cosa, desde que había sucedido lo de la batalla de Hollow Castle no hacía más que acordarse de ello y siempre acababa triste, abatida y sobretodo inquieta. Hacía ya tiempo que había tenido aquella extraña visión. Alana sosteniendo un cuerpo sin vida entre sus brazos, todo lleno de sangre, esa sensación de dolor y agonía… No quería ni pensarlo. Cuando vio ante sus ojos el asesinato de la directora se le pasó por la cabeza que tal vez se habría hecho realidad su visión… pero no lo era. Lo recordaba claramente y ese cuerpo de la visión no era el de la abuela de Alana. Pero si no lo era ¿de quién sería? ¿Es que aquello no era suficiente? Alguien más iba a morir. Selene abatida y mareada escondió su cabeza entre las rodillas.
………………………………………….. (ALANA)
-Selene ¿Te encuentras bien?
Matt acababa de sacarla de su retahíla de pensamientos. Al hacer mención de Selene, se fijó en ella, estaba muy pálida y parecía muy mareada. Levantó la cabeza que la tenía entre las rodilla y tenía los ojos un poco llorosos.
-¿Eh? – Selene parecía desorientada. Mousy se le acercó preocupado.
-¿Cuáles son los síntomas?
Selene lo miraba sin entender
-¿Mareos? ¿Vómitos? ¿Pérdida del conocimiento? Podríamos tener entre manos un grave caso de neumonía. Pues bien, por suerte he traído – mientras hablaba sacó una mochila llena de medicamentos y se puso a rebuscar en ella. Gun con cara de sulfurado lo apartó de al lado de la chica.
-Lo que necesita es aire, plasta.
-…Con un refresco me basta, así me espabilo un poco, creo que ha sido una bajada de tensión… - habló temblorosa Selene.
-Está bien, un segundo – Dijo Alana mientras se levantaba en un acto reflejo y se dirigía hacia la cocina.
-Eh – Añadió Liam alcanzándola – Te recuerdo que ya no trabajas como sirvienta en ésta casa. Así que no tienes que hacer todo lo que te manden, puedo ir yo a por el refresco.
Alana se paró en seco. Era cierto, ya no trabajaba para la familia de Liam. Se sintió rara, como vacía, ahora era una simple “invitada” más.
Le invadió una oleada de nostalgia, en parte echaba de menos su antigua vida: su única preocupación de entonces era encontrar a su abuela, no tenía que preocuparse por herir a nadie, ni de sentirse culpable por nada…
Pero si no se hubiera convertido en bruja, no hubiera conocido nunca a Erik, Matt, Tay, Selene…
Alana pareció reaccionar:
-Voy porque quiero, porque Selene es mi amiga, y no porque nadie me lo mande – Respondió un poco picada Alana.
-Pues ya que vas, tráeme un batido de papaya… -Le picó aún más Liam
-¡No empieces!
-Jajaja, vamos, era una broma – se reía Liam
-¡Infantil! – Alana se puso roja de enfado. Liam que pareció enfadarse también respondió mientras se ponía rojo:
-¡Amargada!
-¡Madura un poco, niño chico!
Liam le sacó la lengua y volvió a ir hacia el salón
Cuando Liam se había dado la vuelta, Alana sonrió, en realidad echaba de menos sus peleas.
Aquella fue una noche rara, todos los chicos durmieron en una de las habitaciones de invitados, y Selene y ella en la suya. Ashley se había negado a dormir con nadie que no fuera Liam, por lo que acabó durmiendo ella sola en el cuarto del chico. Selene que parecía estar muy cansada tras la bajada de tensión, durmió casi toda la noche entera del tirón, exceptuando sus dos o tres momentos de sonambulismo en las que se ponía a comerse la almohada, a patalear, o se levantaba y se ponía a gritar:
-¡FIESTAAAAA!
Ella en cambio, Alana no conseguía conciliar el sueño, cada vez que cerraba los ojos veía el cuerpo sin vida de su abuela, y la única vez que consiguió dormir, soñó con Tay, que se le acercaba muy serio y cuando luego se acercaba ella a tocarlo, él desaparecía, más tarde volvía a aparecer su abuela.
A la mañana siguiente todos se despertaron muy temprano y se encontraron en la puerta de la casa de los Blackborn listos con sus mochilas. Ashley al final solo consiguió llevarse una de sus tres mochilas muy a su pesar. Antes de partir, Eleonorah y el Señor William se despidieron de Alana y Liam con un fuerte abrazo. Se pusieron en marcha y llegaron hasta la entrada del bosque donde les esperaba Erik. Alana al verle se le dibujó una sonrisa en la cara y corrió hasta él abrazándole.
-¿Estas preparada? – Le susurró al oído cariñosamente
-Contigo, siempre – dijo ella mirándole a los ojos.
-Bueno – cortó Liam pasando por su lado de un modo desquiciante - ¿podemos irnos ya o vais a estar otro ratito así?
Alana le sacó la lengua pero le hizo caso, se apartó de Erik y se encaminó hacia la espesura del bosque. De repente se quedó clavada en el suelo. Una silueta había aparecido a escasos metros de ellos. Su figura le era muy familiar… hasta que se dio cuenta de quién era.
-Tay… - Dijo atónita Selene con los ojos muy abiertos sin poder creérselo.
El chico, que los observaba tranquilamente, sonrió.
-Os estaba esperando…
FIN DEL CAPITULO

martes, 21 de junio de 2011

Capitulo 12 **Lonely Day** (System of a Down)

·············································· (Alana)
Poco a poco fue abriendo los ojos. Se sentía como si no tuviera cabeza. Intentó moverse y se arrepintió. Un fuerte dolor le recorrió el hombro. Eso logró despejarla un poco y ver las cosas con más claridad. Lo primero que supo es donde se encontraba. Habría reconocido ese lugar aunque hubiera estado ciega. Todo estaba tal y como lo había dejado. Su habitación seguía teniendo las paredes pintadas de morado menos una, la de la cama, que era verde. Seguía cubierta de posters de sus grupos favoritos. El teclado electrónico seguía como siempre al lado del escritorio. Todo tan ordenado como siempre. Se hallaba en su antigua habitación en casa de los Blackborn. ¿Cómo había llegado hasta allí?
