-¡Tay! – Gritó Matt con una mezcla de sorpresa y felicidad. Corrió hacia él para abrazarlo pero para sorpresa de todos, Matt atravesó a Tay. Como un fantasma.
El chico dio un traspié y casi cayó al suelo. Se giró sorprendido y se le quedó mirando. Selene con cara de sospecha, se le acercó y atravesó el brazo con su mano.
-Un holograma…
Tay sonrió divertido
-Pero mira quién habla, la estúpida y entrometida de Selene.
Alana, perpleja como estaba se le acercó, Erik, que le tenía agarrada de la mano, teniendo un mal presentimiento, intentó impedírselo. Alana esquivándole, se le acercó:
-¿Quién eres? Tú no eres Tay, él nunca trataría así a Selene…
El holograma de Tay, muy serio respondió:
-Veo que Alan no fue capaz de acabar contigo…
Erik enfadado se le fue a acercar también, pero Gun le cogió:
-Tranquilo, solo intenta provocarnos…
-… Nadie… trata así a Alana – dijo enfurecido Erik.
Matt, Selene y Alana lo seguían mirando perplejos, mientras tanto Tay empezó a reír de nuevo.
-Vaya, me esperaba un reencuentro más… caluroso.
-¡Cerdo! – Selene repentinamente enfadada, le lanzó una bola de rayos que atravesó el cuerpo de Tay sin problemas
-Selene no… - Matt parecía no acabar de creérselo, pero entonces por su otro lado pasó una gran bola de fuego, Alana también parecía muy enfadada y cansada…
-¡Alana! – Matt se acercó a ayudarla ya que ésta se apoyaba en un árbol respirando entrecortadamente.
-No te molestes en gastar energía, no es que te sobre precisamente – Erik miraba fijamente el holograma – además, no le hace nada…
Tay volvía a reírse
-Solo estoy aquí para transmitir un mensaje de Alan…
-¡¿Qué?! ¿Nos estás diciendo que estás con Alan? – rugió Selene muy enfadada
-Eso es precisamente lo que digo, caray, un poco más y os tengo que hacer un croquis – se burló Tay – Bueno, no voy a perder mi preciado tiempo con vosotros, así que os diré el mensaje de Alan – sus ojos que había cambiado a un aspecto más hostil se clavaron en Alana – Da igual dónde os escondáis, os tengo vigilados a todos. Inquietante ¿No es cierto? – comentó ladeando la cabeza.
Liam que le había dirigido una mirada de odio apartó violentamente la mirada y apretó los puños con fuerza.
-¿Pero por qué nos haces esto? – preguntó Matt dolido - ¿Desde cuando estás con él?
-Desde el principio Matthew, desde el principio…
Todos se quedaron callados, mirándolo
-Estaba claro que vosotros no ibais a proporcionarme todo el poder que yo quiero y ansío. Alan me aporta esto y mucho más, y por ahora me conformo… A partir de ahora dejaré de llamarme Tay para llamarme Gamma. No tardareis en temedme y querer uniros a mí...
-Eso nunca pasará… - habló por primera vez Ashley – Todos tenemos ya a alguien a quién deberle a fidelidad – Se agarró al brazo de Liam.
-Así es, así que si no tienes nada más que decir, márchate, aquí no pintas nada – Bramó Erik.
-No tenemos miedo – comentó desafiante Shawn haciéndose notar – por lo menos yo. Así que si solo has venido a amenazarnos, márchate por dónde has venido.
Tay se los quedó mirando con cierta superioridad y sonrió.
-Nos volveremos a ver…
Y dicho esto empezó a desaparecer.
-¡Vuelve aquí, cobarde! – Gritó Selene.
Pero ya era demasiado tarde, se había ido. Nadie sabía lo que decir.
……………………………………… (MOUSY)
-Más vale que nos vayamos – habló primero Liam rompiendo el silencio – ya no tenemos nada que hacer aquí.
Nadie dijo nada más, por lo que marcharon todos en silencio. Mousy había llegado a conocer a Tay, pero de una forma muy superficial. Solo había hablado con él una vez en el baile, y le pareció que era simpático e inteligente. Pero verlo así de hostil le había mostrado como era en realidad y si él le había dejado de piedra no se imaginaba como deberían de estar sus amigos…
Mousy dirigió una mirada a los brujos. Alana avanzaba apoyada en Erik, parecía agotada y muy afectada, sus ojos le brillaban intentando no llorar. Selene y Matt iban cabizbajos, pero en tensión. Parecían desolados. Apartó la vista sintiéndose contagiado por aquella atmósfera de tristeza. Más vale que no le afectaran las emociones de los demás, como solía pasarle, porque tenía entendido que cuando más deprimido estabas, bajaban las defensas del cuerpo y tenías más riesgos de contagiarte de alguna enfermedad.