Esforzándose un poco, ya que su cabeza seguía un poco embotada,  logró recordar lo que había pasado. El ataque al castillo, Tay desaparecido, Alan, su abuela muerta…. Y después vino Liam. A partir de ahí ya no recordaba nada más. Un fuerte suspiro hizo que diera un respingo de sorpresa. Miró al borde de la cama y vio que su amiga Selene estaba sentada en una silla con la cabeza apoyada en la cama de Alana. La chica dormía plácidamente. Se levantó con cuidado de no despertarla y se dirigió a la puerta. Cuando salió por ella vio a alguien, fuera del pasillo dormido. Liam estaba apoyado en la pared, con unas cuantas vendas repartidas por el cuerpo y la cara. También dormía plácidamente. Alana se le quedó mirando, mientras le invadía un extraño sentimiento. ¿De verdad le había dicho aquello mientras ella estaba fuera de sí? No, seguramente habían sido imaginaciones suyas provocadas por la situación.
La chica siguió por el pasillo y bajó por las escaleras hasta llegar a la cocina. A pesar de que estaba amaneciendo y no había nadie en la cocina se olía un agradable olor a café recién hecho.
Alana se acercó a la nevera, se echó chocolate líquido en una taza y lo metió 2 minutos en el microondas. Mientras el chocolate se calentaba se acercó a la alacena de al lado y cogió una apetecible napolitana. La mordisqueó un par de veces, cogió la taza y salió afuera.
-“¿Por qué me habré despertado con tanta hambre?”-se preguntó mientras se sentaba en el borde de la piscina y metía sus pies en el agua.
Al sentarse se sintió aliviada. Sólo llevaba 5 minutos de pie y ya estaba cansada y lacia. No tenía apenas fuerzas. Realmente la batalla  la había dejado hecha polvo, pero lo que de verdad le dolía era la muerte de su abuela. No es que hubiera sido la mejor abuela del mundo ni mucho menos, pero de todas las formas le dolía mucho su perdida. Ella había sido el único familiar que tenía. La única que le podía disipar un montón de dudas que le quedaban acerca de su familia. Y ya nunca se enteraría de ello.
Aunque habían tenido una corta y difícil relación, al fin y al cabo era su abuela y  la quería. Algo le hacía cosquillas por las mejillas, y cuando se llevó una mano hacia allí se dio cuenta de que estaba llorando, otra vez. ¿Cuántas veces tendría que llorar? Alana llegó a la conclusión de que era débil, y esa debilidad tenía la culpa de la muerte de su abuela. Era como si ella misma la hubiese matado. Era un monstruo. Hacía daño a todas las personas que tenía a su alrededor: Selene, Matt, Erik, Liam y la que había recibido la peor parte era su abuela. Se sintió como una estúpida. No merecía el cariño de nadie. La chica distraída empezó a juguetear con el agua. Hacía flotar pompas de agua, que cuando flotaban por encima de su cabeza se transformaban en bonitas flores.
La chica sonrió, Matt debía de andar cerca.
-Anda, ven y siéntate conmigo. – Le dijo al chico mientras sonreía.
-¡Honey! – Matt con una bata y cara de sueño, fue sonriente a abrazarla – Veo que por fin te has despertado.
Alana dejó tu taza de chocolate ya vacía a un lado y le devolvió el abrazo a Matt.
-Tampoco habré dormido tanto.
-¿Tres días te parece poco? – Dijo Matt mientras reía.
-¿¡Tres días?! – gritó asombrada Alana mientras se levantaba rápidamente. Al hacer esto casi pierde el equilibrio pero Matt también  poniéndose de pie la agarró
-Hombre chata, ten en cuenta que cuando terminó la batalla estabas medio muerta – dijo el chico sin tapujos- me sorprende que hayas podido levantar – y mirándola de arriba abajo añadió – deberías estar en la cama.
-Vamos, estás de coña ¿Verdad? No pienso meterme en la cama otra vez. Tengo el cuerpo lacio, si me  meto de nuevo en la cama me convertiré en gelatina.
-Honey – dijo Matt muy serio – has estado a punto de morir, ahora mismo no tienes ni una pizca de energía, no vas a poder hacer magia hasta dentro de unos días. Además, casi te desangras por tu herida – señaló el hombro de Alana que estaba vendado – y has pasado por un fuerte trauma. Hace apenas unos días estabas en estado de shock. Incluso has tenído una barbaridad de pesadillas.
-Vaya – habló Alana sorprendida – pues sí que la he liado buena.
-Esto es serio. Casi mueres, estábamos todos muy preocupados por ti.
Alana rió infeliz.
-Pues no sé por qué, - empezó – no creo que yo merezca tanto la pena para que todos os preocupéis por mí. Debería haberme muerto – notó de nuevo lágrimas caer – Debería haber sido yo la que muriera y no mi abuela.
Matt muy serio le soltó una bofetada en la cara.
-¡No vuelvas a decir eso nunca más! – Luego le abrazó de nuevo – Además, que sería de nosotros sin nuestra irónica Fly, ¡Que sería de mí, de Selene… de Tay!
Entonces Alana se acordó. No había vuelto a saber nada de él.
-Oye… ¿Dónde está Tay? No lo he visto por ahí.
A Matt se le llenaron los ojos de lágrimas
-Tay… - susurró tristemente – No han encontrado aún su cuerpo… Aunque hay muchos que no se han podido identificar… Cabe la posibilidad de que él sea uno de ellos…
Un fuerte dolor en el pecho sacudió a Alana. Su amigo Tay… el callado, reservado, pero simpático Tay. ¿Por qué tenía que ocurrir tantas cosas malas a la vez? ¿Es que no era suficiente con una sola muerte? La chica destrozada hundió su cabeza en el pecho de su amigo. Se pasaron así un buen rato sin saber que decir, cuando por fin Matt habló:
-Por cierto – dijo recomponiéndose – Eleonorah Blackborn dijo que cuando despertaras quería hablar contigo.
-Genial. Vamos a hablar con ella – pero se paró en seco y miró a Matt insegura – pero está dormida…
-Que va – le cortó el chico mientas agitaba una mano – hace días que no duerme. Creo que está en su despacho. Te acompaño.
Alana asintió y se dirigió hacia allí seguida por Matt. Cuando llegaron a la puerta Alana llamó y entró:
El despacho estaba tal y como lo recordaba, siempre ordenado. Un elegante escritorio de roble ocupaba el centro de la sala. En él había papeles desperdigados, planos y varias tazas de café vacías.
Detrás ocupando toda la pared norte había una estantería con muchos libros. En la pared derecha había un mapa con un puñal clavado en alguna parte del mundo, y varios cuadros de los antepasados de los Blackborn. En algunos retratos salían japoneses, antepasados de Eleonorah, por eso ella y sus hijos tenía los ojos rasgados…
En la pared izquierda se hallaba un gran ventanal con cortinas translúcidas por lo que dejaba pasar una tenue luz que iluminaba toda la sala. Al lado de la puerta se encontraba una pequeña chimenea apagada. Sentados en dos sillas se hallaban Eleonorah y William Blackborn. Al entrar Alana, el matrimonio paró de hablar y la miraron sorprendidos. El primero en reaccionar fue el señor William, quién se levantó, cruzó la habitación en tres zancadas y envolvió a Alana en un fuerte abrazo.
-Alana… - Dijo delicadamente como aliviado – por fin te despiertas. Estábamos muy preocupados por ti.
Eleonorah se acercó a ella y también la abrazó. La chica se quedó totalmente sorprendida ¿Eleonorah dando muestras de cariño? Pero más se sorprendió cuando la miró a la cara, la mujer estaba llorando.
-Oh Alana, lo siento tanto… - dijo mientras negaba con la cabeza – te pido disculpas en nombre de Alan. No sabía que él… - paró de hablar mientas se ponía una mano en la boca acallando un sollozo.
-Pero tú no tienes la culpa – habló Alana mientras le daba una punzada de rabia al oír el nombre del hermano de Liam.  – Tú no tienes la culpa de lo que haya hecho tu hijo.
-Aun así – contestó muy serio el señor William – es un miembro de ésta familia y todos nos sentimos dolidos por lo que ha pasado. La conducta de nuestro hijo no tiene perdón y cuando lo cojan será castigado duramente – el señor William parecía disgustado y muy dolido.
Alana sin saber que contestar solo asintió con la cabeza.
-No os quedéis ahí parados, - comentó el hombre suavizando más la expresión de su rostro – sentaos.
Los amigos obedecieron y se sentaron en dos sillas frente al escritorio. El señor William se sentó frente suya. Por el contrario Eleonorah mientras abría la puerta dijo:
-Yo voy a llamar a la señorita Wildlook – y desapareció
-¿Quién es la señorita Wildlook? – se interesó Alana girándose para mirar al señor William
-Una agente del gobierno que está investigando el paradero de Alan y el percance que ocurrió en Hollow Castle.
-¿Agente del gobierno? – Se extrañó la chica – Yo pensaba que la gente normal no sabía nada de los magos.
-No son del gobierno de la gente normal ¿Me equivoco? – aventuró Matt.
-No, no te equivocas – asintió el hombre -  me refiero a nuestro gobierno, el de los cazabrujas.
-¿Has dicho nuestro? ¿Qué quieres decir? – preguntó Alana.
El señor William se le quedó mirando unos segundos por encima de sus gafas hasta que por fin habló.
-Alana, yo soy un cazabrujas – explicó calmado – y también lo son Eleonorah, Alan y Liam.
Alana se quedó de piedra, ¿Cazabrujas? Había oído hablar de ellos en Hollow Castle. Eran personas que se dedicaban a controlar y castigar a los brujos criminales. Como una especie de organización secreta o algo así. La chica estaba molesta y enfadada.
-¡Vaya! – Refunfuñó - ¿Debería saber algo más? A lo mejor tengo una hermana gemela secreta y tampoco me lo habéis contado. ¿Por qué todos me mentís? ¿Tan difícil es contar la verdad?
-Lo siento – Se disculpó el señor William – era un secreto, además, lo hicimos para no crearte más problemas y quebraderos de cabeza.
-Cuando salíais a cenar, no ibais con vuestros amigos ¿Verdad? – Dedujo Alana – Y los viajes que hacíais no eran de negocios…
-No. Íbamos a reuniones del gobierno. Y los viajes eran misiones que se nos mandan y debemos ejecutar. Es nuestro trabajo.
-Hay una cosa… - interrumpió Matt – Battle Cross, ¿No es un colegio normal y corriente, verdad?
-Eres un chico muy perspicaz – observó el hombre entrecerrando los ojos – Es verdad, no es un colegio normal. Battle Cross es una escuela para formar futuros cazabrujas.
-¿Cómo una escuela militar? – Alana abrió mucho los ojos.
-Algo así – dijo con una sonrisa torcida el señor William.
Claro, por eso Liam y sus amigos estaban siempre en tan buena forma. Alana en el pasado se preguntaba como Liam podía estar tan fuerte y petado, sino iba al gimnasio. Ahora tenía la respuesta. Entonces la chica cayó en la cuenta, ¿Por qué Liam le había presionado tanto en la fiesta de máscaras para que le dijera la verdad de lo ocurrido la noche que se escapó de casa de los Blackborn, si sabía perfectamente que Alana era una bruja?
La puerta del despacho se abrió y entró Eleonora.
-Ya la he llamado, dice que viene de camino – informó la mujer mientras se sentaba al lado de su marido.
-El otro día, mientras tú seguías inconsciente, la señorita Wildlook ya estuvo aquí haciéndonos preguntas a todos. Aunque tenía una especia de interés en verte a ti, ya que eres la nieta de Agnes… - Informó el señor William.
-Por cierto  Alana, mientras tú dormías…
Repentinamente todos se pusieron muy serios.
-Sin rodeos, - dijo Matt armándose de valor – Fue el entierro de tú abuela.