Tras algunas horas de recorrido se habían topado con varios hombres de Alan, pero se habían desecho de ellos sin ningún problema. Al caer la noche se había detenido a montar las tiendas de campaña, hacer una hoguera y cazar. Después se había ido a dormir aunque tenían que ir haciendo turnos de vigilancia.
A la mañana siguiente todos se despertaron con los gritos de Selene y Ashley (incluyendo los que estaban haciendo guardia que también se habían dormido)
Gun y Liam fueron los primeros en reaccionar y llegar a sus tiendas. Las dos chicas estaban en la entrada chillando. Mousy, sospechó lo peor:
-“Seguramente habría sido cualquier animal” – Por lo que agarró su mochila de medicamentos y se dirigió también a la tienda de campaña de las chicas.
-¡NO HAY…! ¡NO HAY…! – Ashley parecía estar fuera de control, parecía realmente asustada. Selene estaba arrodillada en el suelo, cogiéndose los pelos psicóticamente:
-El… el… - Chibiyue tampoco acababa de creérselo - ¡el maquillaje! ¡Donde está el maquillaje!
Todo el grupo, inquieto se puso a mirar entre la espesura del bosque por si veían a alguien, hasta que parecieron entender lo que pasaba.
-¿Han dicho maquillaje…? – Preguntó incrédula Shawn
-¿Qué pasa con el maquillaje…? ¿Les da alergia o algo? – Mousy tampoco acababa de comprenderlo.
Selene, desesperada, se agarró al cuello de la camisa de Mousy mientras le decía sombríamente
-No hay… no hay…
Ashley volvía a chillar
-¡Estúpida enana!, se suponía que lo ibas a traer tú – dijodesesperada señalando a Selene - ¡Por eso me dejé la mochila del maquillaje en casa de mi querido Li!
-¡Estúpida pelo paja! ¡Yo pensé lo mismo que tú!
Mousy, una vez recuperado el aliento tras el gran susto (menos mal que se había traído su inhalador) movió la cabeza negativamente mientras pensaba:
-“Este va a ser un viaje duro para todos…”
Y así sería, solo haría falta ver los siguientes días:
A la segunda mañana, Gun estaba de muy mala hostia ya que hacía varios días que no jugaba a ningún videojuego y necesitaba su dosis diaria de acción. Iba por ahí gruñéndole a todo el mundo. Más tarde Matt también se uniría al drama. El chico había olvidado meter en su equipaje un espejo, y no tenía nada en lo que poder reflejarse para mirar su aspecto. Iba preguntándole a todo el mundo, obsesivamente, cómo llevaba el pelo o como era su aspecto. Si alguna de las chicas se le ocurría insinuar que no iba bien arreglado, corría el peligro de morir congelado. Los que mejor parecían llevar eso de estar lejos de casa eran Alana, Erik y Shawn (aunque fumaba demasiados cigarros), y Liam y Mousy… bueno, lo llevaban a su manera.
Mousy se atiborraba cada mañana de pastillas para prevenir cualquier tipo de enfermedad, cosa que le dejaba un poco atontado, y Liam nunca se separaba de su guitarra, además nunca desaprovechaba ninguna oportunidad para poder cantar alguna de sus canciones tristes o baladas.
Antes de que ninguno se diera cuenta, ya había pasado una semana entera, y el bosque que atravesaban parecía no tener fin. Todavía les quedaba un largo viaje hacia Landfield.
…………………………. (ALANA)
Se había hecho de noche, y estaban casi todos sentados alrededor del fuego, contemplando las llamas que chisporroteaban. La luna llena iluminaba el claro en el que se encontraban. Gun y Selene se encontraban en una esquina, apoyados cabeza con cabeza dormidos profundamente. Después de una larga tarde peleándose y jugando a disparar latas (ya fuera con piedras, o con descargas eléctricas) tendrían que haber acabado agotados. Mousy y Shawn hacía rato que se habían ido a dormir. Ashley sentada junto al fuego se dedicaba a cortarse las puntas abiertas de su pelo, y Liam, estaba recostado sobre las piernas de ésta y miraba adormilado las estrellas.
Ella en cambio, recostada sobre Erik, que jugaba con sus rizos miraba fijamente el fuego mientras pensaba en Alan y Tay.
Tay… ¿Cómo podía haberlos traicionado? Alana todavía no se lo acababa de creer. Tampoco es que Tay y ella fueran los mejores amigos pero… la chica creyó conocerlo al menos un poco, pero estaba claro que se había equivocado. Aquel Tay tímido y simpático había resultado ser pura fachada. El chico se había convertido en un completo desconocido. Y no solo eso, era aliado de Alan, del asesino de su abuela. De repente cayó en la cuenta. Todos se habían extrañado pero Alana se vio venir que el que había desactivado las defensas de Hollow Castle había sido Tay. Alguien desde el interior, un espía. La chica apretó los puños de pura rabia. Indirectamente Tay había tenido la culpa de la muerte de su abuela. Había dejado entrar a Alan…
-Cerdo asqueroso… - Dijo entre dientes Alana.