-Pero… no pude ir… -dijo Alana mientras se le llenaban los ojos de lágrimas y se agarraba el candado.
-Está enterrada en el cementerio de Bänon, por si quieres pasar por allí… - Le dijo el señor William poniéndole una mano en el hombro.
-Pero es mi abuela… ¡Tendría que haber asistido! – Sollozó la chica mientras le caía lágrimas por las mejillas. Matt le pasó un brazo por el hombro.
-Ya… suéltalo todo… - la consoló.
Todos se quedaron en silencio hasta que la chica se tranquilizó.
-Entonces… ¿Quién será el nuevo director de Hollow Castle?
-El castillo estará cerrado hasta nuevo aviso – habló una voz femenina procedente de la puerta. Alana se volvió y vio una chica – Está todo lleno de muertos, para que ahora algún alumno coja un trauma… Además, hay que hacer reconstrucciones en varias partes del castillo, sobre todo en el ala oeste. Quedó muy dañado. – Dijo mientras cerraba la puerta, se apoyaba en ella y encendía un cigarro. Era delgada, con el pelo muy largo, le llegaba hasta un poco más para debajo de la cintura. El pelo era de color muy rojo, aunque lo que más llamaba la atención eran sus grandes ojos amarillos que tenía un aire muy… salvaje. Recordaban a algún animal muy fiero.
Encima del labio superior, tenía un lunar.
Acentuando esa mirada salvaje, justo al lado del ojo derecho, tenía un piercing (dos bolitas) que daban la sensación de rasgar el ojo.
Llevaba una camiseta de tirantes blanca, con mucho escote. Unos pitillo muy ajustados, vaqueros que le quedaban de escándalo, y unos botines con tacón muy altos. El pelo lo traía suelto, con débiles ondas, un poco aguado.
-Por cierto, soy la enviada del gobierno de los cazabrujas, Shawn Wildlook. – Dijo la joven mientras le estrechaba la mano fuertemente a Alana – Por favor, retírense de la sala, solo debo hacer unas preguntas a la chica.
Todos obedecieron y salieron por la puerta. Matt rezagándose, le dio un apretón  para infundirle ánimos y también salió por la puerta. Shawn se sentó detrás del gran escritorio frente a Alana.
-Bueno, lo primero de todo, mi pésame por lo de tu abuela…
Alana asintió compungida.
-Sé que no es un buen momento para efectuar el interrogatorio ya que sigue siendo muy reciente… el accidente, pero comprende que estamos en alerta máxima. Uno de los nuestros ha perdido el control y va matando magos inocentes… Por lo que tenemos que actuar con rapidez.
-Claro… lo entiendo – Alana respiró hondo, se armó de valor para responder todas la preguntas.
-Bien, empecemos por lo fácil – Shawn sonrió – Tu nombre es Alana Firesoul ¿no es así?
Alana asintió.
-Por lo que supongo que eres la nieta de Agnes Firesoul.
Alana volvió a asentir.
-¿Cómo era vuestra relación? ¿Tendrías algún motivo para querer matarla…?
-¡Yo no maté a mi abuela! ¡Fue Alan! Y hay muchos testigos para confirmarlo…
-Lo sé, lo se… simplemente que el gobierno tiene que barajar todas las opciones posibles, y una de ellas es que alguien haya “contratado” o manipulado a Alan para que cometiera este ataque. Y por mi parte creo que el gobierno debería dejarse de tantas tonterías y conspiraciones, para concentrarse en el verdadero problema… - Shawn expulsó una bocanada de humo
-Alan… - terminó la frase Alana. La otra chica se le quedó mirando de una manera muy intensa.
-Así es, como se descontrole más, puede ser un peligro aún más grande…
Se hizo el silencio. Shawn miraba por el gran ventanal pensativa, mientras que Alana pensaba en Alan. ¿Por qué había atacado el castillo y matado a su abuela?
-Alana – Shawn la sacó de sus pensamientos - ¿Tienes ideas de lo que han robado del despacho de tu abuela?
-¿Han robado algo?
-Sí, Agnes guardaba muchos documentos importantes, pero solo tenemos constancia del robo de unos mapas o planos…. No sé exactamente el qué, pero algo parecido.
-¿Y que contenían esos documentos? – A Alana le podía la curiosidad cada vez más.
-Lo siento, pero no estoy autorizada para revelarte esa información. Lo que “tampoco” puedo decirte – Shawn sonrió abiertamente, mientras le guiñaba un ojo – es que esos documentos son muy importantes para brujos y cazabrujas, además de peligrosos. Revelan uno de los secretos mejor guardados de ambos gobiernos. Pero como he dicho – La chica volvió a sonreír – No estoy autorizada a darte toda esa información, por lo que deduzco que no le habrás prestado demasiada atención.
Alana sonrió, aquella chica le  caía bien. Era muy directa y hacía lo que creía correcto. Se dejaba guiar por sus instintos, como un animal salvaje.
-¿Pero entonces… si no puedo volver a Hollow Castle…?
-Salgamos al patio – la cortó Shawn – tengo que daros a ti y a tus amigos una noticia.
Obedeciendo a Shawn, Alana se dirigió hacia el gran patio. Allí se encontraban Selene y Matt sentados en dos grandes rocas que había. A la chica le invadió un sentimiento de nostalgia que le daba fuertes punzadas en el pecho. Se le vino a la cabeza la imagen de dos niños chicos que jugaban entre esas dos enormes piedras.
Selene en cuanto vio aparecer a Alana, rápida como un rayo, se lanzó hacia ella envolviéndola en un fuerte abrazo.
-Fly – la voz de la muchacha sonaba hueca, ya que no apartaba su cabeza hundida en el hombro de Alana – Por fin despertaste. – Selene se apartó un poco y la miró a los ojos – Nunca vuelvas a hacer tal estupidez, ¿Me entiendes? Nunca.
-Está bien – declaró Alana mientras dejaba caer suavemente su mano en la cabecita de Selene – Siento haberos preocupado tanto.
-Bueno,  - Cortó de pronto Shawn pasando por su lado -  ¿habéis acabado ya? Tengo que deciros algo importante.
Terminaron todos sentados en un banco que había entre varios rosales. A Alana siempre le había gustado pasear por el enorme jardín que se extendía por el patio trasero de la casa. Lo bueno de la casa de los Blackborn era que al ser tan inmensa podías perderte por cualquier rincón sin que nadie te encontrase o molestase. Cuando de niños Liam y Alana jugaban al escondite, el chico nunca la encontraba, y siempre ganaba ella. Como era de esperar, Liam a quien no le gustaba perder, se hartó rápidamente de aquél juego.
-Vale- dijo Shawn mirando a Alana – ésta es la cuestión. El gobierno requiere tu presencia en Landfield para ofrecerte protección, ya que puedes estar en peligro.
-Gracias – empezó a decir Alana – pero no necesito protección, estoy bien…
-¿Qué estás diciendo? – Le cortó Selene con cara de pocos amigos – Tienes que ir, no podemos correr el riesgo de que te pase nada.
-Pero…
-No hay peros que valgan – intervino Matt – Vas a ir. Por voluntad propia o a rastras.
-Está bien – concluyó resignada Alana - ¿Y cuándo partimos?
-Lo más pronto posible – declaró Shawn – Pero primero hay que estudiar el terreno. Hay varios agentes patrullando por el pueblo ya que sigue habiendo secuaces de Alan por los alrededores. Nuestra ruta será la siguiente – Explicó – Tomaremos la salida norte de Bänon y nos adentraremos por el bosque hasta llegar a Landfield, así que os sugiero que preparéis mochilas y provisiones.
Los tres amigos asintieron. Shawn les hecho una rápida ojeada a los tres
-De acuerdo. Entonces solo seremos nosotros cuatro los que viajemos ¿No?
-Si – respondió Alana – solo nosotros.
-¿No os olvidáis de alguien? – Dijo una voz familiar a sus espaldas.
Los cuatro se giraron. Era Liam
FIN DEL CAPITULO

viernes, 17 de junio de 2011

Capitulo 11 **Hero** (Skillet)

·························································· (Matt)
El martillo voló violentamente derribando un trozo de techo que fue en picado hacia la cabeza de Matt. Éste gracias a sus reflejos y una velocidad sobre humana logró esquivarlo a tiempo y además hacerle un tajo a uno de los encapuchados con su florete de hielo.
-¡Matt!- le llamó una chica altísima llamada Helena- me vendría bien un poco de ayuda- dos encapuchados la atacaban a la vez.
Matt rápidamente se puso entre Helena y los enemigos.
-¿No sabéis que es de mala educación atacar a  una dama y encima dos contra uno?- el chico se puso en guardia.
Los dos encapuchados se abalanzaron contra él con un grito feroz. Los esquivó con un ágil giro, cortándole la espalda con un suave y certero movimiento de muñeca, haciendo que el encapuchado cayera sin sentido al suelo.
Luego giró la cabeza y vio que bajaban muchos más enemigos por la gran escalinata principal. No se lo pensó dos veces, se dirigió hacia los pies de las escaleras, se agachó y puso ambas manos en el primer escalón. Nada más tocar el pétreo suelo una fría y resbaladiza escarcha se extendió por toda la escalera haciendo que los encapuchados cayeran rodando violentamente.
-¡Se me olvidó deciros que estaba fregado!- les gritó alegremente.
Tenía que reunirse cuanto antes con Selene y Alana, tenían que permanecer unidos. A todo esto, hacía mucho que no veía a Tay. Desde que se había armado todo ese alboroto y el chico había ido a avisar a la directora. A partir de ahí no supo nada más de él. ¿Le habría pasado algo? ¿Estaría bien?
··················································(Selene)
La chica corría como una posesa por los pasillos, dejando atrás cada dos por tres hombres y brujos peleándose a muerte. Se dirigía hacia su habitación con el fin de encontrar a Fly y coger sus katanas. Desde lo lejos vio que una figura negra se ponía en su camino intentando cortarle el paso. Aquél hombre tenía sonrisa de maníaco. Selene sin ningún problema cogió impulso y saltó por encima del hombre, no sin antes pisarle la cabeza. Siguió corriendo sin mirar atrás, pero cuando giró la esquina algo fue hacia ella a mucha velocidad. Una gran bola de fuego. Rápidamente creó un escudo parando la gran masa de ardiente. Por su lado pasó un encapuchado en llamas, corriendo desesperadamente y gritando. La chica sorprendida miró en la dirección por donde había aparecido el fuego  y vio a Alana, blanca aproximándose hacia ella.
-¿Has visto eso?- preguntó sin poder creérselo Fly- ¡le he lanzado una bola de fuego! ¡Como mola!
- Si, una de ellas casi me calcina- le reprochó.
-¡Vamos!- le dijo su compañera mientras tiraba de ella-tenemos que salir de aquí. ¿Qué está pasando?
-Hay gente encapuchada por todas partes atacando a todos ¡Espera!- le gritó Selene viendo que su amiga empezaba a andar-¡Mis katanas!
-No te preocupes- Fly hizo aparecer las dos armas de Selene, entregándoselas.
-Gracias- le contestó la chica-¿Y tú?
-No hay problema- con un movimiento de manos Alana hizo aparecer dos cimitarras de aspecto peligroso, que parecían arder.
-Hay que encontrar a Matt y a Tay, creo que nos esperan en el hall…
Corrían por los pasillos mientras luchaban y esquivaban a gente. Repentinamente, el mismo encapuchado de la sonrisa maníaca de antes, se les volvió a interponer en el camino.
-Tú y yo tenemos una cuenta pendiente gatita…- se mofó el hombre, pero antes de que terminara la frase, Selene le hizo un largo tajo atravesándole la cara.
-Cierra la boca maldito pederasta.
Entonces un segundo encapuchado apareció con un arco en la mano, apuntando directamente a Selene. Alana, que vio las intenciones del hombre, empujó a la chica interponiéndose en la trayectoria de la flecha, que acabó hundida en el hombro de Alana mientras ésta soltaba un grito de dolor. Selene enfadada, se sacó un pequeño puñal de la funda de muslo, y se lo lanzó directamente al corazón del encapuchado. Éste cayó abatido instantáneamente.