-¿Qué? – preguntó Erik que creía que se había dirigido a él.
-No… nada… Que hace falta más leña, el fuego ya mismo se va a apagar…
-No te preocupes – Dijo mientas le daba un beso en la frente – yo voy.
Alana sonrió cariñosamente.
-Espera, te acompaño – Ashley se levantó del suelo – quiero estirar las piernas.
-Está bien…
Erik y Ashley se dirigieron hacia la espesura del bosque con las linternas, iluminando el camino. Segundos después, desaparecieron en la oscuridad.
Gun que se había despertado con el movimiento de los otros, sobresaltado y mirando hacia todas partes, cogió a Selene cual saco de patatas y añadió:
-¿¡Quien anda ahí!? ¡Sal cobarde!
Selene habló en sueños:
-Déjame dormir idiota…
Gun, al darse cuenta que no había nadie, solo añadió:
-Me voy a dormir – mientras seguía cargando con la dormida Selene.
Alana divertida, siguió con la vista a ambos mientras se iban. Liam, que estaba aburrido, decidió molestar un rato a Alana. Se levantó, cogió un pañuelo que había dejado por allí Ash y se acercó a la chica. Esta, notando su presencia junto a ella soltó:
-Y ahora qué quieres – seguía mirando al fuego.
Como vio que Liam no decía nada, se giró para ver que le pasaba. Entonces notó un suave golpe en la mejilla, Liam le había golpeado con el pañuelo.
-Te reto a un duelo.-le dijo con una sonrisa traviesa.
Alana lo mirón con una mezcla de sorpresa e incredulidad
-Venga va… - Dijo Liam mientras intentaba levantarla – Como en los viejos tiempos…
Alana no pudo resistirse a la mirada tan intensa de Liam y accedió. Hizo aparecer dos espadas de madera (Ya había recuperado su poder). Le pasó una espada a Liam y se pusieron en guardia
-Uno… - empezó Liam
-Dos… - siguió Alana
-Tres…- contó de nuevo Liam
-El que no pelee tonto es – hablaron los dos a la vez sonriendo mientras se miraban a los ojos.
Cuando de pequeños jugaban a hacer duelos como en ese momento, siempre decía aquella frase que se habían inventado los dos.
Alana sin perder un solo segundo se lanzó a atacar a Liam con una estocada. El chico la esquivó fácilmente y atacó, pero Alana con mucha facilidad también lo esquivó. Se tiraron así un buen rato intentando ganar. Alana notó que Liam había mejorado una barbaridad desde la última vez que había luchado contra él, aunque ella tampoco se quedaba atrás… Se veía a simple vista que Liam se lo estaba pasando en grande y la chica con sorpresa descubrió que también ella lo estaba pasando genial. Le traía tantos recuerdos…
Estaba empezando a cansarse debido a la herida que todavía estaba en el hombro, aunque casi se le había curado…
La chica se distrajo sólo un momento, Liam viendo esto, aprovechó para dar un fuerte golpe a la espada de Alana y tirarla lejos. El chico sonriendo triunfante, le apuntó con su espada.
-¡Ja! Te gané
-Sabes que no estaba en plena forma por culpa de mi hombro – se justificó Alana picada.
Dio media vuelta y volvió a sentarse frente al fuego. Liam, sonriendo, se quitó la camiseta. Se le marcaban todos los músculos de los abdominales formando una perfecta tableta de chocolate y sus brazos se flexionaron marcando sus músculos para sacarse la camiseta por la cabeza. Tenía un montón de collares… Alana apartó la mirada un tanto incómoda.
-¿Se puede saber qué haces ahora?- dijo ella nerviosa. ¿Qué le pasaba?
Liam encogiéndose los hombros respondió:
-Tengo calor.
Se acercó a Alana y se sentó al lado de ella. Estaba muy cerca. La chica nerviosa se puso a jugar con el candado, siendo consciente que la mirada del chico estaba clavada en ella.
-Veo que todavía lo conservas – observó Liam con cierto descaro, refiriéndose al candado.
Alana al oír el comentario del chico soltó el colgante, avergonzada. Liam ante esta reacción empezó a reír.
-Tranquila – le susurró en un tono tan personal que la chica se giró y le miró a los ojos – yo también lo conservo – se llevó la mano a uno de sus collares y se lo mostró. La chica al verlo se quedó de piedra.
Era una llave pequeña, en forma de alas de ángel y con una “A” de color plateado grabada en ella.
La reconoció al instante, era la única llave que podía abrir su candado, era su llave…
-¿Recuerdas cuando…? - Empezó Liam.
Alana notó que un torrente de sentimientos se agitaban en su interior…
FIN DEL CAPITULO