Alana seguía en el suelo dolorida, tras haberse sacado la flecha, y se apretaba la herida para que dejara de sangrar.
-Vale, creo que necesitamos un médico- añadió Selene asustada.
-No seas tonta, solo es un rasguño, puedo seguir…- mientras decía esto, intentaba levantarse.
Selene le ayudó a levantarse, y la chica se apoyó en el hombro de la otra. Alana se puso pálida. Seguro que eso tenía que doler. ¿Y si se desangraba? Tenía muy mala cara. Selene miró preocupada a su amiga. Fly intentando no preocuparla, forzó una sonrisa. Eso fue suficiente para Selene, obligó sentarse a Alana en un pasillo donde no había nadie. Le arrancó la manga del uniforme y se la ató al hombro donde estaba la herida haciendo caso omiso de las protestas de Alana.
Siguieron avanzando hasta llegar al hall. Aquello era una verdadera batalla campal. Había mucha gente luchando con armas o haciendo magia y muchos cuerpos sin vida yacían por el suelo. Matt se encontraba en el centro de la sala, espalda con espalda con otro alumno, y ambos luchaban contra un grupo de cuatro encapuchados.
-¡Matt! ¿Necesitas ayuda?- Preguntó Alana, bajando precipitadamente la escalera hacia ellos.
-Hombre, una ayudita nunca está de más.- Respondió Matt mientras esquivaba una estocada del enemigo.
Alana y Selene se concentraron y lanzaron una bola de fuego y electricidad hacia los encapuchados, que saltaron por los aires.
············································ ( Alana)
-Buena puntería. –Alabó Selene mientras le chocaba la mano a Alana.
Matt con cara de preocupación,  se acercó hasta ellas.
-Oye ¿Habéis visto a Tay?- dijo mientras se agachaba para esquivar un objeto que iba hacia su cabeza.
-¿Pero no estaba contigo?- Preguntó Alana inquieta- ¿no le habrá pasado nada…?
Los tres amigos se miraron preocupados ¿Dónde estaría Tay?  Todos sabían que el chico no era muy dado a la lucha, ni nada relacionado con el ejercicio físico.
Muy cerca oyeron a alguien gritar, y se acercaron para ver qué pasaba. Brian, un compañero de Matt y Alana que estaba con ellos en clase de esgrima, sacaba un pequeño puñal del cuerpo de un encapuchado muerto.
-Hey Brian, ¿has visto a Tayson?-se le acercó Matt.
-Que va- Respondió el otro chico mientras limpiaba la sangre del cuchillo- La última vez que lo vi fue cuando se dirigía al despacho de la directora para informarle que estaban atacando el castillo.
-Mierda Brian, eso ya lo sabíamos- Dijo Matt que empezaba a desesperarse.
-Será mejor que nos dirijamos hacia el despacho de la directora, seguro que allí lo encontramos.- Se apresuró a decir Selene.
-Yo que vosotros no me acercaría si queréis manteneros enteros. Allí se encuentra el cabecilla del grupo luchando contra la directora, y la verdad, no tiene demasiada buena pinta.
-¿La directora…?- Dijo Alana preocupada.
Repentinamente salió corriendo.
Su abuela estaba en peligro. A pesar de todo el daño que le había hecho a Alana le sorprendió descubrir que estaba preocupada por su abuela, que a pesar de todo la seguía queriendo.
········································(Agnes Firesoul)
 -Te lo advierto Alan Blackborn retírate de todo esto antes de que sea demasiado tarde- le previno Agnes a Alan.
-Cállate, vieja estúpida.- le cortó el chico mordazmente- Tú no sabes nada de mi.- Se sacó un afilado cuchillo de la chaqueta y con un veloz movimiento se lo arrojó directamente a la cara de Agnes.
Ésta levantó la mano parándolo en el aire para luego convertirlo en cenizas.
-Sabes que no puedes conmigo- habló la mujer enfadada- no permitiré que los cojas.
-No me subestimes, acabaré contigo si hace falta. Me llevaré los planos quieras o no.
-Esa confianza acabará por destruirte.
Alan rió divertido, mientras apuntaba a la directora con una pistola.
-No vas a poder proteger eternamente todo lo que te importa en esta vida- su mirada era desafiante.
-Retírate ahora, antes de involucrar a más gente. –Dijo Agnes mientras se ponía en guardia - ¿O es que acaso quieres arrastrar contigo a tu hermano y a…?
············································· (Alana)
Alana corría muy rápido esquivando y saltando a los cuerpos sin vida de alumnos y encapuchados que había por el suelo.
-“Espero que ninguno de esos sea Tay”- pensó Alana sintiendo una fuerte punzada de preocupación.
Selene y Matt la seguían detrás de ella.
¿Cómo podría haber pasado todo aquello? Se suponía que Hollow Castle estaba muy bien asegurado para que nadie pudiera entrar. ¿Cómo lo habrían hecho? Todo aquello era de locos. Antes de que estallara el revuelo la chica había estado en su cuarto como siempre escuchando música cuando oyó mucho estruendo. Al asomarse al pasillo un tío enmascarado la había atacado y tuvo que defenderse. Después se encontró con Selene y vio todo aquel desastre. No entendía por qué aquellas personas les querían hacer daño.
Por fin llegaron hasta donde se encontraba su abuela. Ésta estaba tensa y en guardia hablando con un hombre encapuchado, pero este tenía una aspecto mucho más feroz que los demás. Aunque no se le viese la cara, Alana dedujo que en seguida que sería el cabecilla del grupo. El chico apuntaba amenazadoramente a su abuela.
-¡Abuela!- gritó Alana mientras se dirigía corriendo hacia ella haciendo caso omiso al dolor que sentía en el hombro donde le habían clavado la flecha.
Entonces escuchó un disparo. Todo pareció detenerse. Matt agarró a Selene y ambos se tiraron al suelo. Su abuela con cara de pánico se dirigía hacia Alana corriendo, y el encapuchado reía de forma psicópata. Cuando la chica se dio cuenta vio que su abuela había parado la bala que iba directamente a su cabeza. El hombre aprovechó esa ocasión para escabullirse y entrar en el despacho de su abuela.
-¿Estás loca?- gritó su abuela preocupada y enfadada a la vez- podría haberte matado. Te has puesto en peligro tú sola.- su abuela dirigió su mirada herida hacia el hombro- ¿Estás bien?
-¿Quién era ese hombre? ¿Qué quería?- la ignoró Alana.
-Un viejo amigo de la familia- sonrió penosamente su abuela- Alan Blackborn, seguro que te suena ¿verdad?
La chica se quedó sin palabras ¿Habría oído bien? ¿Alan… Blackborn? El hermano mayor de Liam. Había vivido con él en casa de los Blackborn cuando era pequeña. El niño a causa de los celos siempre hacía cosas que estaban mal y le pegaba a ella y a Liam. No era el típico niño travieso y ya está. Alan era perverso, quería ser siempre el centro de todo, que estuvieran las 24 horas del día pendiente de él. Tenían que darle todo lo que él quisiera sino…. Por eso, cuando nació Liam y llegó Alana las cosas empeoraron y mucho. Así que a los Blackborn no les quedó más remedio que enviar a Alan con una tía lejana que vivía en Landfield a ver si con el cambio de aires mejoraba su comportamiento. Aunque esto sólo consiguió agravar la situación. El chico renegó de su familia y se escapó. Esa fue la última noticia que tuvieron de él, o al menos lo fue para Alana.
-Ese tipo es muy peligroso- le informó su abuela- por eso te pido que tengas mucho cuidado. Huye y escóndete.
-No puedo hacer eso,- Dijo Alana contrariada- todos en la escuela están dando su vida, y yo no voy a ser una cobarde.
-Lo sé, pero Alan tiene mucho rencor hacia ti y su familia. Eso te convierte en un blanco claro. No quiero perder lo único importante que me queda. No pienso cometer dos veces el mismo error.- habló mientras apoyaba su mano en el hombro de la muchacha con cariño- daré mi vida por ti si es necesario.
-Pero abuela….- Dijo Alana con lágrimas en los ojos.
-No hay peros que valgan.- Alargó la mano y le secó una lágrima solitaria que le caía por la mejilla a Alana- Voy a enmendar mi error pasado cueste lo que cueste. Así que por favor, te pido que te vayas de aquí.- Al ver que  Alana no se movía del sitio hizo una señal a sus amigos, que le entendieron y cogieron a Alana para llevársela.
Su abuela se giró y se dirigió hacia su despacho, pero en ese momento se abrió la puerta y salió Alan por ella con unos papeles enrollados en las manos.
-¿Cómo los has encontrado…?- Dijo su abuela con temor-¡Devuélvelos ahora mismo a su lugar! ¡Sabes que te juegas mucho robándolos!
Lo único que se veía bajo la capa de Alan era su sonrisa de maníaco. Entonces metió la mano en el bolsillo y lanzó una granada cegadora*.
En momentos todo el pasillo estaba lleno de humo. Alana y sus amigos empezaron a toser con violencia, haciendo que se le saltaran las lágrimas. Alana empezó a marearse, pero justo antes de caer al suelo de rodillas, Matt le agarró con dificultad mientras Selene con un movimiento de muñeca apartó todo el humo con una ráfaga de viento. Cuando la neblina se disipó, pudieron ver lo que estaba pasando:
Su abuela lanzaba complejos hechizos contra Alan mientras éste los rechazaba todos con su espada. Aquella arma tenía que ser muy especial para poder repeler todos los hechizos. No cualquier espada tenía aquella habilidad.
Alan reía divertido mientras esquivaba a la directora para después atacarla ferozmente. Aunque su abuela no conseguía darle, también esquivaba con mucha habilidad. Para ser una mujer tan mayor luchaba muy bien. Pero a Alana eso no le convencía, estaba muy preocupada viendo impotente como aquel conocido quería matar a su abuela. ¿Qué podía hacer para parar aquello?
-Alana, -le llamó Matt, que la cogió por el brazo y tiró de ella- vámonos de aquí. Esto es muy peligroso.
-¡No!- gritó la chica mientras se zafaba de su amigo. Un fuerte dolor le recorrió el hombro.-No voy a dejar a mi abuela sola.
-Pero Alana- empezó Selene mientras se ponía delante de ella e intentaba que retrocediera- ya la has oído. No podemos estar aquí.
-Pero…- En ese momento Alana sintió un mal presentimiento y se giró a tiempo para ver como Alan intentaba apuñalar a su abuela en un descuido. La chica sin pensárselo dos veces, le lanzó una bola de fuego mientras se lanzaba contra él con sus dos cimitarras para defender a su abuela.
En un momento quedaron frente a frente, separados solamente por las espadas enfrentadas. Alan tenía mucha fuerza, y Alana en un intento desesperado intentaba aguantar por todos los medios, pero su hombro cada vez le dolía más. Alan viendo la herida y su cara de dolor, aprovechó para pegarle una patada en el estómago y lanzarla hacia atrás. Alana tuvo la mala suerte de dar un fuerte cabezazo contra el suelo que le hizo quedar aturdida y mareada por un momento. Su visión estaba muy borrosa. Lo único que llegó notar era que algo se interponía entre ella y Alan.
········································· ( Selene)
Matt  le agarraba fuertemente para evitar que ella también se metiera en la lucha. Acababan de darle una patada a Alana y ésta había caído fuertemente contra el suelo.
La directora mientras se levantaba rápidamente gritó:
-¡Alan! ¡No!
Todo sucedió como a cámara lenta. Alana estaba tirada en el suelo, casi sin sentido y con la herida del hombro que no paraba de sangrar. Alan con una sonrisa de triunfo levantaba la espada para  acabar con la vida de su amiga. Selene soltó un grito desgarrador llamando a su amiga desesperadamente. Matt blanco como la pared, y la cara desencajada, le apretaba fuertemente los hombros mientras intentaba dejar de llorar. De repente  la directora se había lanzado contra Alana para protegerla con su cuerpo. Alan no tuvo piedad, y con una última estacada clavó su espada en el cuerpo de la directora, mientras reía como un maníaco.
Sacó la hoja con un veloz movimiento, mientras la directora lanzaba un débil gemido de dolor. El hombre se giró y marchó por donde había venido. La mujer cayó desplomada hacia el lado.
Se hizo el silencio.
············································ ( Alana)
Por un momento todo se había vuelto confuso, pero volvió a la normalidad. Lo que había estado aprisionándola por fin la soltó. Alana se incorporó con mucha dificultad, intentando averiguar qué había pasado. Apoyó la mano en el suelo, estaba mojado.
Se miró la mano confusa y vio que la tenía roja. Sangre. Intentó localizar de donde venía aquella sangre, y vio un cuerpo junto a ella. Su abuela.
Un fuerte escalofrío le recorrió todo el cuerpo, como una descarga eléctrica. Aquello no podía estar pasando. Sin fuerzas se arrastró gateando hacia el agonizante cuerpo de su abuela.
-¿Abuela?-susurró Alana débilmente sin voz.
Se acercó hacia ella y la apoyó en su regazo.
-Abuela…- las lágrimas le caían silenciosamente.
Su abuela débilmente giró la cabeza hacia ella y entreabrió los ojos en una última mirada de cariño. Unas últimas palabras salieron de su boca mientras cogía el candado de la chica con dificultad.
-Per… Perdóname… Por… favor…-Dijo sin aliento- Por favor… no me olvides…-Con una débil sonrisa la chispa que había en sus ojos se apagó definitivamente, y la mano, cayó lacia.
··········································( Matt)
Todo había quedado en silencio. Matt vio como Alana sin poder creerlo, agarraba el cuerpo de su abuela, sin vida, con un llanto silencioso, y sin poder apartar su mirada de su abuela. Matt quiso acercarse hacia ella para consolarla, pero las piernas no le respondían. Selene estaba junto a él, arrodillada en el suelo, incrédula, sin poderse creer la situación. El silencio quedó perturbado por unos rápidos pasos que se acercaban hacia ellos. Giró la cabeza y vio…
··········································( Liam)
Habían ido lo más rápido que habían podido, aun así habían tenido que separarse. Sólo quedaban Gun y él.
La primera visión que tuvieron fue la de los dos amigos de Alana, totalmente descompuestos en el suelo mirando, hacia algo. Liam siguiendo la mira de los dos amigos, vio a Alana envuelta en un charco de sangre. Liam sintió miedo, una de las pocas veces que lo había sentido. Después observó que la sangre no era de la muchacha, sino de un cuerpo sin vida que Alana sostenía. La chica parecía estar en un grave estado de shock…
La temperatura repentinamente empezó a subir. Alrededor de Alana comenzó a aparecer un círculo de fuego muy tenue. Pero poco a poco las llamas fueron cobrando intensidad y altura.
Liam escuchó como la chica empezaba a susurrar sin fuerza algo, cada vez se escuchaba más fuerte en consonancia con las llamas que también iban cobrando más fuerza. Por fin pudo escuchar lo que estaba diciendo: “no”.
-¡NO!-gritó Alana con todas sus fuerzas mientras lloraba.
El círculo de fuego se convirtió en un gran remolino ígneo. El suelo comenzó a temblar y a caer cascotes del techo. Liam tuvo que mantener el equilibrio  y agarrarse a Gun para no caer. Las llamas empezaban a expandirse rápidamente amenazando con alcanzarlos. El amigo de Alana, Matt, volviendo en sí, cogió a la pequeña Selene y fue hacia ellos.
-Por favor- dijo con voz débil mientras ponía a Selene en brazos de Gun. La chica parecía ida.-Cuidadla mientras intento apartar las llamas.
Matt se concentró y levantó una barrera invisible para contener el fuego que había llegado hasta ellos.
-Pero- empezó Liam preocupado- ¿y Alana?
- Ya no podemos hacer nada por ella- declaró muy serio Gun.
Selene volviendo en sí se revolvió intentando llegar hasta su amiga desesperadamente.
-¡ALANA!- gritaba ronca intentando deshacerse de los fuertes brazos de Gun.
-No, Selene-le advirtió Matt- es demasiado peligroso.
-¡Pero se va a hacer daño!- y era verdad. Liam observó que las llamas estaban fuera de control y quemaban a Alana- si no hacemos algo…
Aquello fue suficiente para Liam. Empezó a correr hacia donde se encontraba Alana haciendo caso omiso a las voces de Gun y Matt que lo llamaban. Cruzó la barrera y en cuanto lo hizo notó un calor infernal. Pero eso no le detuvo y tampoco lo hicieron las quemaduras que le aparecían cada vez que se acercaba demasiado al fuego. Sólo pensaba en Alana. En salvarla, porque si no la salvaba a ella no se salvaba él tampoco. Porque si ella moría él también lo haría. Por fin pudo llegar hasta Alana. Intentó cogerla del brazo pero con un grito de dolor apartó la mano. Estaba ardiendo. Tenía que intentar sacarla de allí. Rápidamente supo cómo. Se arrodilló y abrazó a la muchacha por detrás. Le daba igual que quemara, no podía volver a perderla. Le abrazó con más fuerza y acercándose a su oído le susurró como tantas veces le había susurrado:
-No tengas miedo, yo siempre estaré aquí. Por favor, para.- Alana pareció volver en sí al escuchar aquello.
Lo último que dijo antes de caer desvanecida fue:
-Abuela…. No me dejes…
Su cuerpo cayó inerte sobre Liam. Automáticamente las llamas se apagaron. Todo había pasado. En centro de aquel desastre sólo quedaban ellos.
Matt cayó de rodillas, levantando el escudo, y desplomándose desvanecido.
Gun muy serio abrazaba por los hombros a Selene, que miraba toda la escena con una mezcla de pánico y alivio, mientras le caían lágrimas por las mejillas.
Con un suspiro de alivio y agotamiento, Liam apoyó su mejilla tiernamente en la de Alana.
FIN DEL CAPÍTULO.
*Influencia del Call of Duty xDD